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G7 sigue dividido sobre ayuda a Africa

FINANCIAL TIMES <BR>G7 sigue dividido sobre ayuda a Africa

POR CHRIS GILES, ANDREW BALLS Y SCHEHERAZADE DANESHKHU
A pesar del acuerdo sobre el análisis de las posibles ventas de oro del fondo Monetario internacional, el Grupo de los Siete países más industrializados tendrá que cambiar sus posiciones mucho más para acordar sobre un paquete de ayuda de la deuda de África a tiempo para su cumbre de este verano.

Los ministros de Finanzas de las siete naciones más ricas del mundo dedicaron la mayor parte del fin de semana en su reunión en Londres a la terrible pobreza de África. Sin embargo, su declaración de cierre reveló solo hasta donde tendrían que llegar para reconciliar viejas diferencias sobre la mejor forma de ayudar a África, si es que van a ponerse de acuerdo sobre una ayuda concreta en su cubre de líderes en Gleneagles, Escocia.

«Estamos de acuerdo en hacer un análisis caso por caso de los HIPC [países pobres altamente endeudados], a partir de nuestra disposición de concederles un alivio de deuda multilateral hasta de 100%», dijeron los ministros. Sin embargo, la referencia a los HIPC, que limitaría el número de países elegibles, mostró que el acuerdo sobre un alivio de deuda más abarcador no está asegurado.

El énfasis en el análisis «caso por caso» responde a las preocupaciones de Alemania sobre los peligros de un alivio de deuda para todos los deudores. La frase «tanto como» se incluyó debido a que algunos miembros del G7, incluyendo Japón, se oponen a un alivio de toda la deuda.

Domenico Siniscalao, el ministro de Finanzas de Italia, describió cómo se llego al extraño compromiso. «En la redacción del alivio de deuda empezamos con `100 por ciento´, que después pasó a `hasta el 100%´, que finalmente quedó `tanto como 100%´».

Aún entre los países que respaldan el alivio de 100%, persisten las diferencias. Estados unidos está a favor de cancelar el volumen de la deuda multilateral, la mayor parte de la cual constituyen deudas al Banco Mundial. Canadá, el Reino Unido y otros países europeos se concentran en reducir la carga del pago de la deuda que se hace a las instituciones internacionales.

Al finalizar la reunión, John Taylor, el subsecretario del Tesoro de EEUU para el desarrollo internacional, dijo: «Continuamos pensando que nuestra propuesta es la mejor». Él espera que otros países pronto se adhieran al punto de vista de EEUU. El Reino Unido trasmitió otras señales, al anunciar que pagaría 10% de los costos del pago de la deuda al BM de otros 17 países pobres.

El acuerdo de incrementar la ayuda resultó igualmente escurridizo. El G7 acordó establecer un «programa de trabajo» para examinar el plan que favorece cada país. EEUU y Canadá echaron agua fría a la idea del RU de un Fondo de Financiamiento Internacional (FFI) para prestar dinero contra futuros flujos de ayuda y liquidar el préstamo acumulado con presupuestos de ayuda posteriores.

«¿Cree usted realmente que usted puede vaciar la deuda desde ahora a 10 años y no tener un problema en 7, 8 o 9 años?», inquirió Ralph Goodale, el ministro de Finanzas canadiense. «Para decirlo claro: hay que asegurarse de que no se le esté robando a Pedro para pagarle a Pablo».

Los países europeos fueron más solidarios, en particular de la propuesta italiana de un fondo piloto de FFI para financiar la inmunización inicial, así como de nuevas vacunas para el IVH/SIDA. Sin embargo, recalcaron la necesidad de refinanciar cualquier préstamo.

Una posibilidad expuesta fue un impuesto puramente europeo sobre el combustible de aviación o los boletos aéreos. En representación de la Unión Europea, Jean-Claude Juncker, el primer ministro de Luxemburgo, atizó las especulaciones: «Tengo la impresión y sé, sin duda, que la mayoría de los ministros de Finanzas están a favor de gravar el keroseno». EEUU y la Asociación Internacional de Transporte Aéreo reiteró su oposición a cualquier impuesto global de ese tipo. Hasta un informe encargado por el gobierno francés destacó «un obstáculo legal importante, concretamente, el acuerdo bilateral que prohibe este gravamen» aún al nivel europeo.

Los militantes a favor de la ayuda reconocieron que se logró poco avance concreto, pero acogieron el nuevo enfoque del G7 sobre el desarrollo. «La presión ahora es para que se logre un acuerdo y que se haga pronto», dijo Max Lawson, asesor político de Oxfam.

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION

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