Fiebre de armas en época de paz

Fiebre de armas en época de paz

Los recientes sucesos sangrientos que enlutan familias y conturban a la sociedad deben mover al Gobierno a actuar contra una tendencia armamentista que en parte tiene sus causas en la inseguridad ciudadana. Algunos creen que poseer un arma de fuego le garantiza resguardo, aunque ese criterio tiene en contra muchísimos factores. Algunos se arman por medios legales, otros lo logran con influencias, y otros más se hacen de artillería despojando a terceros sin el menor respeto por la vida. El caso es que somos un país bajo las armas en plenos tiempos de paz, y las consecuencias son dramáticas. Un país de gente violenta y que otorga permisos para armas bajo requisitos pálidos, no puede garantizar un uso responsable de estos artefactos.

Hay que ir pensando en controles más estrictos sobre las armas, en primer lugar sobre las adquiridas por medios ilícitos. Hay que revisar los criterios que median en el otorgamiento de permisos de tenencia y porte, porque muchísima gente con licencia no merece esa autorización, y eso lo saben de sobra las autoridades. Para autorizar la posesión de un artefacto de muerte no basta un cuestionario cuyas respuestas pueden diferir mucho del comportamiento social real del individuo. Hay que imponer requisitos más efectivos para autorizar armas. El que mata es homicida, asesino. ¿Y qué culpa le cabe al Estado que conoce las consecuencias de otorgar licencias sin miramientos?

Comportamiento inadmisible

El sistema interamericano, con la OEA a la cabeza, tiene que estar atento ante el comportamiento inadmisible para la democracia, que ha asumido el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Sus llamados a rebelión contra el Parlamento, la convocatoria a sesiones maratónicas de la Asamblea Nacional y la designación de magistrados para evitar que las autoridades electas puedan asumir sus funciones, son pasos que no encajan en el ambiente democrático del Continente. Es un comportamiento inadmisible para la propia institucionalidad venezolana.

Es necesario que los organismos de protección del sistema democrático se pronuncien y declaren su alarma ante una conducta que apunta al desconocimiento de los resultados de unas elecciones ganadas en buena lid por la oposición venezolana.

Publicaciones Relacionadas