ALTA GRACIA, Argentina (AP) _ El presidente cubano Fidel Castro, acompañado por su aliado Hugo Chávez de Venezuela, realizó una peregrinación sentimental ayer sábado al hogar de infancia de su difunto camarada Ernesto «Che’’ Guevara.  Mientras los locales sorbían el mate, la infusión local, y decenas de agentes de seguridad cubanos mantenían libre el acceso a la casa, esta ciudad rural de 40.000 habitantes aguardó durante horas el suceso más importante en muchos años.

Bruscamente se alteró la calma al sonar las sirenas de la comitiva oficial, una caravana de autos escoltados por policías en moto.

«Fidel, Fidel’’, y «Se siente, se siente, Guevara está presente’’, coreaba la multitud de unas 2.000 personas en la calle.

«Me ha invitado Fidel a conocer esta casa. Para mí es un honor de verdad estar aqu풒, dijo el presidente venezolano a periodistas poco antes de ingresar al recinto.

Castro y Chávez, que participaron el viernes de la XXX Cumbre del Mercosur de Córdoba, recibieron el saludo de las autoridades locales y se detuvieron un instante frente a la casa a tomarse una foto junto a una estatua de bronce que muestra a Guevara cuando tenía ocho años.

Posteriormente ingresaron a la casa, a donde los aguardaban Calica Ferrer, Enrique Martín y Ariel Vidoza, amigos de la infancia de Guevara.

Guevara, que nació en 1928, pasó una buena parte de su niñez en esta provincia del centro del país donde su familia se había instalado con la esperanza de que el clima templado permitiera a Ernesto sobrellevar mejor el asma grave que lo aquejaba.

En la casa de color crema, de una sola planta con techo de chapas verdes y tejas ocres, la familia Guevara vivió en 1935-37 y 1939-43. Ahora es un museo dedicado a la niñez de Guevara y pertenece a la municipalidad de Alta Gracia, que se encuentra a unos 50 kilómetros al oeste de Córdoba.

Después de seis años en esa localidad, los Guevara se trasladaron a Buenos Aires, donde Ernesto estudió medicina antes de iniciar el célebre viaje en moto por América Latina durante el cual decidió dejar los estudios por la política revolucionaria.

El «Che’’ murió en 1967 en La Higuera, Bolivia, asesinado por el ejército cuando intentaba iniciar una guerra de guerrillas. Sus restos están enterados en Cuba.

El cartel de la entrada tiene la célebre foto tomada por el cubano Alberto Korda en 1960, del Che con la mirada en la lejanía.

La típica residencia de clase media está decorada como en la época en que los Guevara vivían aquí. Castro y Chávez, acompañados por los amigos de Guevara y una guía del museo, recorrieron la casa, donde vieron la célebre moto del viaje por Latinoamérica, retratada en la película «Diarios de Motocicleta’’. Aparte de ésta, una máquina de coser de la madre de Guevara y algunos muebles, son pocos los objetos originales.

«Nunca me imaginé que iba a estar con estos dos personajes recorriendo el museo. A Fidel siempre quise conocerlo. Pero no se daba la oportunidad’’, dijo a la AP Vidoza, de 80 años.

Vidoza relató que Castro y Chávez «se interiorizaron de lo que había en la casa, las fotos los objetos. Estaban muy contentos los dos. Fidel me preguntó sobre el Che. Yo le conté que íbamos a la escuela juntos. Y a la tarde jugábamos en esta casa. Como yo era un año y medio mayor que él, lo cuidaba por su problema de salud. Siempre estaba pendiente de él’’.

Permanecieron alrededor de una hora y media en el interior, mientras en la calle, la gente cantaba a coro la canción «Hasta siempre’’ del célebre trovero cubano Carlos Puebla, dedicada al «Che’’.

Aunque eludieron el contacto con la prensa, antes de partir se acercaron al vallado de seguridad y saludaron a un grupo de efusivos habitantes de la zona. Luego se despidieron con los puños en alto y abordaron el mismo automóvil.

Fidel acompañó a Chávez al aeropuerto, donde abordó el avión con rumbo a Bielorusia. El líder cubano se quedó en Córdoba capital y se desconoce cuándo emprenderá el regreso a la isla.