El Presidente de Cuba, Raúl Castro, asumió ayer la máxima jefatura comunista en lugar de su hermano Fidel, para aplicar, con la vieja guardia y los militares, una reforma económica con la que busca salvar el agotado modelo socialista, vigente desde hace medio siglo. Raúl Castro, de 79 años, fue electo primer secretario por los 115 miembros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), y como su número dos, el vicepresidente y veterano dirigente de «línea dura», José Ramón Machado, de 80.
LA HABANA. AFP. El presidente de Cuba, Raúl Castro, asumió ayer la máxima jefatura comunista en lugar de su hermano Fidel, para aplicar, con la vieja guardia y los militares, una reforma económica con la que busca salvar el agotado modelo socialista, vigente desde hace medio siglo.
Raúl Castro, de 79 años, fue electo primer secretario por los 115 miembros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), y como su número dos, el vicepresidente y veterano dirigente de «línea dura», José Ramón Machado, de 80, en el cierre de un histórico cónclave de la agrupación. «Asumo mi última tarea con la firme convicción y compromiso de honor que el primer secretario tiene como misión principal y sentido de su vida defender, preservar y seguir perfeccionando el socialismo y no permitir jamás el regreso del régimen capitalista», dijo Raúl en su discurso de cierre del VI Congreso del PCC.
Entre aclamaciones, Fidel Castro, de 84 años, acudió en chaqueta deportiva a la ceremonia que oficializó su renuncia al cargo que ocupaba desde que se fundó el Partido en 1965, y el último que conservaba desde que cedió el mando a Raúl cuando enfermó en julio de 2006.
Raúl y Machado lideran el Buró Político, cabeza del Comité Central, que fue reducido de 24 a 15 miembros -sólo una mujer y tres nuevos cuadros-, y donde, con un promedio de edad de 67 años, prevalecen la vieja guardia y los militares, con los cinco principales generales del país, incluido el presidente.
Primero en 14 años, el Congreso fue crucial porque trazó el rumbo económico de Cuba con un plan de 313 reformas, en momentos en que llega al ocaso la generación histórica de la revolución, sin líderes jóvenes visibles tras la abrupta caída del ex vicepresidente Carlos Lage y el ex canciller Felipe Pérez Roque en 2009. Desconocido hasta 2006, el economista Marino Murillo, de 50 años, subió a uno de los 15 puestos del selecto Buró, con la misión de ser el ‘mecánico’ de las reformas de Raúl Castro, la mayor reestructuración económica desde que el líder comunista Fidel Castro nacionalizó las empresas en los años 60. Al reconocer que no existe una generación de recambio, Raúl Castro lanzó en el Congreso una sorpresiva propuesta de limitar a un máximo de dos períodos de cinco años el mandato de los cargos de poder, incluidos el presidente del país y el primer secretario del PCC. «Me agradó la idea. Era un tema sobre el que yo había meditado mucho», escribió Fidel Castro, al apoyar a su hermano y reiterar que será un «soldado de las ideas» aunque nadie duda que el peso de su liderazgo histórico tendrá influencia en el alcance y ritmo de las reformas.
Enérgico, demandó al PCC «orden, disciplina y exigencia» y cambiar «la mentalidad, que como barrera sicológica» es «lo que más trabajo nos llevará superar, al estar atada durante largos años a los mismos dogmas y criterios obsoletos». Los cubanos concentraron su atención en las medidas que pueden dar un respiro a su difícil vida cotidiana, en particular las que les permitirán comprar y vender casas y autos.
Fidel, un soldado de las ideas
LA HABANA. AFP. Fidel Castro, el legendario líder máximo de Cuba durante medio siglo, es ahora sólo un «soldado de las ideas», de 84 años, tras abandonar este martes su último cargo de poder, la jefatura del gobernante Partido Comunista (PCC).
De chaqueta oscura y camisa a cuadros, Castro presenció la clausura del VI Congreso del PCC, en la que su hermano, de 79 años y a quien cedió el mando de la isla cuando enfermó en 2006, lo reemplazó como primer secretario del PCC, el cargo más importante en un sistema comunista, que ocupaba desde que en 1965 fundó el Partido. Poco antes de la elección del selecto Buró Político del Partido, de 15 miembros, Fidel confirmó en un artículo de prensa lo que había dicho en marzo: que en julio de 2006 renunció «sin vacilación» a todos sus cargos, incluso al del PCC, aunque en estos cinco años siguió siendo llamado primer secretario y a Raúl el segundo.
«Les prometí ser un soldado de las ideas, y ese deber puedo cumplirlo todavía», escribió el ex gobernante. De reconocida oratoria incontinente y hombre de tribunas.