POR GEOFF DYER Y RAPHAEL MINDER
BRUSELAS.- La Unión Europea y China echaron atrás el viernes una disputa comercial potencialmente agria, cuando negociaron un «arreglo transitorio» para la exportación de textiles chinos a Europa. Las partes acordaron limitar el incremento de importaciones textiles chinas por Europa en cada uno de los próximos tres años a cerca de 10% anuales, antes de que el comercio sea liberado plenamente en 2008.

El acuerdo, logrado tras 11 horas, fue resultado de un día tenso de conversaciones entre Bo Xilai, el ministro de Comercio de China, y Peter Mandelson, el comisario de la UE, quien había amenazado con imponer nuevas cuotas a dos tipos de importaciones chinas.

La consecuencia inmediata del acuerdo es que la UE suspenderá las planeadas sanciones contra dos categorías de exportaciones, hilaza de lino y «T-shirts». Estos controles temporales debían entrar en efecto el sábado pasado.

El señor Mandelson dijo que el acuerdo anunciado el viernes fue «de una vez, un acuerdo general», que le daría a ambas partes claridad, certeza y previsión. El acuerdo evitó «un proceso que nos hubiera obligado a debatir sobre cada producto».

El señor Mandelson dijo que el acuerdo demostró que China está adoptando una actitud constructiva con su posición en el sistema de comercio global. «Esta es una demostración significativa de la entrada de China en la economía global, como un socio comercial responsable y valioso».

Las exportaciones de ropa de China hacia Europa han crecido rápidamente desde que el sistema de cuotas globales terminó en enero. Sin embargo, el señor Bo dijo que los temores del mundo desarrollado son exagerados.

Dijo que al firmar el acuerdo, China está demostrando que es un «gobierno responsable», que desea ver «un proceso estable y gradual» de ajuste del libre comercio en los mercados de textiles.

Elogió a la UE por «buscar resolver los problemas de una manera amistosa», en lugar de actuar unilateralmente.

El señor Mandelson se ha visto obligado a realizar un difícil acto de equilibrio, debido a la escisión entre los 25 miembros de la UE en cuanto a la forma de responder al auge de las exportaciones chinas.

El acuerdo EU-China pudiera presionar a Estados Unidos a lograr un acuerdo similar con Pekín.

La decisión de Washington, de reintroducir cuotas, también ha expuesto una división clara en la industria norteamericana, con los detallistas iniciando procesos legales contra las sanciones que limitarían su acceso a ropa barata de China.

En una alusión a EEUU, el señor Bo dijo el viernes: «A diferencia de otros países, la UE no dio pasos unilaterales contra China, sino que analizó el asunto de manera amistosa».

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION