Fieles esperan Juan Pablo II imparta la bendición pascual

Fieles esperan Juan Pablo II imparta la bendición pascual

CIUDAD DEL VATICANO (AP).- El papa Juan Pablo II, que no ha hablado a sus fieles en casi dos semanas, se tomó el sábado un día de descanso mientras la iglesia católica mantenía una vigilia silenciosa como parte de sus preparativos para el Domingo de Resurrección, cuando el Pontífice deberá bendecir a la muchedumbre congregada en la Plaza de San Pedro.

El frágil Papa se presentó el Viernes Santo en una nueva comparecencia en una serie de transmisiones televisadas que lo mostraban de espaldas en su capilla privada, cuando seguía por televisión el paso del Vía Crucis por el Coliseo, en que había participado anualmente durante los previos 26 años de su Pontificado.

La falta de Juan Pablo en la procesión que recrea el paso de Cristo hacia el Calvario fue la más reciente de una notable serie ausencias del Papa en las principales ceremonias de la Semana Santa, en que el Pontífice solía participar de manera destacada, tales como la misa del Domingo de Ramos y el ritual del Jueves Santo.

El Pontífice también había presidido siempre el servicio del Sábado Santo, que se celebra en horas de la noche. Este año, se cree que el Santo Padre seguirá la ceremonia por televisión.

El Papa de 84 años habló por última vez en público el 13 de marzo, cuando leyó breves saludos desde su habitación del hospital poco antes de regresar al Vaticano, para continuar su convalecencia allí tras haber sometido a una traqueotomía.

Desde que fue dado de alta, el Santo Padre ha hecho breves apariciones públicas en que no ha hablado, pero ha bendecido a los fieles, incluyendo la ceremonia del Domingo de Ramos.

El silencio y la brevedad de las apariciones han alarmado a quienes temen que el Papa no se haya recuperado bien de sus quebrantos de salud más recientes. Juan Pablo sufre del mal de Parkinson desde hace años.

Los millares de fieles que se congregaron en el Coliseo para el Vía Crucis vitorearon y agitaron sus antorchas cuando el Pontífice apareció en pantallas gigantes de televisión instaladas en el lugar por técnicos del Vaticano.

Sin embargo, el Papa apareció de espaldas y en silencio mientras miraba por la televisión una transmisión del Vía Crucis, y las cámaras nunca enfocaron su rostro.

En un mensaje leído por el cardenal italiano Camillo Ruini, el Papa dijo que acompañaba espiritualmente a los feligreses del Coliseo.

«Ofrezco además mi sufrimiento, para que se cumplan los designios de Dios y Su palabra camine entre los pueblos»», dijo el mensaje. «En estos momentos me siento muy cerca de aquellos que padecen la prueba del sufrimiento. Ruego por cada uno de ellos»».

 

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