FINANCIAL TIMES
El voto por el CAFTA es algo más que comercio

FINANCIAL TIMES <BR>El voto por el CAFTA es algo más que comercio

POR AMITY SHLAES
Cuando se mira atrás, hacia los años 90, a veces los legisladores de Estados Unidos desarrollan un juego siniestro. Compiten por presentar listas de pequeños malos pasos que ayudaron a contribuir a la turbulencia de la década presente.

Fue un error que EEUU no lograra deshacerse de los sauditas como aliados, después de la Guerra del Golfo. Fue un error que el Congreso no le diera a los afganos una elección más allá de los talibanes y el cultivo de la amapola. Y así por el estilo.

Ahora, ese potencial para un mal paso se confronta con el Congreso de EEUU, en relación con un área más cerca de casa. Es la oportunidad de votar una ley sobre un acuerdo de comercio con cinco países de América Central y la República Dominicana.

La administración Bush ya convirtió en siglas el Acuerdo de Libre Comercio de América Central, como CAFTA, por sus siglas en inglés. El acuerdo haría algo por garantizar una América Latina próspera y armoniosa, o como expresaría el presidente George W. Bush, un vecindario feliz para “el territorio nacional”.

Sin embargo, parece probable que el Congreso eche por tierra de nuevo una oportunidad. Dos “lobbies” internos, los grandes azucareros y los grandes del trabajo, están bloqueando su ratificación.

La historia empezó años atrás, con los cinco países iniciales, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Costa Rica. El último fue una excepción brillante, pero en la mayor parte del resto, las guerras civiles estaban deshaciendo en pedazos la región. La guerra en El Salvador duró 12 años, y Guatemala padeció una guerra de guerrillas durante 36. Cuando los norteamericanos pensaron en la región en los años de 1980, ­si es que pensaron en realidad en la región­, pensaban en Daniel Ortega y sus sandinistas marxistas en Nicaragua.

Parte de esta turbulencia fue el resultado de conflictos locales, pero buena parte del sufrimiento de América Central tuvo que ver con el hecho de que la región estaba sirviendo como un campo de batalla en la guerra fría. El comportamiento del gobierno de EEUU hacia la región puede explicarse solo en el contexto del conflicto anterior a 1989 con la Unión Soviética.

En la última década y media, los países de América Central empezaron a superar esta historia peligrosa y dramática y a desplazarse hacia la democracia, mercados más libres y la prosperidad. También hay un nueva comprensión de que EEUU no es una caricatura imperialista de una nación. Honduras, Nicaragua, El Salvador y República Dominicana hasta enviaron tropas para apoyar la guerra del señor Bush en Irak.

Sin embargo, la transición en general de estos países dista mucho de estar completa. Las bonificaciones económicas del CAFTA, por lo tanto, son importantes. Para empezar, mitigan desafíos nuevos de China en la arena de los productos textiles y la ropa. Además, el CAFTA vuelve permanente y formal el acceso al comercio de EEUU que ya estos países disfrutan. A los países del CAFTA se les permitiría exportar más azúcar a EEUU.

El incremento permisible difícilmente constituya la amenaza de muerte que el “lobby” del azúcar está representando. A los países del CAFTA se les permitiría enviar a EEUU cerca de una cucharadita y media de azúcar semanal por norteamericano más de lo que envían ahora. El norteamericano promedio consume mucho más de 70 cucharadas por semana. Sin embargo, también es importante el valor simbólico del CAFTA.

Con la ratificación del acuerdo, el Congreso le demostraría a América Latina que es capaz de devolver recompensas por el progreso y la amistad.

Parece incomprensible que los grupos negociadores pudieran bloquear el CAFTA. Sin embargo, lo pueden lograr. El “lobby” azucarero solo tiene un agarre en el Congreso que contradice el volumen de su electorado. Un 17% de todas las contribuciones políticas del sector agrícola provienen del azúcar.

A diferencia de otros productos agrícolas, el azúcar no se genera solamente en uno o dos estados. Hay productores de azúcar de remolacha en el norte y medio-oeste, y de caña en el sur. Esto significa que un número importante de legisladores de ambos partidos han convertido en un deber la protección del azúcar interno.

Y están, además, las fuerzas laborales anti-CAFTA. Estos continúan alegando, de manera general, que la reducción de las barreras al comercio son negativas para la economía. Este caso es todavía más difícil de defender que cuando el debate era sobre el NAFTA (Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte). Más de una década después del NAFTA, el desempleo en EEUU está ligeramente por encima del 5%.

Más difícil de asumir aún es el argumento de los sindicatos de que están obrando para mejorar la vida de los trabajadores de Tegucigalpa o San Salvador. Un comercio más libre significaría productos más baratos para esos mismos trabajadores; y la mayoría -uno sospecha- preferiría mantener su empleo a ver como desaparece, en favor de China.

Sin embargo, los legisladores, repiten fielmente las ambivalentes declaraciones de los sindicatos. Ellos tienen que hacerlo así, o serían “primarizados”. Este verbo se refiere a la táctica del trabajo organizado de castigar a miembros Demócratas desobedientes, situando un candidato en su propio campo a competir con ellos en las elecciones primarias de la nominación Demócrata.

Sin embargo, un fracaso del CAFTA pudiera contribuir a hacer parecer ridículos los temores a ser “primarizado”. Los países del CAFTA todavía pudieran revertir su situación al esquema de asesinatos-golpes-corrupción-populismo. Ya esto se ha producido en Venezuela, Bolivia y Ecuador.

En los países del CAFTA, “la gente común quiere creer que la democracia puede traer una vida mejor”, dice Bernard Aronson, ex ayudante del secretario de Estado. Y desean comprobarlo pronto.

Insistir en que un “no” al CAFTA provocaría un Apocalisis, sería caricaturesco. Pero aún así, tal como han aprendido los legisladores de EEUU, los votos tienen importancia, y se pueden utilizar con un rencor impredecible.

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION

Publicaciones Relacionadas

Más leídas