Fin de año: ¿Fin de ciclo de polarización deficitaria?

Fin de año: ¿Fin de ciclo de polarización deficitaria?

El fin de año brinda ocasión para  evaluar  resultados y fijar propósitos inspirados en deseos que requieren voluntad y empeño alcanzarlos. La política no es una excepción, especialmente si la avalamos con los ciclos finalmente quebrantados por acontecimientos coyunturales conforme analizara Campillo Pérez en su libro “El Grillo y el Ruiseñor”.

Luego de la separación de Haití, nuestra política estuvo polarizada por personalismos de Santana y Báez interrumpidos por la Anexión. Con la restauración advinieron partidos de colores,  rojos y azules, sin que faltare el verde. El ajusticiamiento de Ulises Heureaux modificó la inspiración partidaria y sus autores inspiraron un ciclo polarizado por partidos Horacistas y Jimenistas.

Trujillo rompió esta polarización y su ajusticiamiento abrió un miniciclo entre trujillistas y antitrujillistas encarnados en Unión Cívica que fue reducido por el debate social insertado por Bosch en 1962 y la incorporación de corrientes ideológicas expresadas en torno a los acontecimientos de Abril/65 en la dicotomía de revolucionarios y reaccionarios.

Esta dicotomía fue neutralizada por la revolución sin sangre consignada por Balaguer en 1966, iniciándose un ciclo de 30 años polarizado por el PRD y el PRSC hasta que el PLD lo rompe en 1996 por la acción de Balaguer de apoyarlo en las elecciones de ese año; preludiando la polarización contemporánea 1996-2012, entre PRD y PLD.

Esa polarización ha entrañado enormes riesgos para el país. Al ser ambos partidos forjados bajo el mismo liderazgo y la misma macro-ideología expresada en un manejo fiscal caracterizado por la expansión del gasto corriente en el nombre de lo social, acompañada de sucesivas imposiciones tributarias supuestamente para financiarlos que terminaron siendo insuficientes, forzando la recurrencia al endeudamiento generador de la crisis que hoy sufren las economías occidentales.

Así, el resultado presupuestal del gobierno central acumulado durante este ciclo fue negativo en RD$175,000 millones – US$7,000  millones – responsable del 70% del incremento de la deuda pública.

Esa crisis, llamada eufemísticamente “de la deuda” siendo más de manejo imprudente del gasto, constituye la coyuntura del momento y tiene que ser encarada con la misma disciplina fiscal que las naciones sólidas están imponiendo a las más críticas para no caer en ollas de grillos estimuladores de tambores de guerra o abatibles por fermentos pseudo-revolucionarios

Para ello hay que romper el ciclo protagonizado por manejadores imprudentes del gasto, siendo el reformismo la fuerza más llamada a romper la polarizada olla de grillos que lo pregonan y  convertirse en el ruiseñor que cante y encante la disciplina fiscal.

Solo le falta proponérselo en este fin de año para convertirse en el demoledor de lo vigente.

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