FINANCIAL TIMES

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El dólar ha bajado, sobre bases nominales sopesadas  hasta su nivel más bajo desde los  ‘90

 Alan Beattie

Washington

Dónde se han ido todas las balas? Cuando las guerras de divisas irrumpieron antes de la reunión del G20 en Seúl el año pasado, ellas arrastraron a la mitad del mundo a un conflicto.

China se defendió de la crítica de E.U. de estar manipulando el renminbi, argumentando que la súper floja política monetaria de la Reserva Federal estaba empujando al dólar en descenso y creando desestabilizadores flujos de capital. Los oficiales de otros mercados emergentes y Europa dijeron que Beijing y Washington compartían la culpa.

La lucha parecía posible que continuara en el 2011, con Brasil alertando que las tensiones respecto la tasa de cambio podrían dirigir a una guerra comercial. El dólar ha bajado, sobre bases nominales sopesadas internacionalmente, hasta su nivel más bajo desde mediados de los años 90, proveyendo más argumentos para las críticas de la Fed. Sin embargo, las armas se han apagado. China y otras economías emergentes han reducido la retórica pública contra E.U., y viceversa.

En una reunión entre China y Washington celebrada en Washington la semana pasada, E.U. estaba dispuesto a enfocarse menos en las divisas y más en la agenda política en que la Casa Blanca y las multinacionales americanas habían estado presionando sobre las tribulaciones de las compañías de E.U. que tratan de invertir, proteger su propiedad intelectual y proponer acuerdos gubernamentales en China. El clamor en el Capitolio para que la legislación castigue a China por manipulación de divisas se ha debilitado. Dave Camp y Kevin Brady, los republicanos en asuntos comerciales en la Cámara de Representantes, se refirieron al problema de las divisas la semana pasada como “sólo uno de los muchos problemas que China debe hacer frente”.

¿Por qué la calma? Varios factores se han combinado. Primero, E.U. tiene menos subvaluación de qué quejarse. El aumento del renminbi contra el dólar, aunque sólo alrededor de un 5% desde junio, parece haberse acelerado. Fred Bergsten del Instituto Peterson, un grupo de especialistas, uno de los más fieros halcones estadounidenses en las guerras de divisas, dice que dado que la inflación china es más alta, la tasa de apreciación real está cerca de un 14% anual. A esta tasa, él dice, la subvaluación del renminbi podría ser corregida en un par de años, y él aconseja que el Congreso de E.U. mantenga en reserva la opción legislativa por el momento. Sin embargo, desde el punto de vista de los chinos, el renminbi también ha bajado sobre bases del comercio internacional, su aumento contra el dólar sopesado por su movimiento contra otras divisas. Pocos de los que soportan los embates del ajuste son Japón, la eurozona y las economías emergentes, como Brasil y La India, parecen querer quejarse en voz muy alta. Las autoridades de la eurozona tienen otras cosas en sus mentes, como es el caso de Grecia. Japón ha sido ayudado por una intervención del G7 para contener el yen y aunque otros países de ingresos medios pueden quejarse amargamente en privado de que ellos no parecen dispuestos a asumir públicamente a Beijing o Washington sin su propio apoyo.

En cualquier caso, esas economías emergentes tienen un poco más de espacio político para aislarse de los flujos del dinero especulativo. La creciente respetabilidad de los controles de capital ha incluido un cauteloso visto bueno por parte del Fondo Monetario Internacional. Además, E.U. se ha hecho un objetivo más difícil. La lentitud del año pasado para reaccionar a la crítica de su política excesivamente débil, el gobierno y la Fed tienen su influencia acerca de no debilitar intencionalmente el dólar. Y con la Fed saliendo del QE2, su segunda ronda de alivio monetario cuantitativo, el argumento de que está irresponsablemente lanzando dólares baratos en los mercados financieros globales parece cada vez menos convincente.

Finalmente, por toda la conversación de un problema estructural en el sistema monetario internacional, la guía para una reforma fundamental bajo la presidencia de Francia del G20 se ha desvanecido. Desde la Batalla de Sedan en la guerra Franco-prusiana en 1870 una caballería francesa no puede haber fracasado tan magníficamente como la guía de Nicolás Sarkozy para desafiar el dominio del dólar. Un seminario sobre el asunto en Nanjing produjo sólo vagas señales respecto la adición del renminbi al conjunto de divisas que conforman el derecho especial de giro, un activo de reserva artificial poco usado.

Muchas de las tensiones subyacentes que comenzaron las guerras de divisas, como son los desequilibrios de cuenta corriente global, las desalineadas tasas de cambio y los rápidos flujos de capital, permanecen en el tapete. La guerra no ha llegado a una tregua y mucho menos a un tratado de paz. Pero el intercambio de municiones ha disminuido.

La cifra 5 por ciento.  fue el  aumento del renminbi contra el dólar, aunque sólo alrededor  desde junio, parece haberse acelerado. El dólar ha bajado, sobre bases nominales sopesadas internacionalmente, hasta su nivel más bajo desde mediados de los años 90.

Continúan altos precios  petróleo a pesar de débil demanda

 David Blair y   James Politi

Londres y  Washington

La economía mundial probablemente no tenga respiro de los altos precios del petróleo a pesar de la débil demanda que está teniendo lugar por primera vez desde el 2009, de acuerdo a la Agencia Internacional de Energía (AIE).

El reporte mensual del mercado petrolero que fue emitido el pasado jueves, contiene la primera evidencia sólida de que los precios han comenzado a restringir la demanda, particularmente en Norteamérica.

El consumo mundial de petróleo fue casi flojo en marzo, aumentando un 0.4% en comparación con un año antes, representando el menor incremento que se haya observado desde mediados del 2009. En los países desarrollados la demanda total bajó un 2.8%.

La AIE advirtió que ésta fue afectada por los días festivos de pascua y los eventos excepcionales, como por ejemplo el notable terremoto que afectó Japón. No obstante, el reporte denota más débiles perspectivas para Norteamérica, donde los altos precios petroleros pueden haber finalmente comenzado a minar la demanda del metal. La AIE pronostica que el consumo petrolero total en Norteamérica caerá por 194,000 barriles por día en el 2011, una revisión en descenso de 220,000 b/d. El año pasado, por contraste, la demanda de producción del petróleo en Norteamérica subió por 609,000 b/d.

Los senadores demócratas cuestionaron a los cinco ejecutivos más importantes de E.U. en una audiencia congresional, denunciando su defensa de las exenciones fiscales anuales valoradas en $2 millardos. Certificando ante el comité financiero, los jefes de energía dijeron, que cualquier incremento fiscal obstaculizaría la producción futura.

John Watson, jefe ejecutivo de Chevron, dijo que esto significaría menos dólares para el estado y la Tesorerías federales, así como menos empleos, todo mientras nuestra recuperación económica permanece frágil, y América necesita estos tres elementos”.

La AIE pronostica que el total de la demanda de producción de petróleo en los países industrializados disminuirá este año por 230,000 b/d, un declive de un 0.5%, mientras el crecimiento en el mundo desarrollado será de 1.5 millones de b/d, un aumento de 3.6%. Esto se traduciría en un crecimiento de la demanda global de un 1.5% este año, menos de la mitad de un 3.3% en el 2010. La AIE cree que los precios probablemente se queden altos, en alrededor de $110 este año, comparado con $80 en el 2010.

La producción total del Opec ha bajado por 1.3 millones de b/d desde el inicio de la crisis de Libia en febrero. Se piensa que es improbable que el Opec acuerde un incremento en la producción cuando éste se reúna el próximo 8 de junio en Viena.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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