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Frugalidad en el comercio despierta temores

FINANCIAL TIMES <BR>Frugalidad en el comercio despierta temores

La pérdida de la moneda europea debiera ser ganancia para Estados Unidos. Pero la decisión de los exportadores hacia EEUU de mantener la línea en el precio ha limitado la bonanza que las empresas norteamericanas pudieran haber esperado de una competencia extranjera más débil en su patio. Mientras que el euro ha subido 50% frente el dólar desde febrero de 2002, el precio de los productos manufacturados de la UE se ha incrementado solo en 15%.

Esto ha sido una espada de doble filo para EEUU. Por un lado, ha ayudado a mantener baja la inflación y a sostener el poder adquisitivo de los consumidores estadounidenses. El envés, sin embargo, es que los consumidores han estado presionados para encontrar sustitutos domésticos para los productos que actualmente compran en el exterior. Como resultado, ha habido pocas pruebas hasta ahora de que el dólar más débil haya empezado a disminuir el abotagado déficit comercial.

El dólar no ha bajado frente a todas las monedas. Sobre una base amplia medida contra el comercio, el dólar está abajo en solo 15% desde su pico, a comienzos de 2002. Esto vuelve las cosas particularmente difíciles para las compañías europeas y británicas. Debido a que muchas están compitiendo contra los productos de Asia terminados en China -donde el renminbi se ha mantenido pegado al dólar de EEUU- es aún más difícil para ellos elevar los precios. Además, los consumidores y las compañías norteamericanos están lejos de un toque suave. Las fuertes presiones competitivas desde hace tiempo le han dificultado subir los precios a los vendedores.

Tradicionalmente, las compañías que exportan hacia EEUU han podido subir los precios solo 4% por cada caída de 10% en el dólar. Los consumidores alemanes, en contraste, tienen que sufrir cerca de 80% de cualquier caída en su moneda, según los economistas. «Gracias a que el mercado de EEUU es tan vasto y competitivo, el primer instinto de muchos exportadores es simplemente recibir el golpe en los márgenes cuando la moneda se mueve en su contra», dice Paul Ashworth, de la consultoría Capital Economics.

En años recientes esta píldora se ha endulzado por el rápido crecimiento del mercado norteamericano. En 2003, las importaciones de EEUU crecieron 4.4% en términos reales. En 2004, esto se aceleró a 9.9% y en el primer trimestre de 2005 el crecimiento anualizado en las importaciones había alcanzado 14.75. Pero una desaceleraciòn en el gasto de los consumidores de EEUU finalmente parece estar en marcha. Excluyendo el volátil sector automotriz, las ventas minoristas subieron solo 0.1% en marzo, y las medidas del sentimiento de los consumidores indican que el consumidor norteamericano está siendo desgastado por los altos precios de la gasolina y alzas en los salarios inferiores a la inflación.

Sin embargo, una preocupación mayor han sido las cifras recientes sobre el gasto de las empresas. Se esperaba que esto se detuviera mientras el consumo se mantuviera. Las cifras de la semana pasada mostraron que el gasto de las empresas se redujo abruptamente en los primeros tres meses del año y que los pedidos de nuevos productos capitales cayeron por segundo mes consecutivo en marzo.

Esto pudiera ser una mala noticia, particularmente para Alemania, la mayor economía de Europa. La mayor parte de sus US$77 millardos en exportaciones hacia EEUU provinieron de productos capitales. «Las compañías de EEUU pudieran estar inundadas de efectivo, pero obviamente no están en condiciones para pagar precios más altos», dice Nigel Gault, director de investigaciones sobre EEUU en la consultoría Global Insight. «Usted solo tiene que ver el pequeño número de trabajadores extra que están contratando para ver cuán frugal es el sentimiento».

Esto pudiera ayudar a explicar por qué los exportadores alemanes subieron los precios solo 2.7% en el año que cerró en marzo, comparado con 5% como promedio de incremento en los precios a las importaciones de productos manufacturados.

«EEUU sigue pareciendo bastante fuerte comparado con Europa», dice el señor Ashworth. «Sin embargo se está viendo menos capaz de cargar con el mundo que hace incluso tres meses», dice Christopher Swann.

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION

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