Fiesta no, doctor Martínez Moya, manipulación y resaca del populismo

Fiesta no, doctor Martínez Moya, manipulación y resaca del populismo

POR FRANCISCO ANTONIO MENDEZ
Me había propuesto no responder al doctor Martínez Moya, ya que, de manera consciente y deliberada, manipula datos e informaciones públicas (Ver mi trabajo: Los números del Dr. Martínez Moya, HOY 18 de junio 1999). Sin embargo, la opinión pública nacional merece un mayor nivel de respeto y, lo que es más importante, conocer la verdad de los hechos de manera objetiva.

En entrega del 20 de febrero, titulada: “El gobierno aumento la deuda US$2,600 millones y sigue la fiesta”, este economista del PRD le endilga las consecuencias del déficit cuasi-fiscal y el exagerado endeudamiento a la presente administración, al alegar que los valores en circulación del Banco Central han aumentado en US$1,700 millones para mantener la estabilidad macroeconómica.  Dice además, que “será el pueblo que tendrá que pagar con impuestos ese endeudamiento masivo”.  Lo que olvida el articulista es que: i) el verdadero lío lo crearon ellos con el salvamento de los grandes inversionistas de Baninter, poniendo a circular más de RD$105,000 millones de pesos inorgánicos; ii) que quienes duplicaron la deuda externa de US$3,500 a más de US$7,500 millones fueron el PRD y sus aliados del PRSC en el Congreso; y iii) que el peor impuesto que ha pagado la Nación, desde los tiempos de Lilís, fue establecido por el PPH con una inflación anual del 60% y una histórica devaluación del 58 por uno en agosto del 2004.

Todos fuimos empobrecidos en cuatro años.  Luego, la reforma fiscal y los impuestos actuales son para mantener la estabilidad y el equilibrio macroeconómicos, y para corregir parte de esos entuertos, que se tipifican en RD$63 mil millones para el pago de la deuda externa durante el 2006, frente a unos RD$15,000 millones en el 2000.  Lo que no se atreve a decir el articulista es cual sería la suma de estos pasivos del banco central en el desafortunado e hipotético caso de que ellos se hubiesen mantenido en la administración de la cosa pública. A estos fines le dejo una simplísima adivinanza: si estos valores en circulación eran de 90 mil millones en agosto 2004 a una tasa de interés 60% y crecieron en US$1,700 millones -ahora están en RD$150 mil millones- a una tasa de interés tres veces menor (20%), ¿Cuánto hubiera sido la deuda del Banco Central emitiendo certificados de participación al 60% y con una tasa de cambió de 58 por uno? Quizás no menos de US$5,100 millones.  Entonces cual es la queja.

Pero el mayor nivel de manipulación, lo alcanza el articulista cuando critica la emisión de los US$300 millones de bonos soberanos para pagar a Unión Fenosa la “recompra” de las Edes realizada por el PPH, al alegar que la misma “no implicaba responsabilidad alguna para el gobierno dominicano”. Cuanta belleza.  ¿Entonces de quien es la deuda de los 700 millones de dólares generada por la recompra?  ¿Acaso no fue por esta razón que se rompió el 1er. Acuerdo con el FMI?    La verdad es que la entrega a UF de las 80 mejores cuentas de Edenorte y Edesur genera un déficit de US$50 millones al año que se ha convertido en un cáncer para el sector.  Esto así, porque las distribuidoras compran la energía que suplen a estos clientes, pero estos pagan directamente a Unión Fenosa y las distribuidoras no reciben ni un sólo centavo.  Déficit que ha tenido que ser financiado, o con recursos presupuéstales frescos o con apagones.

En lugar de criticar la emisión de este bono que libera unos US$4 millones mensuales secuestrados de las finanzas de las distribuidoras, el articulista debiera explicar como hizo su gobierno los cálculos para pagarle a Unión FENOSA US$700 millones de pesos por las acciones de dos empresas quebradas.  Lo que pasa es que el sólo hecho de la renegociación a una tasa de interés 25% más baja (9% vs. 12%), le permite un significativo ahorro al país, y pone en tela de juicio, la mostrenca valoración realizada para la recompra, así como el inusual pago en efectivo de US$15 millones.

Obviando lo anterior, así como la creación de Programa de Reducción de Apagones (PRA), esperpento económico-populista de factura pepeachista que demanda unos US$80 millones  del presupuesto nacional,  el articulista alega que “el subsidio ahora es de US$$600 millones, suministrando menos del 70% de la energía”, cuando para la capitalización “era de US$60 millones, suministrando el 100% de la energía requerida”.

