Devotos de Jesús El Nazareno
Fieles católicos devotos de Jesús El Nazareno participaron ayer en una misa en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, localizada en la Ciudad Colonial. Se trata de uno de los tantos cultos que la Iglesia Católica celebrará en estos días en ocasión de la Semana Santa. La misa fue oficiada por el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez. En su sermón, exhortó a los fieles a rogar a Jesucristo que los ayude a poner fin a los problemas de violencia, narcotráfico, robos y otros males que los afectan.
El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez consideró ayer que no hay mucha seriedad en el manejo de los casos de narcotráfico por parte de los Estados Unidos, que desistió de la extradición de Faustino Perozo, solicitado en relación con el caso del ex capitán Quirino Ernesto Paulino Castillo.
López Rodríguez dijo también que hay falta de voluntad por parte de ese país en localizar y detener al prófugo José David Figueroa Agosto, de quien dijo que podría estar sentado en un parque en Puerto Rico y no lo agarran.
Enfatizó que la nación reclamó y mostró mucho interés en llevarse al ex capitán Quirino Paulino Castillo.
Que se lleven la pandilla entera, porque a nosotros no nos interesa tener aquí a nadie, ni con este ni con ninguno, dijo.
Agregó que todo narcotraficante debe ser pasado por el mismo rasero, aunque unos con mayor responsabilidad que otros, pero indiscutiblemente todo el que esté envuelto en eso debe ser tomado bajo la ley. Pues la ley no debe ser para uno y no para otros.
El retiro de la solicitud de extradición de Perozo por parte de la embajada de los Estados Unidos se produjo luego de que se entregara a la justicia la semana pasada, tras permanecer prófugo por varios años.
Perozo, a quien se le atribuye haber sido socio del ex capitán del Ejército Paulino Castillo, se entregó ante el fiscal del Distrito Nacional, Alejandro Moscoso Segarra, el 22 de marzo.
Tras la acusación que inicialmente se le había formulado a Perozo le fueron incautadas propiedades valoradas en más de RD$100 millones, entre ellas las cabañas Éxtasis, cuya devolución podrá ser requerida por el propietario.
¿No hay interés? En relación con Figueroa Agosto, el cardenal López Rodríguez reiteró que al parecer no existe interés en apresar al condenado a 209 años de prisión en Puerto Rico por narcotráfico, ya que, según dijo, anda en su propio país como si nada.
Vamos a ver si es verdad que lo agarren, pero si no hay voluntad puede estar hablando en el parque central de San Juan y se hacen de la vista gorda. Pues aquí en el país hubo cómplices para que se fuera, indiscutiblemente los hubo, porque estaba agarrado y comenzaron con paños tibios, pamplinas y tonterías y tomó la de villa Diego, agregó López Rodríguez.
Fue entrevistado al término de la una misa en honor a Jesús El Nazareno, en la parroquia Nuestra Señora del Carmen de la Ciudad Colonial, donde llamó a los dominicanos a la reflexión en esta Semana Santa, y a rogar a Jesucristo que los ayude a poner fin a los problemas de violencia, narcotráfico, robos y otros males que los afectan.
El mensaje. Tanto en la homilía como en declaraciones, señaló que hay infinidad de problemas, debido a que el pecado continúa actuando en el corazón humano. Advirtió que el mensaje de la iglesia a todas las personas que están sufriendo es que Jesucristo la ha asumido, la ha rescatado y lo que hace falta es que busquemos la forma de que eso se nos aplique.
El cardenal López Rodríguez reiteró su llamado a los partidos y a los políticos a que tomen unas vacaciones para pensar y reflexionar sobre el significado de la Semana Santa.
Las claves
1. Esfuerzo
El cardenal López Rodríguez refirió que el mundo cristiano debe hacer un esfuerzo por asumir el mensaje salvador de la muerte y resurrección de Jesucristo.
2. La violencia
Resaltó que el hecho de que tengamos tanta violencia en el país, tantos atracos y muertes y otras formas de abusos contra niños, niñas y la mujer, debe llamar a la reflexión y deben ser corregidas en los diferentes ambientes sociales.
3. La Última Cena
El arzobispo metropolitano de Santo Domingo consideró que la Última de Cena de Jesús con sus discípulos, que para los judíos representaba la liberación de Egipto, la quiso convertir en su propia Pascua, signo de que su paso por la muerte era simplemente un hecho redentor.