Decenas de fieles católicos y turistas extranjeros se dieron cita ayer en la Catedral Primada de América, ubicada en el corazón de la Zona Colonial para disfrutar de la Misa de Navidad en conmemoración a la natividad de Jesús.

La eucaristía, que estuvo presidida por el Monseñor Francisco Ozoria Acosta, estuvo marcada por un ambiente de paz y serenidad en el que los feligreses fueron guiados en una profunda reflexión sobre el significado de la Navidad y la encarnación de Cristo a través de los versículos de los libros de Isaías 52, 7-10 y Hebreos 1, 1-6.

Los versículos predicados resaltaron como Dios habló al mundo a través de su hijo, a la vez que enfatizaron la promesa y el cumplimiento de la venida de Cristo para salvar al mundo del pecado.
Por un lado, el pasaje de Isaías anuncia la llegada de la salvación y la paz a través del nacimiento de Cristo. En tanto que el pasaje de Hebreos enfatiza que Dios tras hablar a su pueblo de diversas maneras, se manifestó plenamente a través de su hijo, quien es el “esplendor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza”.

Por su parte, el monseñor Ozoria instó a los creyentes a abrir sus corazones y permitir que Cristo nazca en sus vidas, recordándoles que la Navidad además de celebrar la encarnación de Dios, es también una oportunidad que tiene el hombre para reencontrarse con El Creador y consigo mismo.

“El nacimiento de Jesús es la base para este encuentro de Dios con el hombre, con el ser humano. Cuando Dios se encarna el hombre se diviniza. Cuando Dios viene a nosotros, nosotros subimos a Dios. Esa es la gran alegría que hoy celebramos”, compartió el sacerdote.

El prelado enfatizó a los feligreses que la Navidad también es un tiempo de unión familiar y renovación espiritual: “El nacimiento de Jesús también es encuentro con las personas. Las personas se encuentran por medio de Cristo, se encuentran unos a otros, se encuentran las familias, se encuentran los grupos. El nacimiento de Jesús es base fundamental para este encuentro”, explicó con infinita devoción el padre.

En otro orden, monseñor Ozoria también habló sobre la “cultura del reencuentro” y la importancia de que esta se siga fortaleciendo a nivel general para lograr una convivencia humana más sana y alegre regocijados en el amor de Dios.

“Cristo nos invita a fortalecer la convivencia humana en una óptica espiritual y así crecerá la fraternidad entre nosotros, así también crecerá la amistad y la unión entre nosotros”, aseguró.

Al finalizar la eucaristía, Ozoria extendió su bendición sobre todos los presentes y expresó sus deseos de felicidad navideña para con cada uno de ellos.

“Que el salvador les llene de gozo y les haga también a ustedes mensajeros del evangelio y les conceda la paz a ustedes, amados de Dios”, conluyó monseños Ozoria.