POR KEVIN MORRISON
El alza en los precios del petróleo a US$70.00 el barril después que el huracán «Katrina» barriera el golfo de México, ha destacado el hecho de que la industria de refinación de Estados Unidos no es capaz de manejar las interrupciones del suministro a corto plazo.

El huracán cerró nueve refinerías con una capacidad conjunta de dos millones de barriles al día, o cerca de 12,5% de la capacidad de refinación de EEUU. También cerró el equivalente a 1,4 millones de barriles al día de producción de petróleo crudo, o cerca de 90% de la producción de EEUU en el Golfo de México, y 88% del gas natural de la región.

Con las refinerías de EEUU cerca de su capacidad y la cantidad de petróleo perdido igual a la capacidad de producción ociosa del mundo, la industria es vulnerable a subidas en los precios, porque hay pocas opciones con las cuales superar una importante alteración del suministro.

El aumento de 33% en los futuros de la gasolina esta semana a un récord inicial de US$2.80 el galón, que equivale a un considerable precio de US$117.60 el barril, fue el impulsor clave en la carrera del precio del petróleo a niveles récord. Mientras los refinadores ven subir los márgenes por producir gasolina por encima de un atractivo US$45.00 por barril, los comerciantes han hecho subir más los precios del crudo para llevarse una porción de la bonanza.

«Cuando usted ve los márgenes de los refinadores en esta altura, quedan pocas dudas de que la carrera en los precios del petróleo sean resultado de una pérdida de capacidad en la industria de refinación de EEUU», dijo Francisco Blanch, estratega de energía en Merrril Lynch.

Los futuros del crudo tocaron un récord de US$70.85 el barril el martes, pero resbalaron el miércoles a US$69.95, después que el gobierno de EEUU anunciara que le prestaría petróleo de su reserva especial a los refinadores. Los comerciantes de petróleo todavía esperan que el patrón de EEUU, el contrato West Texas Intermediate, se mantenga por encima de los US$65.00 hasta finales de 2007, y por encima de US$60.00 hasta 2011.

Hasta hace unos dos años, los precios a largo plazo del petróleo se mantuvieron por debajo de los US$25.00, pero esto cambió en la medida en que la demanda de petróleo fue superando la nueva capacidad de la producción global de crudo, y la producción de las refinerías, lo que ha creado un mercado de suministro demasiado tenso. Los analistas de energía dicen que es poco probable que esto cambie en el futuro previsible.

Philip Verleger, un economista independiente especializado en petróleo, dijo que el alza de US$40.00 en los precios del petróleo desde finales de 2002 representa una burbuja que estallaría, porque los costos de la energía darían cuenta de una mayor porción del ingreso gastable, que a su vez, reducirían la demanda, y por lo tanto, los precios.

Dijo que los costos por energía era 7% del ingreso familiar en 1960, 9% en 1980 durante la segunda crisis petrolera, y cerca de 4% el año pasado. Dijo que los precios del petróleo, la energía y el gas natural se habían duplicado desde el verano pasado, y que estaban llevándose una parte mayor del gasto de las familias.

El señor Verleger dijo que los precios minoristas de la gasolina en EEUU tendrían que subir a cerca de US$5.00 el galón, de algo más de US$3.00 en la actualidad, antes de que realmente empiecen a hacer bajar la demanda.

«Sin un `boom´ en el precio de la vivienda, no hubiéramos tenido un `boom´ en el precio del petróleo, porque la demanda de EEUU hubiera sido mucho más baja», dijo el señor Verleger. El crecimiento de la demanda de petróleo en EEUU ha promediado 1.6% en los últimos cuatro años, una de las tasas de crecimiento más altas en países desarrollados.

Jim Steele, un analista de materias primas de Refco, en Nueva York, dijo que el mercado del petróleo está en un punto máximo, cuando se presta una mayor atención a las fuentes alternativas de combustible y a la eficiencia energética.

«Ya no seguiremos oyendo a los ministros del Petróleo hablar de los precios del crudo, sino a los ministros de Finanzas, primeros ministros y presidentes. Y cuando eso empiece a producirse, significará que la gente está preocupada y que podremos empezar a ver cambios políticos que gradualmente conducirán a una baja en la tasa de crecimiento de la demanda», dijo el señor Steele.

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION