FINANCIAL TIMES

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Bienvenidos a la nueva Europa de monedas en competencia
Una propuesta para las divisas en competencia fue presentada por el Reino Unido

Samuel Brittan
Supongamos que Grecia abandona  el euro. Lo mejor que uno podría pensar es que el país pasaría por un periodo de infierno por un año o dos, después del cual tendría una proyección razonable de expansión y de prosperidad. Independientemente de lo  que pueda ser decretado durante una emergencia transicional, el euro es improbable que desaparezca del país.

Tendría sentido para los exportadores y operadores de tours que ganan cierta ventaja de competitividad usando los recién devaluados drachmas (la moneda griega). Pero muchas organizaciones, por ejemplo de transporte marítimo y de finanzas, pueden encontrar conveniente continuar usando los euros.

La principal diferencia es que el gobierno griego tendría que financiar su propio presupuesto, pero estaría libre de las instrucciones de los alemanes sobre cómo manejar sus asuntos. Sin embargo, esto tiene consecuencias más allá de Grecia. Puede ser un primer paso hacia una nueva Europa en la cual las empresas y otros agentes económicos tendrían la oportunidad y la responsabilidad de decidir en cuáles monedas denominar sus transacciones y mantener su efectivo. Esto no sería nada nuevo.

En la Edad Media, el ducado veneciano y el florín florentino circuló bastante fuera de sus países de origen, con la libra esterlina circulando en la periferia. En principio estas monedas consistían en oro u otros metales preciosos, pero con el peligro siempre presente de los recortes había mucho sobre lo cual los operadores de monedas pudieran ejercer sus ingenios.

Hubo episodios de la llamada banca libre en EEUU y Reino Unido en los pasados cientos de años. Pero casi todos ellos tenían un valor explícito o implícito en lingotes, y su éxito era medido por cuán bajos eran los descuentos sobre ellos, en relación a su valor metal establecido. En tiempos más modernos, una propuesta para las divisas en competencia fue presentada por R.U. hacia finales del siglo pasado como una alternativa para la moneda única europea, que entonces estaba en su etapa de planeación.

Un problema era que no había nada en la ley británica que detuviera a los agentes de crear un contrato en ninguna moneda mutuamente acordada, ya sea que fuera dólares, libras esterlinas o conchas de cauri. La moneda de curso legal solo se hacía presente si la denominación de un contrato no era especificada. Así que, no había nada específico que proponer.

Pero el problema principal era que los países del centro de la Unión Europea ya habían decidido seguir adelante con la unión monetaria total. Así que no hubo una real discusión. El mismo destino esperaba por una propuesta británica más tarde por un “ecu duro”,  una “compleja idea” que tal vez media docena de gente entendía. 

Las divisas en competencia están ahora en pleno potencial a través del curso imparable de los acontecimientos. Una razón de porqué podemos estar razonablemente confiados de esto es que es principalmente una extensión de lo que ya está sucediendo.

Vaya a cualquier gran tienda por departamentos o a un hotel casi de cualquier gran ciudad europea y usted podrá pagar en francos suizos, libras o dólares, como también en euros. Las principales interrogantes se refieren a la situación crediticia del cliente, no con el tipo de moneda que se ofrece.

Los taxistas son ley para ellos mismos, pero por lo general pueden ser inducidos a aceptar un pago en una variedad de medios. Las monedas de la empresa privada también podrían llegar a existir.

Las compañías e individuos ultimadamente pueden aceptar e intercambiar los balances en los libros de una autoridad de transporte o de teléfonos. Yo dudo que la gente acepte indefinidamente una situación en la cual las necesidades no utilizadas junto a las manos no utilizadas puedan coexistir debido a la austeridad decretada nacionalmente.

No es difícil imaginar que los intercambios de  notas de crédito asciendan a un incremento de facto en el suministro de dinero. Muchas personas se referirán a un mundo incluso de monedas convencionales en competencia que intercambia a tasas variables como mucho de último recurso.

¿Pero lo es? Los gobiernos están entonces libres de tomar sus propias opciones políticas sin que se le impongan condiciones por parte de un entrometido internacional que intenta preservar las paridades artificiales o uniones monetarias.

Tal vez una moneda mundial sería lo mejor de todo ya que no habría ninguna otra unidad contra la cual pudiera ser rebajada. Pero hasta eso es incierto. Porque si los guardianes de la moneda mundial tuvieran las cosas erradas, todos nosotros sufriríamos.

Pero con varias monedas en competencia, habría una mayor oportunidad de que los administradores de algunas de ellas hagan las cosas más correctamente. Un notable psicoanalista americano una vez escribió un libro titulado “El temor a la libertad” (The fear of freedom). En ningún lado es más evidente que en la esfera económica.

Las claves
1.  Salida de Grecia euro

Suponga que Grecia abandonara el euro. Lo mejor que uno podría pensar es que el país pasaría por un periodo de infierno por un año o dos.

2.  Unión monetaria
 El problema principal era que los países del centro de la Unión Europea ya habían decidido seguir adelante con la unión monetaria total.

3.  Competencia
Las divisas en competencia están ahora en pleno potencial a través del curso imparable de los acontecimientos.

Petróleo y metales aumentan después de volatilidad
Emiko Terazono
                        

Los precios del petróleo y de las materias primas se estabilizaron después de un comercio volátil en los últimos días, pero las continuas preocupaciones de la eurozona pesaron en el sentimiento.

Después de bajar fuertemente en los pasados dos días cuando los inversionistas descargaron activos riesgosos, las materias primas rebotaron, sumiendo a algunos en el pesimismo. No obstante, los inversionistas quedaron cautelosos a consecuencia de la débil data económica de Europa y China.  “Por el momento Grecia está en el asiento del conductor”, dijo Amrita Sen, analista petrolero de Barclays.

Después de bajar casi un 3% en los dos últimos días, el crudo Brent que sirve de benchmark ganó terreno. Los precios también fueron elevados por las dudas sobre el progreso de las conversaciones entre los diplomáticos occidentales e Irán en relación a los planes nucleares. 

El ICE July Brent, el benchmark global, se recuperó $1.02 para quedar en $106.58 el barril, mientras que el Nymex July West Intermediate, el benchmark de EEUU, subió $1.29 hasta $91.19 el barril.

 En otros sectores, el oro subió un 0.5% hasta $1,569.41 la onza, mientras que el cobre para entrega en tres meses en el London Metal Exchange subió un 0.6% hasta $7,606.75 la tonelada. 

Los analistas petroleros esperan que incluso sin un sentimiento negativo causado por la crisis de la eurozona, el suministro extra de Arabia Saudita continúe con precios más bajos.

La Agencia Energética Internacional, el regulador petrolero de los países occidentales, estima que Riyadh bombeó 10 millones de barriles diarios, lo más alto en 30 años.   

Eso podría aumentar ligeramente en mayo y junio después que Arabia Saudita reduzca los precios más de lo esperado para el crudo destinado para Asia, dijeron los expertos del petróleo.  

La data del gobierno de Estados Unidos  recientemente mostró que los inventarios en Cushing Oklahoma, el punto clave para la entrega del crudo, aumentó por 1.7 millones de barriles para llegar a un récord de $46.8 millones de barriles.

La cifra
0.5 por ciento.
  Subió el oro, hasta 1,569.41 dólares la onza, mientras que el cobre para entrega en tres meses en el London Metal Exchange subió un 0.6% hasta  7,606.75 dólares la tonelada.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

 

 

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