ÁNGELA PEÑA
El libro con ese nombre cuyo autor es Fabio Rafael Fiallo, y que puso a circular la Fundación Cultural Dominicana, es un valioso documento de la vida política, cultural, económica, urbanística, artística y social de Santo Domingo de los dos últimos siglos, enmarcada dentro de las particulares vivencias de los Fiallo y su descendencia, una distinguida familia que desempeñó históricos papeles en momentos cruciales del discurrir nacional.
El nieto del aclamado líder de la Unión Cívica que enardeció los ánimos del pueblo a la caída del trujillato, fue el acucioso heredero del rico rosario de recuerdos, felices y tristes, deleitosos y amargos de esos bastiones de la resistencia antitrujillista que fueron Viriato, Gilberto, Antinoe, Rafael y René Fiallo.
Pero al margen de las expediciones y los asilos, las persecuciones, la prisión, las torturas y exilios, este fino escritor de estilo sencillo y ameno, perfecto en su forma y de extrema coherencia y cuidado en el fondo, matiza sus relatos revelando situaciones y comportamientos de los distinguidos protagonistas de la famosa Era así como de las muy honorables figuras de la transición a la democracia.
No es árbol genealógico ni autobiografía, aunque tiene un poco de ambos. Es la descripción del discurrir cotidiano en un hogar de desafectos que a pesar de su delicada posición política salían al Conde, compraban en La Puerta del Sol, asistían a La Normal, cumplían jornadas de trabajo para los Vicini, caminaban Gascue, el casco Colonial, Ciudad Nueva, San Carlos, escuchaban óperas, zarzuelas, leían los libros de moda, conspiraban para derrocar la tiranía o lamentaban la incorporación al régimen del tío Arístides, frente a cuyo prestigio no pudo ser indiferente Trujillo. La abuela Atala es personaje central en las tradiciones familiares que ahora transmite el lúcido heredero de aquellas remembranzas.
Ilustrado con preciosas fotos de ancestros y de otras personalidades relevantes del país, los capítulos más impactantes de Final de Ensueño en Santo Domingo son los que cuentan interioridades de supuestas negociaciones y acuerdos del profesor Juan Bosch con la familia Trujillo y sus presuntas simpatías con el propio Generalísimo antes de su destierro, así como las diferencias entre cívicos, perredeístas, catorcistas, católicos, marxistas, conservadores, liberales, fascistas.
Joaquín Balaguer, Manolo Tavárez Justo, Ángel Miolán, Rafael Valera Benítez, José Fernández Caminero, Asela Morel, Manuel Baquero Ricart, Mario Sánchez Córdova, Ramfis, Petán y Negro Trujillo, Láutico García, Nicolás Silfa, Ramón Castillo, Moncho Imbert y hasta el Papa y Fidel Castro son los dueños del escenario nacional en el difícil periodo de la destrujillización que Fabio Fiallo describe incorporando el lenguaje en uso, los discursos, concentraciones, marchas, ataques, enfrentamientos, triunfos y fracasos, como el que sufrió Viriato cuando todos lo suponían vencedor.
Viriato Fiallo nunca hubiera conseguido igualar, y menos aun vencer a Juan Bosch en el terreno en que este último había llegado a ser maestro consumado. En un discurso populista, con palabras pintorescas y a la vez demagógicas, Bosch hacía alarde de una soltura, de una habilidad, de una capacidad de persuasión que, a ojos vistas, no formaban parte de los atributos de mi abuelo… Así pues, escribe Fabio Rafael, mucho antes de la fecha límite, el desenlace de la campaña electoral no admitía duda. Privado de su antiguo aliado de izquierda el 14 de Junio-, temido y aborrecido por un aparato trujillista que había conservado la mayor parte de su poder, y por último, negándose a hacer promesas que juzgaba irrealizables, mi abuelo iba inevitablemente a morder el polvo de la derrota el día de las elecciones.