Hoy 
POR RICHARD MCGREGOR Y CHRISTOPHER SWANN
China respondió con irritación durante el pasado fin de semana a la reimposición de cuotas a importaciones por parte de EEUU a algunos artículos textiles, en una escalada de su disputa comercial.
Pekín acusó a Washington de establecer un precedente que pondría seriamente en peligro el sistema de comercio multilateral y lanzó una velada amenaza de tomar acciones de represalia.
El anuncio de Washington, de nuevas cuotas a las exportaciones chinas a EEUU de pantalones de algodón, camisas y ropa interior de algodón tejidas, incrementará la presión sobre Europa para que adopte medidas similares.
Los funcionarios de Bruselas han advertido reiteradamente sobre el efecto dominó de estos controles por parte de EEUU, que probablemente desviarían mayores exportaciones chinas hacia Europa.
Las medidas anunciadas en Washington, el viernes, siguen a las investigaciones iniciadas por EEUU el mes pasado bajo los artículos que permiten nuevas cuotas de salvaguarda a ser impuestas cuando se produzca un alza en las importaciones.
Chong Quan, del ministerio de Comercio de China, dijo que la decisión violó el acuerdo de la OMC sobre textiles y ropa, y el espíritu básico del libre comercio defendido por la OMC.
Dijo: Se han dañado los intereses de las empresas chinas y también la confianza de las compañías y el pueblo chino en el contexto del comercio internacional después de la entrada de China en la OMC. China se reserva la opción de tomar medidas como respuesta.
Carlos Gutiérrez, secretario de Comercio de EEUU, defendió la decisión a finales de la semana pasada, al decir que la medida demuestra el compromiso de la administración de nivelar el terreno de juego para la industria de EEUU con la puesta en vigor de nuestro acuerdo de comercio.
Cifras preliminares de EEUU revelaron un 1,505% de incremento en las importaciones de pantalones de algodón de China en los primeros cuatro meses de 2005 y un aumento de 1,346% en las importaciones de camisas de algodón.
Los fabricantes de textiles culpan, en primer lugar, al influjo de productos chinos por la pérdida de 16,000 puestos de trabajo en la industria en EEUU este año.
Las importaciones de textiles chinos hacia EEUU y Europa han subido sensacionalmente en algunas líneas de vestuario, desde la abolición el año pasado de un sistema de cuotas restrictivas con varias décadas de vigencia.
Las cuotas de EEUU tendrán efecto cuando Washington pida conversaciones formales con China sobre el tema, que pudieran tener lugar a finales de este mismo mes.
En conversaciones con los comisarios de la UE en Pekín la semana pasada, Wen Jiabao, el primer ministro de China, dijo que su gobierno estaba considerando introducir medidas para limitar las exportaciones de textiles en respuesta a las quejas de la UE.
La Comisión Europea no quiso hacer comentarios el domingo. Pero se espera que decida en breve si respaldará un pedido de un grupo de países encabezados por Francia e Italia, para imponer medidas de emergencia, en lugar de continuar sus investigaciones sobre las importaciones de China. Probablemente esto demore cualquier sanción hasta septiembre.
Estos países europeos alegan que el impulso de las importaciones chinas ha causado daños irreparables a su frágil sector textil.
VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION
