Final de la pesadilla peledeísta

Final de la pesadilla peledeísta

Nuevamente inició el desguañangue de las finanzas públicas, en RD$11,000 millones aumentó el déficit del presupuesto en septiembre, para un acumulado de RD$30,877 millones, 92% del déficit fiscal programado para el 2011. Como en septiembre de 2010 el déficit acumulado ascendía a RD$33,046.90 millones y terminó en RD$55,276 millones, como mínimo en un monto parecido se proyecta el déficit en el 2011. Como consecuencia, la gestión de Leonel, Danilo y el PLD terminará con un astronómico déficit fiscal acumulado de RD$260,000 millones en el periodo 2008-2011.

Tenemos que tomar prestado la cuarta parte del presupuesto para cubrir la deuda y financiar los déficits. Como Lilís que en 1898 se encontraba atrapado por los acreedores nacionales y extranjeros y tenía que acumular deuda sobre deuda para sobrevivir. Los peledeístas, no solo con el presupuesto acumularon déficits, también privilegiando las importaciones sobre la producción nacional. Al comprar al mundo mucho más de lo que vendimos, desde el 2008 hemos acumulado un déficit externo que promedia 8% del PIB, lo que se ha traducido en un notable incremento de la deuda con el exterior. Es que con deuda pública financiaron el exceso de compra al exterior, explica el superávit de la cuenta de capital. Los datos están ahí: el PIB nominal creció 12%, la deuda pública 44% y el déficit del presupuesto promedio 3% del PIB, de 2008 a 2011. El mayor crecimiento de la deuda elevó la razón deuda-PIB. Eso no puede continuar.  

La historia recordara la gestión peledeísta como una pesadilla de larga duración y a Leonel como el gobernante derrotado por sus propios errores, que no se obsesionó en mejorar las condiciones de vida de la gran población. Se pasó ocho años con el poder absoluto y no redujo la pobreza y la marginación, lo que hizo fue trabajar para que los peledeístas acumularan hasta grados desconocidos, lo que aclarará el tiempo por venir. Su pésima gestión está avalada por los indicadores económicos mencionados, confirmado por la encuesta más reciente, la cual dice que es el tercero peor evaluado entre los presidentes de América Latina, es el concepto de los dominicanos.

El modelo de los déficits que implantó lleva internamente su propia destrucción, porque es insostenible para las finanzas públicas, la alternativa la plantea Hipólito Mejía: manejar el presupuesto con austeridad y estricta honestidad, para generar superávit primario (ingreso total menos gasto total excepto intereses) y reducir el coeficiente deuda-PIB. El pueblo quiere salir de los peledeístas y su manera de gobernar, por eso Hipólito tiene 57% de la preferencia electoral.

También los empresarios de manera particular quieren el cambio, se cansaron del acoso impositivo de los peledeístas de los últimos siete años. Están convencidos de que Hipólito gestionará de manera diferente las dificultades económicas que nos vienen del exterior, que reducirá el gasto y generará ahorros públicos, para evitar nuevos impuestos y convertir al sector privado en la locomotora del crecimiento. El objetivo de la política pública del gobierno de Hipólito será el crecimiento con empleos productivos, para reducir la desigualdad acumulada durante la pesadilla peledeísta.

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