Belleza, colorido, acrobacia, movimientos, entrega, elegancia, gracia, son los elementos que proporcionan mucha diversión a los aficionados que miran los partidos del Mundial de Baloncesto en las diferentes sedes del evento, y ayudan a crear una atmósfera vibrante y alegre en las cuatro ciudades.
Es un equilibrio entre respetar la cultura de cada país y asegurar que el baloncesto entregue toda la fuerza, emoción y entretenimiento que acompañan al Campeonato Mundial correspondiente al año 2010.