La filtración en el techo y las paredes, así como los zócalos de las bombillas oxidadas son muestra fehaciente de que la Escuela Nacional de Artes Visuales (Enav) requiere urgente una intervención para que las decenas de estudiantes que desarrollan sus aptitudes en ese espacio puedan seguir contando con él. Personas que pidieron no ser identificadas indicaron que en enero los ingenieros del Ministerio de Cultura hicieron una supervisión de la infraestructura afectada y se comprometieron a ir la semana siguiente para elaborar un plan para corregir las fallas, pero después de esa visita han transcurrido nueve semanas y ellos no han vuelto.

Mientras se espera a los ingenieros, los estudiantes de los cursos de cerámica ubicados en el tercer nivel de la edificación tienen que colocar sus creaciones en mesas altas para evitar que se las lleve el agua que se acumula en el suelo, la cual debe ser sacada del área a “cubito y escoba”. “Aquí llueve adentro y escampa afuera”, señaló una joven que se refería al salón de cerámica. Como prueba de que la situación es peligrosa mostraron una lámpara que se incendió tras un aguacero debido a un cortocircuito. Un bombillo del pasillo tuvo que ser roto a pedradas porque estaba lleno de agua y nadie se atrevía a desmontarlo.

Ante las quejas de un grupo de personas, a través de las redes sociales, que denunciaron el mal estado en que se encontraban las escuelas de Bellas Artes, las cuales dirige Domingo de los Santos, se acudió a la Escuela Nacional de Artes Visuales, donde su principal problema es la filtración. Este centro de enseñanza del arte, ubicado en intersección de las calles El Con e Isabel La Católica, tiene un excelente acondicionamiento de los baños y demás áreas de trabajo, pero les preocupa la filtración.