Finaliza II Cumbre Sudamericana;
instan a vigorizar integración

<strong>Finaliza II Cumbre Sudamericana;<br/>instan a vigorizar integración</strong>

COCHABAMBA, Bolivia, (AFP).- La II Cumbre Sudamericana finalizó este sábado en Bolivia con una declaración que insta a vigorizar la integración de la región, en un ambiente tenso por la crispada división que enfrenta en su país el presidente anfitrión, Evo Morales.

La cita presidencial, que se nutrió de ricos intercambios de criterios entre los gobernantes, planteó el establecimiento de un nuevo modelo de integración «con identidad propia, pluralista, en medio de la diversidad y las diferencias, reconociendo las distintas concepciones políticas e ideológicas».

Los mandatarios presentes destacaron en general, con diverso énfasis, los renovados impulsos por alcanzar la unidad, aunque efectuaron también autocríticas por el poco impulso que mereció en el pasado el proceso de integración.

Con el discurso inflamado que le caracteriza, el presidente venezolano, Hugo Chávez, resumió la situación al proclamar que «necesitamos un Viagra político» para llevar adelante la integración.

«El hecho de que los presidentes queramos más, no nos obliga negar los avances» que se han alcanzado hasta ahora, estimó el mandatario brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.

«Reconozco la inquietud que todos tenemos en el desarrollo y que nos causa angustia, pero hemos avanzado», dijo.

La mandataria chilena, Michelle Bachelet, había advertido por la mañana sobre el peligro de que la integración se desprestigie ante la falta de avances y el incumplimiento de muchos de los acuerdos.

Sin embargo, al cierre del encuentro, Bachelet señaló que así como «el desarrollo social con inclusión es central, no hay desarrollo social sin crecimiento económico, porque la mala noticia es que tenemos que hacer las dos cosas, ojalá pudiéramos escoger por una no más, pero no podemos».

Fue también Chávez quien aludió a la crisis política que atraviesa el gobierno izquierdista de Morales jaqueado por cuatro regiones de los llanos, abanderadas por la rica provincia de Santa Cruz, que proclamaron su «independencia» del centralismo de La Paz.

La mención dio pie a Morales a enumerar los éxitos de su corta administración de diez meses, entre los que mencionó la nacionalización de los hidrocarburos.

«Cuando se intenta resolver los problemas sociales con resultados positivos, no falta la codicia y la envidia», se quejó Morales en aparente alusión a los sectores políticos, empresariales y civiles de derecha que se han rebelado contra su gobierno.

Las arengas secesionistas de los gobernadores y líderes de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando fueron atajadas en La Paz por el vicepresidente Alvaro García Linera que enfatizó que «la unidad de la patria no está en discusión, la patria es una sola».

El quid de la grave crisis boliviana está en el Control de la Asamblea Constituyente luego de que el partido oficialista MAS decidiera hace un par de semanas un sistema de voto que le permite diseñar una Constitución sin necesidad de recurrir a consensos.

Grupos antagónicos a Morales buscaron infructuosamente una cita con Lula, quien descartó de plano la solicitud, según el canciller brasileño Celso Amorim.

El jefe de la diplomacia brasileña estableció que la situación de crisis política que se plantea en Bolivia debe ser resuelta en los marco de la democracia boliviana.

«Primero, es un asunto interno de Bolivia y ahora estamos ocupados en la Cumbre Sudamericana de Naciones, no hay tiempo para recibir a los miembros de la oposición», dijo Amorim.

Chávez había comparado la actual situación boliviana con los episodios ocurridos en su país a principios de esta década que concluyeron con un frustrado golpe de Estado.

Chávez comentó: «se parece tanto a lo que ocurrió en Venezuela en 2001 y 2002» y agregó que «la mayoría de Bolivia es la dueña de su destino en democracia; a la oligarquía sólo le interesa hablar de democracia cuando le conviene».

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