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Irak se desliza hacia una guerra civil

FINANCIAL TIMES <BR>Irak se desliza hacia una guerra civil

El creciente número de bajas entre las tropas norteamericanas en Irak, incluyendo más de 20 «marines» muertos en el valle del Éufrates las emana pasada, están dominando los titulares en Estados Unidos. Los ataques de insurgentes se están volviendo más elaborados en su variedad y poder. Los comandantes norteamericanos, que después de dos años todavía no tienen una imagen clara de su enemigo, hablan como si estuvieran luchando con fantasmas. Los golpes aéreos de EEUU que se se dan en Irak occidental no logran hacerlos más visibles.

Sin embargo, la matanza mayor de iraquíes está en peligro de ser pasada por alto, como es el hecho de que la carnicería ya tiene los contornos de una guerra sectaria que pudiera envolver a la región.

Los insurgentes sunitas habían estado inclinados a encender una guerra de esas características desde el asesinato del ayatollah Mohammed Baqr al-Hakim y cerca de cien religiosos chiítas en el sepulcro sagrado del Imán Alí, en Najaf, hacer cerca de dos años. La estrategia es explícita entre los «yijadis», como Abu Musab al-Zaraqwi, cuyo grupo parece más interesado en masacrar chiítas que norteamericanos. Sin embargo, todavía motiva a los prepotentes sunitas del derrocado partido BAAS y las tribus principales, enfurecidos porque la invasión de EEUU haya puesto en el mando a la mayoría chiíta de Irak al mando.

El torpe manejo de EEUU de la ocupación ha exacerbado la enemistad sectaria. Hasta hace poco, la influencia del gran ayatollah Alí al sistani había impedido que los chiítas respondieran las provocaciones sunitas. Pero puede que ya eso no siga funcionando.

Números importantes de sunitas, incluyendo clérigos importantes, se encuentran asesinados. Esto se debe en parte a que los servicios de seguridad iraquíes, tal como están, tienden a caer bajo el control chiíta, y en parte porque la inseguridad extendida ha creado un vacío para que las milicias tomen la ley en sus propias manos. Hay otras señales ominosas de un aumento potencial hacia una guerra civil.

La dependencia del ejército de Irak que Washington y sus aliados están tratando de reconstruir entre los kurdos, como sus únicos combatientes confiables, está incrementando una rica reserva de «vendettas» futuras. Y este conflicto sectario, al igual que la guerra civil de el Líbano de 1975-1990, está empezando a atraer a los vecinos de Irak. Irán está seriamente implicado junto a sus correligionarios chiítas. Turquía está en un punto muy sensible que dispararía su entrada en el norte de Irak si los kurdos se desplazan más hacia la independencia. Cientos de sauditas, criados bajo el totalitarismo whabita, están fluyendo hacia Irak para matar a los «apóstatas» chiítas.

La nueva constitución, que deberá concluirse esta semana, está empantanada en disputas sectarias que pudieran empeorar, en lugar de resolverse. Las declaraciones optimistas de Washington suenan irreales, orientadas más a tranquilizar a los norteamericanos que a los iraquíes.

Los clérigos sunitas y chiítas están tratando de detener este deslizamiento hacia una guerra. Esto no detendrá a los yijadis, pero pudiera debiltiar su base de apoyo. Los líderes de todas las comunidades tienen que invertir legitimidad en las instituciones emergentes de Irak para que los alienados sunitas participen, y para que los chiítas tengan la seguridad de que también ellos pueden hacerlo. Esta es la única esperanza que queda.

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION

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