Filmes españoles marcan Festival
Internacional de Cine

Filmes españoles marcan Festival<BR>Internacional de Cine

Miami (EEUU), EFE.- Dos thriller españoles, «Zulo», de Carlos Martín Ferrera, y «La noche de los girasoles», de Jorge Sánchez-Cabezudo, se han presentado en Miami entre aplausos y muestras de «verdadero interés por lo que se respira en España».

«Estamos sorprendidos de cómo llena la gente las salas y se queda luego a la charla y el debate», comentó a Efe Martín Ferrera tras la exhibición esta semana en el certamen de Miami de este «thriller» psicológico de tinte kafkiano.

«Zulo» (2006), ópera prima de este joven director español de 32 años, impresionó por su arriesgada apuesta (un zulo como único escenario, una víctima y dos secuestradores) alejada de la «típica historia romántica de chico-conoce-a-chica», apuntó.

   Se trata de un filme «independiente» y «difícil» de «terror filosófico», en palabras del director, que puede interpretarse como una «metáfora sobre la degradación psicológica de un individuo», con un final «muy abierto» que te «hace reflexionar».

En ese sentido, el cineasta señaló que «las películas nos lo ponen últimamente muy fácil, nos dicen cómo tenemos qué pensar y no nos dan margen para la reflexión».

Explicó que la cinta se rodó en un «pozo real en Manresa (Cataluña) sin nada de decorados, un zulo de tres metros de diámetro por seis metros de altura», por lo que «fue muy difícil rodar en esas condiciones».

«Fue un rodaje que nos agotó a todos: dieciséis horas diarias de filmación durante todo un año», destacó Martín Ferrera, quien confesó que la «idea» de la película surgió de las «ganas de hacer una primera película y no tener recursos» económicos.

Martín Ferrera se estrena como director de largometrajes con un objetivo ambicioso: «no dejar a nadie indiferente», algo que cumple de manera sobrada con este filme de carácter «opresivo» que es también «un guiño» a la novela «La metamorfosis» de Franz Kafka.

En un momento de la grabación en el pozo, precisó, asomó entre las paredes un enorme escarabajo que interpretamos como una «especie de señal» y decidimos «improvisar» una escena en la que el actor dialoga con este insecto.

El director de documentales y cortometrajes como «Pau Gasol, el sueño americano» y «Sombras en la pared», respectivamente, explicó que para dibujar el proceso emocional del personaje se documentó en el drama de los secuestros en Colombia y en el caso del español José Antonio Ortega Lara, que estuvo secuestrado por ETA durante 532 días.

«La noche de los girasoles», por su parte, sitúa a los espectadores frente a una trama de «cine negro» que combina el suspense y la violencia con el drama de «ocho personajes que se encuentran en una encrucijada», explicó Sánchez-Cabezudo.

Ambientada en la España rural, la cinta, que significa el debut en el largometraje de Sánchez-Cabezudo, narra la historia de dos espeleólogos que exploran una cueva por razones científicas.

Mientras investigan, la esposa de uno de ellos es atacada por un hombre que intenta violarla, un hecho que desatará una espiral de violencia y venganza que «cambiará la vida de todos los personajes», apuntó.

Esta sucesión de hechos violentos es cometida, antes que por «seres marginales», por «gente muy corriente», tipos con los que es fácil toparse en cualquier lugar, precisó el director de cortos como «La gotera».

   Aseguró que la película, de un presupuesto de 2,7 millones de euros, basa su fortaleza cinematográfica en un guión complejo, de «estructuras rotas» e «historias cruzadas», que se sustenta en una «forma personal de contar».

   Para este director madrileño, de 35 años, es imprescindible desprenderse de la «obsesión de la originalidad», un cambio que sólo se produce cuando descubres que «todo está contado ya», y entonces «te quedas muy agusto y tranquilo».

   Recordó las dificultades con que tuvo que enfrentarse para encontrar financiación y cómo fue finalmente el guión el que le «abrió las puertas y convenció a las productoras».

   «Fueron tres años de lucha y sufrimiento hasta que en el 2005 pude comenzar a rodar», apostilló.

   Tras reconocer que practica el lema de «el máximo con el mínimo y cuanto menos mejor», se mostró en deuda con los grandes cineastas de la década de 1970 y admitió influencias de películas de «western» rural como «Deliverance».

   «La noche de los girasoles», que en principio se iba a llamar «Angosto», nombre del pueblo de Ávila (España) donde se desarrolla la acción de la película, refleja en el título la condición de los personajes de la cinta, «perdidos en la noche como los girasoles, alejados de su vida y camino habitual». 

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