FINANCIAL TIMES
La carrera por el petróleo

FINANCIAL TIMES <BR>La carrera por el petróleo

Parecido a intentos de algunos gobiernos en pánico por asegurarse el petróleo en la década de los 70, de repente, en los últimos días, Asia aceleró su búsqueda de seguridad energética. La compañías petroleras de China están expandiendo su horizonte de inversiones hasta el punto de considerar la compra de uno de los grandes de EEUU, UNOCAL.

India siguió los pasos de China al invertir en el petróleo y el gas de Irán. Ambos países están forcejeando por un pedazo de la truncada Yukos de Rusia. Y  la India recién auspició la primera reunión de los países productores petroleros del Golfo Pérsico y los países consumidores de Asia.

No causa sorpresa que Asia, carente de petróleo, esté tan ansiosa por asegurarse la energía. Sus cuatro grandes economías -China, Japón, India y corea del Sur- importan 12 millones de barriles al día, más que Estados Unidos, y su dependencia de las importaciones o es mayor o está subiendo más rápidamente que la de EEUU. Peor aún, Asia lleva el 80% de su petróleo de los productores del Oriente Medio, que no están ciegos a los que esto representa para el mercado de vendedores. Los países del Golfo han estado cargando desde hace tiempo una prima a los consumidores de Asia que no pueden fijarle a las refinerías de EEUU o Europa, que tienen un sistema más diversificado de suplidores

Tampoco sorprende que China e India se sientan más expuestos que Corea del Sur y Japón, que forman parte del club de países ricos consumidores de petróleo, la Agencia Internacional de Energía. Ambos países, obviamente desean crear sus propias grandes compañías petroleras, y hacerlo mejor que Japón, que en cualquier caso ahora se beneficiaría con un nuevo oleoducto de Rusia.

Al no poder garantizarse el suministro por  esta vía, India y China aprovecharon la reunión de Delhi para hace avanzar la idea de contratos de compra de petróleo a plazos más largos, pero se encontraron con la terca respuesta de los productores del Golfo que prefieren, en general, jugar en el mercado “spot” para lograr el precio más alto. Arabia Saudita advirtió que cualquier acuerdo a largo plazo probablemente sería demasiado inflexible en la cantidad para venirle bien a cualquier comprador. Tampoco resultan muy atractivos los términos con los cuales Irán facilita la participación de la inversión extranjera en sus yacimientos de petróleo, ya sea de China, India o de cualquier compañía foránea.

Ante esta situación, los consumidores de petróleo de Occidente pueden voltearse a otras fuentes que no integran la OPEP, como el mar del Norte, el Golfo de México, África Occidental, el Caspio y Rusia. La diversidad, que es parte clave de la seguridad energética occidental, también ayuda a crear mercados de futuros de petróleo más líquidos en Londres y Nueva York de los que existen en Asia. Pudiera resultar, por lo tanto, que los planificadores de la energía en Pekín y  Delhi quieran ver a sus compañías petroleras estatales tomando el control de los recursos petroleros, más que confiar sencillamente en el acceso a un mercado mundial que ellos sienten que no les hace bien.

Pero esto es mercantilismo pasado de moda. No obstante, si condujera, por ejemplo, a que China haga ofertas por UNOCAL, ¿por qué EEUU tendría que poner objeciones, aparte de las que puso a las numerosas ofertas de compra de British Petroleum en EEUU? Por supuesto, siempre que China se comporte como BP, y de alguna forma no intente utilizar a UNOCAL como su estación de bombeo particular, y la saque del mercado. Con todo y la frustración de Asia con el mercado del petróleo, afecta al mercantilismo como una receta para la seguridad energética.

TRADUCCION: IVAN PEREZ CARRION

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