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POR ADAM THOMSON
BUENOS AIRES.- Argentina se dispone a presentar su oferta de reestructuración de más de US$100 millardos de deuda soberana incumplida este viernes, según anunció el gobierno. Con el título «Convierta sus bonos en realidades», los anuncios a toda página en los periódicos del fin de semana confirmaron los planes de proclamar la fecha de lanzamiento para el mayor y más complicado trueque de deuda de la historia.
Las fuentes del Ministerio de Economía del país dijeron que el plan original de presentar la muy esperada oferta global el 17 de enero se cambió, porque coincidía con una festividad pública en Estados Unidos.
Argentina ha estado en cesación de pago con sus acreedores privados desde que suspendió los pagos de los intereses de su deuda soberana, cuando cayó en el caos financiero en diciembre de 2001. El mayor incumplimiento con el pago de una deuda en la historia incluyó 152 tipos de bonos esparcidos entre más de 500,000 inversionistas en todo el mundo.
Los anuncios le dicen a los tenedores de deuda: «Usted tiene la oportunidad única de aceptar un bono con excelentes perspectivas de mercado sabiendo que, una vez que acepte, nadie podrá obtener menores términos de pago».
El tono repite los dos mensajes centrales que la administración del presidente Néstor Kirchner ha querido hacer llegar: los tenedores de bonos que no participen en el cambio serán excluídos permanentemente, y los inversionistas deben descartar toda posibilidad de oferta mejorada.
La mayor parte de los tenedores de bonos se sienten irritados. El Comité Global de Tenedores de Bonos Argentinos (GCAB), que dice representar a inversionistas con cerca de US$40 millardos en títulos no pagados, dice que la oferta es por valor de unos miserables treinta y tantos centavos de dólar, muy por debajo de la capacidad de pago real del país.
Se ha quejado del enfoque agresivo de Argentina a la reestructuración y su rechazo a negociar con los grupos mayores de tenedores de bonos. Sin embargo, el domingo, Roberto Lavagna, el ministro de Economía, insistió que la propuesta es «el máximo que Argentina puede hacer sin poner en peligro el crecimiento y el mejoramiento de las normas sociales». Admitió que un trueque de la deuda exitoso «será un alivio, pero que eso no significa que el tema de la deuda desaparezca». El gobierno destaca, por ejemplo, que aún un cambio exitoso dejaría a Argentina con una deuda equivalente al 80% del producto interno bruto.
Sin embargo, el señor Lavagna se negó a decir qué nivel de aceptación de los tenedores de bonos el gobierno cree que constituiría un trueque exitoso.
La opinión está dividida en cuanto a cómo los inversionistas van a responder. No parece probable que se vislumbren pistas hasta el final del periodo de suscripción, el 25 de febrero.
TRADUCCION: IVAN PEREZ CARRION
