POR PHILIP COGGAN
No todo el mundo cree que los altos precios del petróleo o las secuelas del huracán «Katrina» tendrán un impacto significativo en la economía de Estados Unidos.

Ajay Kapur, estratega global de Citigroup, dice que EEUU es una «plutonomía», una economía impulsada por los ricos. Mientras que el consumidor promedio dedica 7.8% de su gasto total a los productos relacionados con la energía, los de altos ingresos dedican solo 65. «Ellos responden por el grueso del consumo y están relativamente ilesos ante los altos precios», dice el señor Kapur.

El señor Kapur también sostiene que la razón principal de que pasadas alzas de los precios del petróleo hayan estado asociadas con recesiones ha sido la respuesta de las autoridades monetarias. «La clave para los inversionistas en acciones es rastrear de cerca los indicadores principales de la inflación central para prever la posible respuesta monetaria. Hasta ahora no son preocupantes», dice.

Jim Paulsen, jefe de estrategia de inversiones en Wells Capital Management, también es optimista. «A menos que los precios del petróleo suban a partir de aquí, disminuirán los efectos del suceso en la economía nacional y el mercado financiero. El sector del consumo parece casi tan fuerte como lo ha sido durante toda la recuperación; la compensación real al trabajo está creciendo en un firme 6%, los empleos han aumentado en un ritmo mensual promedio de 287,000 durante agosto; las ventas minoristas han sido fuertes, las medidas de la confianza de los consumidores están bien; la vivienda y las ventas de automóviles siguen altas y el valor inmobiliario neto está en alturas históricas récord.

El señor Paulsen también señala el descenso en los rendimientos de los bonos, que han bajado las tasas hipotecarias. «Dada la importancia de la vivienda en el ciclo contemporáneo, el declive en los rendimientos a largo plazo probablemente sea mucho más estimulante que lo que el alza en el crudo actúe a favor de la contracción».

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico mantuvo sus pronósticos de crecimiento para EEUU de 3.6% este año, y dijo que es demasiado temprano para medir el impacto económico del huracán.

Hasta ahora, la reacción del mercado parece indicar que los inversionistas en acciones han aceptado los criterios de los optimistas, mientras que los que invierten en bonos y moneda se han inclinado al campo de los pesimistas. El criterio de que la Reserva Federal dejará de subir las tasas de interés ha provocado caídas en los rendimientos de los bonos y el dólar, los que pudieran perder su brillo para los inversionistas que buscan ingresos.

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION