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Combustibles “sucios” contra “limpios”: el carbón mineral en la generación de electricidad

FINANCIAL TIMES <BR>Combustibles “sucios” contra “limpios”: el carbón mineral en la generación de electricidad

La captura del dióxido de carbono (CO2) es más fácil donde el gas se emite en grandes cantidades. Cuando los combustibles fósiles se extraen, el dióxido de carbono suele presentarse en volúmenes sustanciales y normalmente se ventilaría a la atmósfera.

En las plantas de generación de energía el{ectrica, donde los combustibles fósiles se queman para producir electricidad, el dióxido de carbono resultante suele liberarse a la atmósfera.

El combustible fósil que libera más CO2 es el carbón mineral, un combustible mucho más “sucio» que el petróleo, o el gas natural. Las plantas que se mueven con carbón mineral trabajan solo en cerca de un tercio de la eficiencia en la actualidad, y los científicos están tratando de desarrollar formas de carbón mineral que arda de manera más eficaz y que haga más fácil la captura del dióxido de carbono.

Mientras algunos grupos defensores del medio ambiente dicen que se debe abandonar el carbón mineral, en favor de formas más limpias de energía, otros alegan que mientras países como China y Estados Unidos sean ricos en carbón mineral, este combustible seguirá siendo una fuente de energía clave durante décadas, y que el pragmatismo dicta que debemos trabajar para mitigar el efecto ambiental del dióxido de carbono.

China está a punto de construir docenas de nuevas plantas de energía: si estas se conciben para utilizar tecnología de “carbón limpio”, el efecto en el clima va a disminuir.

El carbón limpio requiere que este mineral se convierta en gas, lo cual permite que se queme en turbinas similares a las que se emplean en las plantas que funcionan con gas natural, y que son mucho más eficientes que las viejas turbinas de vapor que queman carbón. Además, los gases resultantes de la combustión pueden ser tratados y se puede recuperar el CO2 de forma tal que facilite almacenarlo a largo plazo.

Mitsui Bacock, una compañía de ingeniería, dice que ajustar una planta de electricidad por carbón de 600MW con tecnología de carbón limpio ahorraría 470,000 toneladas de dióxido de carbón al año, a un costo de £116 millones (US$209 millones). Equipar una nueva planta generadora con esa tecnología sería mucho más barato.

Otra posibilidad es el desarrollo de carbón ultra-limpio, que reduciría el CO2 de las plantas generadoras en un tercio. Los investigadores en Australia y el Reino Unido están trabajando en esta tecnología.

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION

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