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Déficit EEUU amenaza con dolorosos ajustes

FINANCIAL TIMES <BR>Déficit EEUU amenaza con dolorosos ajustes

Estados Unidos continúa siendo la economía de más rápido crecimiento entre las más ricas del mundo, y su actual déficit de cuenta corriente continúa expandiéndose. En su Panorama Económico Mundial publicado el mes pasado, el Fondo Monetario Internacional pronostica un crecimiento de 3.5% en EEUU este año y 3.3% el próximo, y un déficit de cuenta corriente de más de 6% del producto interno bruto en ambos períodos.

La administración del presidente George W. Bush se ha comprometido a reducir a la mitad el déficit fiscal en el segundo semestre, aunque los economistas y los expertos en el presupuesto señalan una serie de agujeros en el plan.

Pero con inversionistas dispuestos a continuar financiando el déficit de la cuenta corriente de EEUU con términos suaves, a pesar de las pérdidas que sufrieron en el cambio durante la caída del dólar entre 2002 y 2004, ha habido poca presión del mercado hasta la fecha.

Más bien, las tasas de interés a largo plazo en un nivel históricamente bajo ha contribuído al auge en el mercado de la vivienda y a bajos ahorros familiares, exacerbando los desbalances globales, en lugar de promover una corrección.

El Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda, también han incurrido en déficit de cuenta corriente, aunque son menores en el RU y Australia como porcentaje del PIB, y en los tres casos son mucho menores medidos en dólares. Entre los países de habla inglesa, solo Canadá, un exportador de productos básicos, tiene actualmente un excedente en su cuenta corriente.

En la mayoría de los países, los inversionistas extranjeros dejarían de financiar un déficit de cuenta corriente de cerca de 6% del PIB, que sigue subiendo. Una moneda que resbala y tasas de interés en aumento provocarían un ajuste en la economía, apartándose del crecimiento movido internamente hacia el sector de exportaciones, en lo que podría resultar un proceso doloroso.

El financiamiento suave del déficit de la cuenta corriente de EEUU refleja en parte las acciones de los bancos centrales de Asia, que compran activos de EEUU para evitar que sus monedas suban frente al dólar. No obstante, los flujos de inversión privada hacia EEUU también han sido fuertes.

Ben Bernanke, presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, dio una explicación para el patrón de los desbalances comerciales y las bajas tasas de interés globales cuando habló de un “exceso de ahorro global”.

El FMI sostiene que una formulación mejor es que mientras los ahorros no son particularmente bajos fuera de EEUU, la inversión es insólitamente baja, lo que refleja una serie de factores estructurales y demográficos.

Existe un debate entre los economistas sobre durante por cuánto tiempo EEUU continuará cargando con un déficit de cuenta corriente tan enorme. Sin embargo, mientras mayor se vuelva el desbalance global, más doloroso sería el ajuste eventual, incluyendo el necesario descenso en el dólar de EEUU para desplazar el crecimiento de la demanda al sector exportador de EEUU, y apartarse del consumo interno.

Los inversionistas extranjeros no financiarán el déficit de la cuenta corriente de EEUU en esos términos tan favorables, indefinidamente.

Pero pudiera ocurrir que los que hacen las leyes perdieran la paciencia con el patrón de desequilibrio del crecimiento global, antes que los inversionistas.

Es probable que las tensiones comerciales sobre el déficit en el comercio bilateral con China hayan cedido solo temporalmente, después del anuncio de China en agosto de un nuevo régimen monetario -con pocas acciones posteriores para permitir que el renminbi se apreciara frente al dólar.

Las acciones políticas necesarias se han discutido reiteradamente en el Grupo de los Siete principales países industrializados, y el debate continuará en la reunión del G20 en China, este mismo año.

El plan general se reduce a la necesidad de promover un crecimiento interno más fuerte fuera de EEUU -incluyendo que los gobiernos emergentes de Asia permitan que sus monedas suban frente al dólar-, y una desaceleración de la demanda interna en EEUU, consolidación fiscal y un aumento en los ahorros familiares.

Sin embargo, el avance ha sido lento, lo cual refleja en parte obstáculos políticos para aprobar las difíciles acciones necesarias en países claves.

En EEUU, el adelanto que ha habido con la reducción del déficit fiscal se parece más a un movimiento único en la recaudación de impuestos, que a cualquier mejoría en el déficit estructural subyacente.

El prometido gasto del gobierno después del huracán “Katrina” significa que la política fiscal se volverá inflacionaria de nuevo.

 “En este momento, después del huracán, tenemos que considerar que la política fiscal se ha vuelto aún más proactiva que antes”, dijo Kathleen Stephansen, jefa de Economía Global, en CSFB, en Nueva York.

“Si el huracán no saca de su curso la expansión, entonces, frente a un trasfondo de un crecimiento continuo de la demanda interna y la política fiscal haciéndose más expansiva, la política monetaria tendrá que hacerse mucho menos acomodaticia”.

Y mientras la Reserva Federal ha subido las tasas de interés en 11 movimientos de un cuarto de punto, el impacto ha estado compensado parcialmente por el declive en las tasas a largo plazo en el mismo periodo. Los políticos de la FED han insinuado su firme decisión de mantener la subida de las tasas de interés, motivada por preocupaciones con el aumento de las presiones inflacionarias.

Se considera que la alteración provocada por el huracán “Katrina” solo tenga un impacto temporal en la economía, con un impulso al crecimiento, incluyendo el gasto del gobierno, el próximo año.

“La Reserva Federal parece estar tratando de ponerse a tono”, dice Ted Truman, del Instituto de Economía Internacional y un ex alto funcionario de la Reserva Federal y del Tesoro.

“El problema es que si el mercado inmobiliario no se enfría, y si ellos pueden mantenerse subiendo las tasas, podrían contraer otras áreas de la economía. Con menos distensión en el mercado laboral, están más preocupados porque tengan que contraer la economía ahora que  un año atrás.”

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION

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