FINANCIAL TIMES

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New York. Eric Holder, ministro de Justicia de Estados Unidos, desea acabar con lo que él llama “fraude o manipulación ilegal” en los mercados energéticos en un “momento de tensos presupuestos y crecientes costos en las bombas de gasolina”. Él ha asignado a sus abogados una tarea muy difícil.

El nuevo grupo de trabajo del Departamento de Justicia ha sido formado tres años después que el organismo regulador nacional de materias primas reveló su propia investigación sobre el petróleo crudo la primera vez que este alcanzó los US$100 el barril. A partir de ese anuncio, el regulador, la Comisión de Comercio de Futuros de Materia Prima (CFTC), ha presentado un total de un caso respecto la  manipulación del petróleo. En seis otros casos sobre petróleo, los más severos alegaron que la distorsión de precios fue hasta de 40 centavos por barril.

El fracaso de la Comisión en encontrar una prueba irrefutable resalta cuán difícil es manipular un mercado petrolero global donde los volúmenes que se consumen cada día totalizan US$10 millardos, y mucho menos probar la manipulación en un tribunal de justicia.

Esta define la manipulación como “cualquier operación, práctica o transacción planeada que cause o mantenga un precio artificial”, o un precio que no refleje el suministro y la demanda.

En el mercado de petróleo físico, la Opep, el cartel petrolero, es indiscutiblemente el agente más poderoso en fijar precios, ya que este bombea un 40% del crudo del mundo. Ningún otro productor de crudo ha opacado al Opep. Sin embargo, hasta su poder es limitado, ya que los miembros vieron el crudo desplomarse hasta US$32 el barril a finales del 2008. Y está fuera de la jurisdicción de Estados Unidos.

En los mercados de combustibles, la mayoría de refinadores de E.U. está a merced de los mercados globales. En Nueva Jersey cobran demasiado por la gasolina, y los comerciantes reservarán un buque cisterna con combustible más barato proveniente de Rotterdam.

Los futuros del petróleo son las materias primas más comercializadas en el mundo, con abierto interés en que el crudo llegue a nuevos récords este mes. Paliar un mercado de este tamaño sería una hazaña. “Es difícil imaginar que se pueda sostener un precio artificial en el mercado de petróleo por cualquier periodo de tiempo significativo”, dice Daniel Waldman, un socio en Arnold & Porter y ex secretario general de la CFTC. “No es sorprendente que no se esté encontrando cierta conspiración masiva en la manipulación del precio”.

La CFTC reconoció estas limitaciones incluso cuando anunció su “Investigación sobre petróleo crudo a nivel nacional”, en mayo de 2008. Walter Lukken, el actual presidente, dijo que la mayoría de manipulaciones tuvieron lugar por pequeños y discretos periodos de tiempo”. El crudo de Estados Unidos el pasado jueves bajó más de US$6 para llegar a US$103 el barril.

El primero y único caso explícitamente vinculado a la investigación fue presentado en julio de 2008 contra Optiver, una empresa de comercio independiente radicada en los Países Bajos. El grupo fue acusado de tratar de manipular los precios del  petróleo para calefacción y de los futuros de la gasolina 19 veces en 11 días, en marzo de 2007, cuando el petróleo estuvo en US$60. “En tres de esas instancias, los acusados forzaron los precios de los futuros a bajar, y en dos instancias los acusados forzaron los futuros a subir”, dijo la CFTC. El caso está todavía en los tribunales.

Los otros casos petroleros que han sido presentados no alegaban manipulación, aunque el pasado agosto la CFTC obtuvo una penalidad de US$12 millones de un grupo cuyo comerciante, que se autodescribe como “demente”, determinado a convertirse en el primero en tener el crudo en US$100, compró futuros a ese nivel cuando el resto del mercado estaba sólo en US$99.60 el barril.

El reporte de rendimientos del 2009 de la CFTC dice que la investigación sobre el petróleo continúa y ha sido extremadamente intensiva en recursos”. El reporte del 2010 no lo mencionó. La Comisión ha propuesto una nueva regla que fortalecería su habilidad en perseguir los casos de manipulación.

La CFTC no es la única agencia apoderada para vigilar los mercados petroleros. Desde noviembre de 2009, la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos ha tenido autoridades con medidas estrictas sobre fraude y manipulación en la industria mayorista de petróleo. Esta no ha presentado casos.

El equipo de trabajo de Holder incluirá a la CFTC, la FTC y otros reguladores federales y fiscales estatales. Más allá de las actividades de las compañías petroleras, el grupo también examinará las “prácticas de inversión, los factores de suministro y demanda y el rol de los especuladores, así como los comerciantes de índices en mercados de futuros de petróleo”, dice el Departamento de Justicia.

Para algunos, las investigaciones son a lo mejor un medidor de la presión política, no de las dinámicas energéticas. Bruce McDonald, ex asistente del ministro de Justicia de Estados Unidos para antimonopolio y socio de Jones Day, dice: “De la misma forma en que los precios petroleros suben y bajan con el suministro y la demanda, también la actividad de ejecución del Gobierno sube y baja con los precios”. 

Las claves

1.  Manipulación petróleo

La Comisión de Comercio de Futuros de Materia Prima (CFTC) ha presentado un total de un caso respecto la  manipulación del petróleo.

 2.  Otros seis casos

En seis otros casos sobre petróleo, los más severos casos alegaron que la distorsión de precios fue hasta de 40 centavos por barril.

3. La OPEP

Hasta el poder de la OPEP es limitado, ya que los miembros vieron el crudo desplomarse hasta US$32 el barril a finales del 2008.

La reforma de los derivados en Estados Unidos

Antes de la crisis financiera, el mercado de derivados creció en una jungla impenetrable de contratos que se entrecruzaban. Esto permitió que algunas compañías, tales como AIG, usaran los derivados para ayudar a las contrapartes a eludir los requerimientos de capital. Los productos indicados para limitar el riesgo en vez de transformarlo en contraparte o riesgo sistémico.

Un objetivo primordial de la reforma financiera es reducir nuevamente esta jungla global para proteger a los contribuyentes de la creación sin límites de los derivados. La compensación de la contraparte central debe ser requerida por los derivados estandarizados. Esto podría reducir el riesgo de contraparte por los contratos de compensación. La mayor revelación podría facilitar aún más el monitorizar los niveles de riesgo.

Eso es cierto. El nuevo régimen no es tan simple como debiera ser. E.U. y Europa han creado problemas al eximir ciertos contratos de normativas más estrictas, más allá de aquellos sin estándares, tales como los de divisas y los de entidades financieras.

Esto ha puesto más peso sobre las regulaciones que especifican los requerimientos de capital y de margen para las operaciones comerciales no compensadas. Idealmente, estas serían más arduas para que los comercios compensados reduzcan el incentivo para reajustar contratos simples así como los muy elaborados, o los no financieros.

Los bancos de E.U. han aprovechado este punto para ejercer presión sobre la injusticia de las normativas propuestas en E.U. que fijan el capital y el margen que se requiere para los derivados no compensados. 

Esto se aplicaría para los bancos de E.U. que operan internacionalmente (mientras no afecten las instituciones extranjeras en esas localidades) y podría, por tanto, ser una desventaja a manos de los rivales locales.  Esto es incontestable. La pregunta es el porqué deberían preocuparse del Gobierno de E.U. La tarea de Washington no es asegurar que los bancos de E.U. dominen el peligroso negocio de los derivados, sino la de proteger a los contribuyentes estadounidenses de la caída que le sigue a las apuestas de los bancos que estas fallan.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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