FINANCIAL TIMES
EEUU empieza a ajustarse a la nueva influencia de china

FINANCIAL TIMES <BR>EEUU empieza a ajustarse a la nueva influencia de china

POR GUY DINMORE
«Tiempos poco firmes», es como un alto funcionario de Estados Unidos describe el estado del juego con China, sobre el incómodo tema de Taiwán. Mientras tanto, las noticias sobre el frente de los derechos humanos son mayormente negativas, y el sensible déficit comercial de EEUU con China se hace cada vez más grande.

En cuanto a otros asuntos, China se percibe por los críticos en EEUU como un rival creciente para los recursos energéticos, que está extendiendo su presencia en el Oriente Medio y más recientemente, en América Latina.

Visto como un útil, pero más bien pasivo mediador sobre el programa de armamento nuclear de Corea del Norte, China por sí misma se mantiene como un elemento de preocupación en cuanto a la proliferación de armas, en particular en Irán, donde EEUU ha repartido sanciones a numerosas entidades chinas sospechosas de ayudar al desarrollo de sistemas de misiles del régimen islámico.

Todo eso junto, los influyentes neo-conservadores de Washington ven estas tendencias como un peso a su viejo argumento de que China representará la mayor amenaza estratégica al dominio de EEUU de un mundo «unipolar». Esas voces fueron silenciadas por el impacto de los ataques de al-Qaeda, el 11 de septiembre de 2001, cuando el foco del miedo se desplazó al mundo islámico y las alianzas de conveniencia se convirtieron en la orden del día.

La administración Bush se ve ahora teniendo que defender su relación con China, no obstante, ante un Congreso relativamente agresivo y el grupo de cabildeo pro-Taiwán de los neo-conservadores.

En general, el alto funcionario del Departamento de Estado insiste en que ha habido avances en la relación, respaldando la afirmación repetida con frecuencia de Colin Powell, el secretario de Estado, de que las relaciones chino-norteamericanas han sido muy buenas.

«Se dan tres pasos adelante, y dos hacia atrás», dijo el funcionario, arguyendo que China se está comportando mejor sobre el tema de la proliferación y ha ido lejos en su decisión de asumir un papel significativo en la mediación con Corea del Norte.

No estaría acorde con los intereses de EEUU impedir el avance de China en convertirse en un participante importante político y económico en el mundo, dijo el funcionario al Financial Times. Además, las mejores perspectivas para los derechos humanos en China también habrían de encontrarse en el continuo desarrollo económico.

Sus observaciones reflejan los puntos de vista de los teóricos de la «cadena de suministro» que la creciente interdependencia económica entre EUU y China derrotaría cualquier movimiento hacia un conflicto. El déficit comercial de EEUU con China excedió US$130 millardos en los primeros 10 meses de 2004, mientras que China se convirtió en el segundo mejor comprador de deuda norteamericana, después de Japón.

El alto funcionario dice que duda que haya una revisión total de la política hacia China, bajo Condoleeza Rice, la asesora de Seguridad nacional, que se dispone a relevar al señor Powell en la segunda administración Bush.

Pero él admite que EEUU no se siente feliz con que China haya decidido seguir adelante con su ley «anti-secesión», encaminada a frustrar las aspiraciones taiwanesas de independencia, a pesar de la victoria parlamentaria del 11 de diciembre de la oposición relativamente pro-China de Taiwán.

«Eso va a viciar los efectos positivos, si hay alguno, de las elecciones de Taiwán», dijo, indicando que la administración Bush no estaba molesta con que el partido del presidente Chen Shubian sufriera un revés.

Quizás preocupe más a EEUU que el presidente George W. Bush, quien valora la relación que ha desarrollado con el liderazgo chino, no haya sido informado sobre la ley propuesta cuando se reunió con el presidente Hu Jintao en Chile, el mes pasado.

Harvey Feldman, un analista de Heritage Foundation, que pasó 18 años como diplomático en Asia, dice que EEUU está pagando el precio de una actitud demasiado conciliadora hacia China, y recibiendo muy poco a cambio por «frenar» a Taiwán.

«China se está saliendo del camino para meter el dedo en el ojo de EEUU», dijo, refiriéndose a las situaciones con Irán, como ejemplo.

El funcionario norteamericano admite que China haya desempeñado un papel en bloquear los intentos de llevar a Irán al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por sanciones, por no cumplir con sus compromisos sobre el tema nuclear.

«La acción estratégica básica de China es limitar la influencia de Estados Unidos», dice el señor Feldman. «Irán es una caja de arena apropiada para ellos desarrollar su juego».

Elizabeth Economy, del independiente Consejo para Relaciones Extranjeras, dice que el señor Bush tiene que rechazar a sus críticos de derecha y no cometer el error de regresar a [una política de] «castigar a China y a una estrategia de contención».

Sin embargo, agrega, mientras que los señores Bush y Hu han establecido un marco para las discusiones, la realidad es que EEUU tiene un impacto limitado en China. En su búsqueda de un incremento en su influencia global, China «ya no necesita que EEUU la respalde en sus relaciones con la comunidad internacional».

TRADUCCION: IVAN PEREZ CARRION

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