POR FIONA HARVEY
El gobierno de Estados Unidos ha empezado a preparar el terreno para una mayor expansión de la generación de la energía nuclear con fines civiles en casa y en el extranjero, pero enfrenta serios problemas y una oposición potencialmente firme para ambas aspiraciones.

Ante el panorama del persistente enfrentamiento con Irán sobre su programa nuclear, Condolleza Rice, la secretaria de Estado de EEUU, eligió expresarse con firmeza la semana pasada a favor de extender la energía nuclear a países en desarrollo, como una forma de aliviar la crisis energética y combatir el cambio climático.

La señorita Rice dijo a los jefes de Estado y líderes de negocios en la Inciativa Global Clinton, en Nueva Nork: «La energía nuclear civil va a tener que formar parte de la mezcla [en los países en desarrollo]».

Y preguntó: «¿Cómo vamos a satisfacer la extraordinaria necesidad de energía en los países que realmente se desarrollan con rapidez? No creo que la energía solar y eólica lo logren. Vamos a tener que encontrar formas de controlar suministros de energía que incluyan la energía nuclear con fines civiles».

Sin embargo, indicios tempranos de la dificultad de esa perspectiva provinieron de Kofi Annan, el secretario general de la ONU. Annan dijo al auditorio de la Iniciativa Global Clinton que uno de los grandes pesares de la cumbre de la ONU fue que no se lograra llegar a una solución sobre la proliferación nuclear.

Advirtió sobre los peligros que plantea la proliferación nuclear, al darle a los terroristas oportunidades para robar productos nucleares que pudieran emplear para fabricar las llamadas «bombas sucias», que pudieran combinar material radioactivo con explosivos convencionales con el fin de producir bombas que pudieran esparcir radiocatividad dañina en grandes áreas.

Bill Clinton, el ex presidente de EEUU, estuvo de acuerdo: «La iniciativa de retomar la energía nuclear como un antídoto para el calentamiento global, es un gran problema. Si se construyen más plantas de energía nuclear tendremos, al menos, desperdicios tóxicos; y en el peor de los casos, la fabricación de bombas».

Timothy Wirth, el presidente de UN Foundation, descartó los argumentos de la señorita Rice: «Si se dice suficientemente rápido, suena bien», dijo.

Ya la administración Bush ha estado actuando para abrir el diálogo con India, con el objeto de ayudar a desarrollar plantas civiles de energía nuclear. Por otra parte, China ha expresado interés en construir plantas de energía nuclear que asumirían un tipo moderno que se cree resulte más seguro que los diseños convencionales.

Entre las señales de un interés renovado en la energía nuclear, el gobierno del Reino Unido está preparando la venta de Westinghouse Electric, la empresa especializada en tecnología nuclear propiedad de British Nuclear Fuels, la compañía de energía nuclear del Estado británico. Doosan Heavy Industries, una compañía de Corea del Sur, se convirtió en la última de una serie de cerca de 15 compañías que expresaron interés en comprar la compañía británica el mes pasado. Otras partes interesadas incluyen General Electric, Shaw, de EEUU, Toshiba y Mitsubishi.

Este mes, Aeva, de Francia, unió fuerzas con el productor de energía nuclear de América del Norte, Constellation Energy, para arrancar en punta en la carrera por construir el primer reactor nuclear en EEUU en casi 30 años.

La energía nuclear se ve por algunos como una solución al problema del cambio climático, puesto que no se emite dióxido de carbono, resultado de la quema de combustibles fósiles, que atrapan el calor de ls superficie del planeta para generar el cambio climático. Sin embargo, grupos defensores del medioambiente alertan que los desperdicios que generan las plantas de energía nuclear plantean otro peligro, puesto que se mantienen radioactivos muchos miles de años más, y que son muy difíciles de almacenar en forma segura.

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION