Fin de ciclo

Fin de ciclo

Para la CEPAL es signo de los tiempos. Los problemas económicos llegaron para quedarse. Terminó el ciclo de crecimiento apoyado por exportaciones de materias primas. Se inició la etapa de transición hacia un modelo desconocido. Es el cuadro que describe la Comisión de la ONU para la economía de América Latina y el Caribe.
Redujo su pronóstico de crecimiento en siete décimas hasta 1.5%, por la alta incertidumbre y volatilidad que inyecta sobre la economía global la errática política comercial estadounidense, y debido a la retirada de fondos en algunos países que hace menos sostenible la deuda y eleva su costo, consecuencia de la reforma fiscal de Trump que incentiva la repatriación de capitales y la decisión la Reserva Federal de continuar con el encarecimiento del dinero,
No obstante factores mencionados y el aumento de la factura petrolera que resta crecimiento, mantuvo a República Dominicana como líder con una expansión de 5.4%, alrededor de su potencial y alejado, no solo de la media regional, también del 1.7% que pronostica para el área que engloba las islas del Caribe y del 1.2% de los países de América del Sur.
No debería sorprender que el crecimiento del PIB dominicano supere lo pronosticado por CEPAL. Para ello las actividades económicas en el segundo semestre deben mantener más o menos el ritmo de enero-junio cuando creció 6.7%. Lo que es probable, el consumo y la inversión se mantienen ascendentes, lo confirma la demanda de préstamos en pesos en el sector financiero, interanual esta creciendo 12%, y la inversión extranjera directa que sumo US$1,594.6 millones, aumento 20.2% en los primeros seis meses 2018, comparado con los mismos meses 2017.
Y las exportaciones nacionales de bienes industriales deben comportarse como en enero-junio cuando crecieron dos dígitos, para que menor sea la brecha entre compras y ventas al exterior, y reduzca lo que el sector externo neto acostumbra restar al crecimiento del PIB.
Conviene poner atención a lo que recomienda la CEPAL, aumentar salarios para fortalecer el crecimiento. Lo digo porque en términos real el salario por hora del trabajador retrocedió del 2000 a marzo 2018, nominal pasó de RD$42.60 a RD$107.20, acumulado creció 151.64%, anual 8.4%, menos que la inflación acumulada de 162.43%, anual 9%.
Su corrección podría evitar que se produzca una vuelta de tuerca en el crecimiento de la economía y que desaparezca el diferencial con respecto a los países de América Latina y el Caribe. Para eliminar o reducir la pérdida que se ha acumulado, es necesario elevar el salario nominal y otras medidas compensatorias, ambas consensuadas con el sector privado y los sindicatos.
Finalizo con las siguientes reflexiones. Considerando los choques externos, no ha sido excesiva la devaluación anual del peso, interanual 4.51% calculado con datos del pasado viernes 24. Confirma lo adecuado del ajuste el dato de inflación anual, a final de julio de 4.43%, es decir, está dentro de la banda superior del rango-meta de 4% ±1%.
Debemos estar claro, los significativos daños potenciales del cambiante panorama externo, que son difíciles de cuantificar, podrían colocar el crecimiento del PIB por debajo de su tendencia, por eso hay que estar vigilante como guinea tuerta.

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