El rechazo de los legisladores de oposición a la Ley de Fideicomiso Público ha sido tan rotundo y ruidoso que es muy probable que hayan logrado crear la percepción, utilizando el cuco de la privatización, de que se trata de una iniciativa que permite, entre otras barbaridades, “la creación de un gobierno paralelo exento de las leyes y reglamentos para el uso de los fondos públicos”, como la describió el diputado peledeísta Radhamés Camacho.

Es evidente, sin embargo, que a la opinión pública le falta información, elementos de juicio, para poder determinar quién tiene la razón, a lo que ayuda la tibieza conque representantes del gobierno han defendido el proyecto, que ayer continuó bajo el fuego cruzado de sus opositores. Por eso resulta oportuna la propuesta del vocero del PRSC en el Senado, Ramón Rogelio Genao, quien considera necesaria una discusión pública de la iniciativa. El legislador sostiene que hay sectores que buscan satanizar la figura del fideicomiso al equipararlo con la privatización, y aseguró que mienten los que dicen que en el texto aprobado no está regido por la ley de Contrataciones Públicas.

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“Todo es un plan para evitar que la actual administración pueda desarrollar grandes proyectos como el de Pedernales y evitar el desarrollo de esa zona del Sur del país, así como otros importantes proyectos que se desarrollan con esa figura. Solo buscan dañar políticamente”. Y nadie debe sorprenderse de que esa sea la verdadera razón de tanto alboroto, pues así es como los políticos dominicanos prefieren hacer oposición, aunque tengan que sacrificar al país y sus posibilidades de continuar creciendo y desarrollándose.

Ojalá que la discusión que propone Genao se produzca para que podamos aprender más sobre fideicomisos, sus ventajas y desventajas, pero el gobierno tiene que ponerse las pilas y ser más proactivo, mostrar más garras al defender iniciativas de este tipo si quiere convencer a la opinión pública de su pertinencia, bondades y beneficios.