POR TANIA HIDALGO
La jueza de la Instrucción de la Jurisdicción Permanente del Distrito Nacional ordenó ayer la libertad de tres de los propietarios de centros nocturnos de esta capital, acusados de ofrecer servicios sexuales de jóvenes, tras fijarle una garantía económica de 10 y 20 mil pesos, respectivamente.

La magistrada Keila Pérez Santana, mediante el conocimiento de medidas de coerción dispuso la libertad de Freddy Barrera Paulino, propietario del Centro de Masaje Cisne; Manuel De Jesús Hurtado, dueño de La Gran Parada Café Bar y Doris Núñez, del bar Dobbo, ubicado en la avenida Kennedy, frente al Centro Olímpico de esta capital.

La fiscalía había solicitado prisión preventiva en contra del grupo, apresado mediante un operativo realizado por cinco fiscales adjuntos, 25 oficiales de la Policía y la unidad canina de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).

Hernández Peguero dijo que el objetivo de la fiscalía con esta acción es perseguir a los proxenetas que contratan a jóvenes para explotarlas sexualmente, lo que está sancionado por la ley de Trata de personas.

Según el ministerio público en el Dobbo fue encontrada una bañera transparente en el centro de la pista en donde las jóvenes, algunas de ellas, menores de edad, realizaban shows nudistas. El pasado sábado, el fiscal Distrito Nacional, José Manuel Hernández Peguero, informó que cinco propietarios de centros nocturnos fueron apresados por comercializar mujeres.

En la investigación realizada por la fiscalía se ha podido determinar que la mayoría de las jóvenes procedían de pueblos  y campos del interior que tenían que entregar a los dueños de los negocios el 85% de lo obtenido por su “trabajo”.