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El enigma del vínculo de EEUU con China

FINANCIAL TIMES <BR>El enigma del vínculo de EEUU con China

POR PHILIP COGGAN
Pocos matrimonios en la actualidad tienen lugar en el cielo. En la mayoría de las bodas hay alguien parado en el fondo que está pensando: “¿Qué rayos verá uno en el otro?” 

La prosperidad económica del mundo descansa en la unión improbable de Estados Unidos, la superpotencia militar y bastiò0n del libre mercado y China, todavía dirigida nominalmente por comunistas, pero que están tomando el capitalismo como algo muy natural.

El convenio marital parece simple. Stephen Roach, el economista de Morgan Stanely, lo describe como uno “en el que China produce, EEUU consume y el resto del mundo paga generosamente la cuenta y siguen paseando”.

Hasta ahora, el acuerdo ha funcionado muy bien. La economía de China ha estado progresando, con un crecimiento de 9.5% el año pasado. Su importancia creciente en la economía mundial ha sido una fuente importante de crecimiento global.

Al mismo tiempo, los bajos costos de China le han dado una gran ventaja competitiva en el sector de productos de manufactura. Esto ha mantenido con una tendencia a la baja a los precios de los productos. El resultado, al menos en el año 2004, fue una combinación de fuerte crecimiento mundial y baja inflación.

Al mismo tiempo, China se ha sentido feliz de reciclar sus siempre crecientes reservas de divisas en dólares norteamericanos con el fin de mantener fijado el renminbi al dólar. EEUU obtiene productos baratos en China y China consigue un mercado de exportación. Esto ha sido descrito como el mayor programa de financiamiento a un vendedor de la historia. Y al igual que ocurre en los matrimonios, sin embargo, hay riñas y potencial para recriminaciones futuras. Algunos políticos estadounidenses contemplan el excedente comercial de China y Cantan “foul”. Ellos creen que Pekín debería abandonar la fijación de su moneda al dólar, lo cual les está dando una ventaja desleal.

En las últimas semanas ha habido algunas especulaciones de que China podría ceder y permitir una devaluación moderada. Pero eso no parece probable en un corto plazo. Primero, las autoridades chinas no quieren que se les vea cediendo ante las presiones de EEUU. Segundo, una reevaluación (que ajuste la política monetaria) probablemente no sea necesaria para la economía china; la inflación bajó con fuerza durante los últimos meses. Tercero, una reevaluación modesta no haría gran cosa para mejorar el déficit de la cuenta corriente de EEUU. Y finalmente, un movimiento ligero simplemente estimularía especulaciones sobre nuevos cambios, lo que dejaría a China donde empezó.

A largo plazo, el predominio militar y político de EEUUpudiera enfrentar un desafío del poder de China. EEUU parece ser una garantía para Taiwan contra una invasión del continente. Las autoridades chinas se niegan a reconocer la independencia de Taiwan, pero parecen dispuestas a vivir con el status quo.

Sin embargo, si China se viera envuelta en un conflicto con Taiwan, ¿cómo entrarían a jugar los vínculos económicos y financieros? ¿Podría EEUU permitirse, realmente, entrar en acciones militares con uno de sus mayores acreedores? A mediados de siglo, no es imposible imaginarse a China adoptando una versión de la “doctrina Monroe”, según la cual se negaría a aceptar cualquier interferencia extraña en Asia.

En el corto plazo, los mercados están más preocupados con si el negocio “productos por bonos del Tesoro de EEUU” se rompe, o si el acuerdo pudiera dejar de tener implicaciones tan benignas para la economía y el sector corporativo.

Veamos el tema de la inflación. A simple vista pudiera parecer que hay un problema. La demanda china ha hecho subir los precios de las materias primas, mientras que la competencia china ha mantenido bajos los precios de los productos manufacturados. Esto tendría que haber sido un problema para los márgenes de ganancias del sector corporativo norteamericano.

Pero al contrario, las ganancias de EEUU casi nunca se habían visto tan saludables. Parece como si las ganancias de las compañías del S&P 500hubieran subido en casi en 20% el año pasado.

El truco está en que mientras se incrementa la producción, las compañías de EEUU han sido capaces de mantener la tapa sobre los costos por salario. Esto le debe algo al volumen de inactividad en la economía norteamericana y también algo a la capacidad de la sub-contratar empleos en regiones de costos más bajos.

Sin embargo, el truco pudiera estar perdiendo su encanto. Las cifras que se dieron a conocer la semana pasada muestran que el crecimiento de la productividad se redujo a un 0.8% anual en el cuarto trimestre, mientras el crecimiento del costo unitario por trabajo subió de 1.6% a 2.3%. Las ganancias han subido fuertemente en relación con el producto interno bruto en los últimos años; ya es tiempo de que los trabajadores reciban lo que les corresponde.

Al igual que márgenes de ganancias más estrechos, un aumento en los costos unitarios por trabajo pudieran conducir a una inflación más alta. Esto pudiera persuadir a la Reserva Federal de EEUU a continuar subiendo las tasas de interés. El incremento de la semana pasada fue el sexto en el ciclo actual, pero todavía dejó la tasa primaria en 2.5%, ligeramente por encima de la tasa central de inflación en el consumo. La política monetaria difícilmente pudiera describirse como tensa.

Los mercados de bonos, hasta ahora, han estado notablemente tranquilos ante los ajustes de la Fed. En verdad, los rendimientos de los bonos a 10 años bajaron desde que la Fed empezó a moverse. Algunos atribuyen esta sangre fría a las preocupaciones con la desaceleración económica: otros, al reconocimiento de los inversionistas de que la Fed sencillamente está volviendo a poner las tasas en posición “normal”, de los niveles de crisis: otros, dicen también que está cediendo a la demanda de los chinos y de otros bancos centrales de Asia.

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION

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