LOS BAÓOS, Cuba. Un niño de ocho años que colecciona fotos y libros de Fidel Castro se convirtió en celebridad en los medios de Cuba luego de que el veterano líder lo invitara a su casa a charlar, un privilegio reservado hasta ahora a dignatarios extranjeros.
El pequeño Marlon Méndez Cabrera fue el primer cubano común invitado a su hogar por el expresidente de 88 años, quien -según los medios- lo quiso conocer al enterarse de su inusual pasatiempo, que lo ha llevado a coleccionar y colgar en el muro de su cuarto más de 230 fotos de Castro.
Mientras gobernó la isla durante casi medio siglo, a Castro le gustaba aparecer en la prensa rodeado de niños, pero nunca había invitado a un cubano común a su casa.
Por lo que se sabe sólo recibe a celebridades y dignatarios extranjeros. «Me dio mucha emoción al verlo (…), él se paró y le dio un abrazo a toda la familia», contó a la AFP Marlon, quien acudió vestido con un traje estilo militar color verde olivo, similar al que Castro usaba hasta que dejó súbitamente el mando en 2006 por razones de salud. ¿Operación comunicacional orquestada o gesto espontáneo de Castro? En cualquier caso esta visita fue algo excepcional.
También lo son los detalles que los padres y la abuela del niño contaron sobre lo que vieron y conversaron en la casa de Castro, algo que prácticamente nunca hacen los dignatarios extranjeros que lo visitan. «Yo lo vi muy bien. El comandante tiene 88 años, ya no camina como antes, pero está muy bien, después del problema (de salud) que tuvo está sentado (más tiempo), pero se paró, nos saludó, nos dio un abrazo muy alegre, nos habló mucho», contó el padre del niño, Yusley Méndez, de 32 años.
– «Nos habló de la moringa» – Fidel Castro estaba en la casa con su esposa, Dalia Soto del Valle, a quien muy pocos cubanos conocen, y dos de sus hijos, Antonio y Alex, además de algunos nietos y bisnietos, explicó Méndez.
El veterano líder comunista habló sobre varios temas durante la visita de dos horas y media, pero puso énfasis en su nueva pasión: el cultivo de moringa, una planta nativa de la India y Africa con gran contenido nutricional.
«El ahora se está dedicando a lo que es la agricultura, nos explicó todas las plantas con que está alimentando a los animales, sobre la moringa, nos puso videos también en el televisor para nosotros ver también cómo es esa alimentación», contó la mamá del niño, Wendy Cabrera, de 30 años.
La familia Méndez vive en una sencilla casa de San Antonio de los Baños, un pueblo agrícola de unos 50.000 habitantes, situado a 30 km al suroeste de La Habana, donde los padres de Marlon trabajan en una cafetería estatal llamada «Los tres grandes». «Cuando Marlon se despidió como militar, Fidel también se levantó y lo saludó como un militar», contó emocionada la abuela, María Elvira Hernández, una exmaestra de primaria de 54 años.
El líder cubano vestía un traje deportivo azul y camisa de cuadros, según fotos del encuentro.
La visita tuvo lugar el 16 de agosto, pero los canales de la televisión cubana recién informaron profusamente sobre ella esta semana, lo que convirtió a Marlon en una celebridad en su apacible pueblo y en la isla.
«Todo el mundo nos ve por la calle y nos saluda», relató su padre, quien indicó que Castro se enteró del pasatiempo de su hijo por un reportaje de la televisión, lo que lo motivó a invitarlo. Castro le autografió a Marlon su libro «La victoria estratégica», le obsequió otros textos suyos y le regaló 36 fotos del encuentro, tomadas por su hijo fotógrafo, Alex Castro, que son el único testimonio gráfico de la visita.