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Casa Blanca teme caída suministros gasolina

FINANCIAL TIMES <BR>Casa Blanca teme caída suministros gasolina

POR SHEILA MCNULTY
TUCSON.-
El llamado del presidente George W. Bush para que la población de Estados Unidos ahorre energía está orientado a evitar escasez de gasolina en momentos en que EEUU cuenta con niveles muy bajos del combustible.

Las compañías de energía han estado cargando combustibles en varias partes del país para reabastecer las bombas que se secaron en Texas, después de los dos huracanes que azotaron el centro de la infraestructura energética de EEUU y de una evacuación masiva que cortó los muy necesitados suministros. Esto ha puesto una presión mayor en los ya tensos suministros de gasolina.

“La mejor opción para el presidente en las dos semanas próximas es tratar de ver si puede lograr que los estadounidenses dejen de realizar viajes no esenciales sin que se genere el  pánico”, dijo Amy Myers Jaffe, investigadora del Instituto James Baker III de Política Pública. “Está en una situación de muchos desafíos”, comentó.

El mercado de gasolina de EEUU perdió cerca de 80 millones de galones del combustible en la evacuación de cerca de 3 millones de personas de Houston, previendo la llegada del huracán “Rita”. Aunque Houston no resultó golpeado directamente, los meteorólogos habían estimado que la cuarta ciudad de EEUU estaría en el ojo de lo que era entonces un huracán de categoría 5. Eso disparó la demanda regional entre 4 y 5 veces por encima de lo normal, mientras los residentes se retiraban, muestran investigaciones del Instituto Baker.

Al final, el huracán “Rita” descargó su furia en el área de perforación del Golfo de México, dañando más plataformas en el mar que cualquier tormenta de la historia, antes de golpear a cuatro refinerías en la frontera entre los estados de Texas y Luisiana.

Mientras el daño a las plataformas que perforan en busca de petróleo hará subir los precios de los combustibles, la afectación a las refinerías -además del gasto de gasolina por la evacuación- es probable que tenga un impacto inmediato en momentos en que los norteamericanos ya están pagando a US$3 el galón en las bombas. 

 “Las tormentas y las alzas resultantes en los precios han creado una sensación de irritación entre los consumidores y de urgencia entre los políticos”, dijo Robin West, presidente de la consultoría PFC Energy. Congresistas dicen que los que los electores están más preocupados por el aumento en los precios de la gasolina que por la guerra en Irak, o por el manejo del huracán `Katrina´ por el presidente. Y los analistas temen que los precios de muchos combustibles vayan a subir más.

La tormenta le costó a EEUU cerca de 5% de la capacidad de refinación, aún cuando otro 5% ya estaba fuera de producción después del huracán “Katrina”. Sin embargo, quizás más importante en el corto plazo sea el peso inmediato que le recargó al sistema la evacuación masiva de Texas y Luisiana de la semana pasada.

Con el éxodo, el consumo nacional de gasolina subió cerca de 6% más que la semana del “Día del Trabajador”, fecha que se considera el pico máximo de la temporada de viajes en EEUU, de acuerdo con el Instituto Baker. La cifra está cerca de 20% más alto de lo normal para esta temporada del año.

Los investigadores dicen que el incremento continuo de la demanda añadirá nuevas tensiones al sistema de distribución de gasolina de EEUU, que ya estaba muy ajustado aún antes de que empezara la temporada de huracanes, cuando las refinerías operaban lo más cerca posible de su capacidad de producción. El país no tiene reservas de productos refinados, por lo cual la pérdida de gasolina, solo con la evacuación, pudiera determinar precios minoristas más elevados.

Kenneth B. Medlock III, un especialista en temas económicos de Rice University, dijo que la tendencia de los consumidores a mantener sus tanques llenos puede agravar la situación. Observa ni siquiera los controles a los precios de los años setenta lograron que los consumidores dejaran de llenar los tanques y que quedaran otros muchos sin el combustible necesario.

El compromiso público de hacer ajustes voluntarios a los hábitos y prácticas es la mejor solución a corto plazo, dijo la señorita Jaffe. No solo eso evitaría otra caída de las reservas de gasolina, sino que también el país ganaría credibilidad con Europa, cuando EEUU está pidiendo una ayuda de emergencia con los productos refinados.

 “No podemos sencillamente pedir más gasolina y dejar que otros países carguen con el peso del cambio de las normas”, dijo la señorita Jaffe.

Sin embargo, los refinadores se han resistido durante años a asumir el gasto de mantener reservas, y el ahorro es un tema políticamente delicado.

 “Decirle a los norteamericanos que no se suban en sus vehículos es como decirles que no coman pastel de manzana”, comenta.

Esta es la razón por la cual la señorita Jaffe y otros dicen que el presidente Bush -y las grandes compañías de petróleo y gasolina en sus anuncios recientes- que el presidente Bush está “pedaleando suave” con su llamado a limitar los viajes. El señor Bush, simplemente, está estimulando a compartir los vehículos y a reducir los viajes innecesarios. 

La necesidad de que la población ahorre combustible no puede presentarse en un momento más delicado.

Bob Linden, de PA Consulting observó que el combustible para calefacción va a pasar al primer plano en los próximos días, cuando la población comience a hacer sus pedidos para el invierno. Las refinerías, que en tiempos normales estarían incrementando sus inventarios de “fuel oil” han estado, por el contrario, reponiendo los suministros de gasolina que se perdieron durante el huracán y la evacuación. Esto ha preparado el escenario para que suministros reducidos de combustible para calefacción hagan subir los precios, en la medida que se acerque el invierno. 

 “Estamos en tiempo de pico de llenado”, dijo el señor Linden. “Se podrá ver que la tendencia es que los inventarios de fuel oil están bajando”.

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION

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