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En segundo período de Bush, déficit pudiera afectar agenda de reformas

FINANCIAL TIMES <BR>En segundo período de Bush, déficit pudiera afectar agenda de reformas

POR ANDREW BALLS
WASHINGTON.- George W. Bush inicia su segundo periodo presidencial con una ambiciosa orden del día interna, que incluye reformar la Seguridad Social y modernizar el sistema fiscal. Pero, mientras que el panorama cíclico es mucho más brillante ahora que al inicio del primer mandato, hay riesgos de que los factores estructurales -el principal entre estos, el déficit de la cuenta corriente y el presupuesto- pudiera llegar a dominar el segundo periodo.

El señor Bush asumió el cargo poco antes de la recesión de 2001. Fue una recesión corta y poco profunda, después del estallido de la burbuja en los mercados de valores y el desplome del gasto en inversiones.

Pero una serie de sacudidas significaron que la recuperación fuera tibia y llevara a una considerable volatilidad en el mercado financiero. La recesión estuvo seguida de los ataques del 11 de septiembre de 2001, una oleada de escándalos corporativos y contables y el terremoto del precio del petróleo el año pasado.

Mientras que un débil mercado de valores y un mercado laboral igualmente flojo afectaron el primer mandato del señor Bush, la fortaleza del mercado de la vivienda, ayudada por los agresivos recortes en las tasas de la Reserva Federal, ayudaron a mantener un gasto saludable entre los consumidores.

Al comienzo de su segundo mandato, la mayor parte de los economistas pronostica un crecimiento en o por encima de la tasa potencial de crecimiento económico de 3½%  – 3¼%  este año, y un crecimiento cercano a la tendencia el año siguiente.

La Reserva Federal confía en que un periodo de crecimiento auto-sostenido, que fuera resistente a los continuos incrementos en las tasas y la eliminación del estímulo fiscal está en marcha.

Sin embargo, la incertidumbre por el déficit de la cuenta corriente, cerca de 6% del PIB, y el déficit de presupuesto, que el año pasado fue de cerca de 3.6% del PIB, es una de las preocupaciones principales del banco central.

La primera prueba es el debate del presupuesto. Se espera que el señor Bush presente un duro presupuesto al Congreso el mes próximo, que apunte a congelar el gasto en aspectos discrecionales que no son ni la defensa ni la seguridad del territorio nacional.

Los asistentes del Congreso esperan negociaciones difíciles: el congelamiento de las asignaciones de efectivo significarán reducciones en el gasto en términos reales, ajustados a la inflación en un número de áreas, incluyendo la energía y la agricultura, y recortes draconianos en varios programas contra la pobreza.

La Casa Blanca también excluirá el costo continuo de las operaciones en Irak y Afganistán, y costos futuros asociados con la Seguridad Social y la reforma de impuestos.

“El debate sobre el presupuesto, la Seguridad Social y la reforma fiscal, van a seguir estando en primer plano al mismo tiempo. Esto pudiera crear confusión en los mercados financieros, así como en el Congreso.”, dijo John Silvia, jefe económico de Wachovia.

La reducción del déficit fiscal se ve ampliamente como elemento clave para reducir el déficit en la cuenta corriente.

La administración Bush también enfrenta la tarea vigente de tratar de persuadir a China y otras economías de Asia, a que dejen apreciar sus monedas frente al dólar, así como pedir un fuerte crecimiento en la demanda interna en Japón y Europa, para ayudar a compartir la carga de ajustar los déficit globales en la cuenta corriente.

Hasta ahora, el descenso del dólar estadounidense ha sido en orden, sin implicaciones negativas para la economía de EEUU. Un riesgo para el segundo periodo del señor Bush es que una caída más pronunciada del dólar pudiera provocar problemas en el frente interno.

TRADUCCION: IVAN PEREZ CARRION

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