POR FIONA HARVEY
LONDRES.- Los efectos devastadores de los maremotos que afectaron las regiones costeras del Océano Índico se sentirán en la región mucho tiempo después que se haya despejado el daño inmediato.

Las tierras agrícolas pudieran necesitar años para recuperarse plenamente de la inundación, mientras que el ganado muerto tendrá que ser sustituido para permitirle a los granjeros restaurar sus medios de vida. En algunas regiones de Indonesia, se reporta que el agua llegó a siete u ocho millas dentro del territorio.

“La industria pesquera ha sido barrida en muchas áreas”, dijo MaLcolm Fleming, un experto en ayuda de la agencia Oxfam, en Sri Lanka.

 “Las tierras cultivables se inundaron. La producción de frutas se ha visto seriamente dañada. Las aldeas fueron devastadas y la industria turística va a sufrir. Es obvio que hay efectos a corto y largo plazo aquí. Tenemos que hacer planes a más largo plazo para a la recuperación de las personas”.

Las graves inundaciones puede que arrasen no solo con los cultivos que crecen en los campos, sino también con la capa vegetal rica en nutrientes, y parte del subsuelo. Puede destruir árboles, en particular, aquellos que bordean las costas, y que normalmente propician protección contra el viento a las cosechas, el ganando y los hogares. Los fuertes vientos que acompañan el desplazamiento del agua también tienen un efecto arrasador en tierra.

La vida silvestre local puede resultar duramente golpeada por las olas y los vientos fuertes. También es necesario reconstruir defensas contra las inundaciones.

Quizás lo más dañino sea la inundación masiva con agua de mar, que tiene el efecto de salinizar los pozos locales y las reservas de agua. Mientras que esto va a ir desapareciendo en la medida que se disuelva el agua salada, pudiera hacer no potable el agua durante los cías cruciales inmediatamente después del “tsunami”.

Las olas gigantes pueden deshacer las barreras de arena de los deltas de los ríos que hacen que el agua dulce se mantengan en estas corrientes por más tiempo. Cuando esto ocurre, los ríos vacían sus aguas en el mar mucho más rápidamente.

La carencia de agua limpia pudiera ayudar a propiciar las condiciones para que surjan y se expandan enfermedades como la hepatitis, la fiebre tifoidea y el cólera. Puesto que los sistemas de alcantarillado también se inundan con agua salada, el problema se complica., pues se pueden infestar las reservas de agua y ls área donde viven las personas.

Los sistemas de irrigación son igualmente vulnerables a los efectos destructivos de un maremoto. Estos pueden desaparecer o volverse inútiles. Las cantidades masivas de agua salada pueden contaminar más aún los suelos, haciéndolos inservibles para muchos cultivos.

Los elementos contaminantes pueden mezclarse con el agua y permear los suelos de las industrias y viviendas locales. Los tanques de combustible pueden romperse y verter sus contenidos en las áreas que los rodean.

Cuando las olas de un maremoto chocan con las playas arenosas, las pueden erosionar severamente, y alterar el perfil de las costas, quizás de manera permanente.

Los arrecifes de coral pueden sufrir graves daños cuando arremete contra ellos un “tsunami”. Pudieran resultar golpeados con tal fuerza por las poderosas olas que partes de ellos pueden romperse y ser llevadas por la misma ola, mientras la vida marina sostiene nel delicado ecosistema que rodea los arrecifes pudiera ser arrastrado hacia el océano, o morir, estrellado contra las rocas o el lecho marino. El agua turbia después del paso del maremoto puede evitar que la luz solar llegue a la vida coralina, que la necesita para crecer. Estos ecosistemas, edificados durante cientos de años, pudieran tomar muchos años para recuperarse.

Los maremotos del Océano Índico fueron resultado de un terremoto submarino, y no tuvieron anda que ver con el calentamiento global.

Sin embargo, pueden ofrecer un anticipo de algunos de los desastres que los expertos están pronosticando como resultado del cambio climático.

TRADUCCION: IVAN PEREZ CARRION