Como se puede ver, la manipulación y falsificación históricas son evidentes.  Lo primero es que en nuestro país nunca se ha suministrado el 100% de la energía requerida.  De hecho, para el inicio del proceso de capitalización en 1996, la generación no superaba, en sus mejores momentos, los 900 megavatios para una demanda restringida de 1,200 megavatios hora,  luego, el déficit superaba con creces el 25%.  Eso lo recuerda todo el mundo. Lo segundo es que, los RD$205 millones mensuales que otorgaba el gobierno del Dr. Balaguer, al RD$16 por US$ equivalían a unos US$170 millones al año, lo que evidencia una pequeñita diferencia de US$110 millones.  Esto sin considerar que el precio del petróleo a la sazón rondaba los US$13 el barril cuando en la actualidad supera los $60 dólares.  Quiere esto decir, que el factor más importante en la generación eléctrica -los combustibles- quintuplicó su costo en dólares.  Pero adicionalmente, ha duplicado su costo en pesos al pasar la prima del dólar del 16 al 34 por uno. O sea, que hay razones más que objetivas para que se incrementara el subsidio.

De igual modo, alega el articulista que la tarifa máxima residencial era de US$0.16/kwh al finalizar su gobierno en agosto del 2004, mientras que “ahora se paga US$0.24/kwh, un aumento de 50 por ciento”. Aquí el Señor Martínez, en su afán de tergiversar la historia y acomodar los hechos deja ver el refajo.  Esto así, porque al salir Hipólito de la presidencia, la tarifa sobre 700 kwh de consumo era de RD$7.90 por kilovatio hora. Mientras que en la actualidad, con un petróleo duplicado (US$24.99/bbl FO#6 vs.US$48/bbl FO#6) es de RD$8.57/kwh.  Un incremento nominal menor de 10%, frente a una inflación acumulada en el 2005 de 7.44%. Lo que pasa es que para la demagogia económica la estabilidad macroeconómica es buena para una cosa pero mala para otra.  Esto así, porque para calcular su tarifa en dólares usa la prima de Hipólito de 49 por uno, pero para calcular la actual usa 34 por uno. Sucede, sin embargo, que para un dominicano que produce y gasta en pesos, la tarifa se ha mantenido prácticamente invariable a pesar de todo lo que diga y alegue el pepeachismo opositor.

Otra falacia del señor Martínez es la de que, la deuda del gobierno con los generadores privados, en agosto 2004, era de US$148 millones y que ahora llega a “la suma de US$600 millones”, según él, “debido al deterioro de las pérdidas de las distribuidoras que aumentaron 50%”.  Nada más alejado de la verdad.

En primer lugar, la deuda en el sector, tal y como está consignado en el Acuerdo Global rubricado por los agentes del sector en el 2005 era de US$400 millones.  En segundo lugar, actualmente la deuda gubernamental -CDE, Edenorte y Edesur-  sólo asciende a US$57 millones, la cual ha sido conciliada y consolidada, para la firma en esta misma semana en el Acuerdo del 2006.  Lo que sucede es, que se quiere endosar con fines evidentes, la deuda intersectorial entre agentes del sector al gobierno. Sin embargo, el gobierno, vía CDE, ha sido acreedor neto en lugar de deudor. Y, en tercer lugar, de acuerdo a las cifras oficiales publicadas por el Banco Mundial y el FMI, las pérdidas de las distribuidoras, se han ido reduciendo y no aumentando como señala el Señor Martínez.  Aunque no estemos satisfechos con estos resultados, los cuales hay que considerar como modestos, hay que señalar que para agosto 2004 -cuando Hipólito- el índice de recaudación de efectivo de Edenorte y Edesur era de 38% y 53%, respectivamente, mientras que en la actualidad estos índices promedian 58% para Edesur y 44% para Edenorte (Ver Banco Mundial, Program Document, DR-US$150 MM Loan, 12/04/05).

Como habrán podido apreciar los amables lectores, el artículo del Dr. Martínez está plagado de inexactitudes y tergiversaciones que no se corresponden con la verdad.  Por tanto, no hay que extrañar que, en su desesperado deseo de equiparar la desastrosa gestión administrativa de la que formó parte, también le quiera endilgar al primer gobierno del Dr. Fernández  el autopréstamo de Unión Fenosa en el 2001 a Edenorte-Edesur, a una onerosa  tasa de 23%, que triplicaba la existente en el mercado, pero que fuera autorizado, nada más y nada menos, que por el poderoso funcionario que dirigía la CDEEE.  El Administrador de la CDEEE era el Secretario del Consejo de Administración de las distribuidoras en representación del Estado Dominicano y, sin su anuencia, no se movía ni una hoja bajo el sol.  Por consiguiente, si de fiesta vamos a hablar, hay que precisar que quienes estuvieron de fiesta y francachela permanente durante cuatro años fueron ustedes, nosotros, el pueblo dominicano, estamos sufriendo la resaca.  Así de simple.

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