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Médicos de Castro aplican estimulante a Chávez

FINANCIAL TIMES <BR>Médicos de Castro aplican estimulante a Chávez

POR MARC FRANK Y RICHARD LAPPER
Después de estar seis meses en Caracas, la capital de Venezuela, Jusdani Curz, un entrenador de deportes cubano de 29 años, se está acostumbrando al sonido de disparos ocasionales en Santa Eduviges, el barrio marginal de la ciudad donde vive.

“Esto fue a lo que me resultó más difícil acostumbrarme”, dice el señor Cruz, que dejó a su esposa y familia en Bayamo, un pueblo apacible del Este de Cuba, para unirse a más de 20,000 maestros, médicos, dentistas, técnicos de laboratorio e instructores de educaciòn física  cubanos que acamparon en las áreas pobres de Venezuela durante los últimos dos años.

Ahora, en lugar de referirse a los encuentros de baloncesto de la liga cubana, el señor Curz organiza clases de bailes aeróbicos para mujeres jóvenes, enseña ajedrez a niños de seis años y orienta a los pensionados en sus pasos durante las sesiones de gimnasia matinal.

 “Hubo lágrimas cuando me fuÍ, pero mi esposa ya se está acostumbrando. Yo estaba preparado psicológicamente porque sabía que un día llegaría el momento de ser un internacionalista”, dice el señor Cruz, quien permanecerá en Caracas hasta principios del año próximo.

La presencia creciente del personal médico cubano en áreas como Santa Eduviges es la señal más visible de cooperación entre Fidel Casto, el presidente cubano, y Hugo Chávez, el líder nacionalista radical de Venezuela.

En las mañanas, durante la semana, dos médicos cubanos realizan cirugía en un centro de salud de ladrillos recién construÍdo; al mediodía visitan a algunas de las 500 familias del área. Cerca de allí, una pareja de personal técnico cubano atiende un laboratorio dentro de una escuela primaria, y a pocas cuadraS de distancia, ocho dentistas cubanos tratan pacientes durante 24 horas en una clínica improvisada fuera de una escuela secundaria.

En resúmen, Cuba  ha enviado más de 14,000 médicos, 3,000 dentistas, 1,500 oftalmólogos y 7,000 entrenadores deportivos a Venezuela, un contingente que representa una cuarta parte del sistema médico entero de Cuba. Además, como parte del programa “barrio adentro”, a miles de los venezolanos más pobres se les está brindando la oportunidad de entrenarse como médicos y trabajadores sociales, y más de 7,000 venezolanos han sido atendidos en hospitales cubanos.

La ayuda empezó a fluir en 2003, después de, primero, un golpe militar, y después, de una huelga general que no lograron derrocar al señor Chávez y que ha ayudado al líder venezolano a incrementar su popularidad, especialmente entre los pobres.

En diciembre, la colaboración con Cuba se incrementó bajo un acuerdo muy poco divulgado. Durante la mayor parte de los últimos dos años, Venezuela ha estado suministrando petróleo a bajo precio al señor Castro -cerca de una cuarta parte  de la cuenta por 53,000 barriles diarios de petróleo se paga mediante un crédito a 17 años con solo 2% de interés mediante un convenio que ayuda a aliviar los problemas de energía y transporte de Cuba.

Parte de esa ayuda representó un pago parcial por la ayuda cubana. Pero el grueso de la ayuda médica se le ofreció a Chávez bajo un generoso programa cubano en el cual los países anfitriones pobres, como Haití y Mali, le pagan a los médicos cubanos un pequeño estipendio mensual, pero no le hacen otros pagos al gobierno cubano.

Aunque los términos del nuevo acuerdo son poco transparentes -el acuerdo sencillamente estipula que Venezuela pagaría en términos altamente preferenciales- parece ser que Venezuela acordó hacer pagos por separado por la ayuda médica existente y por nueva ayuda. Un funcionario cubano dice que en el acuerdo de diciembre, los precios que la Organización Mundial de la Salud establece para los servicios médicos pudieran emplearse para calcular el valor de los servicios prestados.

Según un economista cubano, las ganancias generales de la exportación de servicios médicos, enseñanza y otros servicios profesionales pudiera llegar a US$750 millones este año, la mayor parte proveniente de Venezuela. No está claro si esto incluiría el valor del financiamiento prometido por Venezuela para la industria petrolera y la infraestructura. Pero sin tomar en cuenta lo anterior, esos ingresos significan que los servicios sociales le darían a Cuba su cuarto rubro, detrás del turismo, el níquel, y las remesas que envían los cubanos que viven en el extranjero.

A cambio, Cuba ha movilizado miles de médicos, enfermeras y técnicos más, y está prestando apoyo a una nueva fase del programa venezolano para crear 1,800 laboratorios, centros de rehabilitación y otros establecimientos clínicos.

En verdad, la relación se está haciendo un elemento central para las perspectivas de ambos gobiernos. El señor Chávez, que tiene el ojo en las elecciones presidenciales del año próximo, y la perspectiva de otros seis años en el poder, sabe que “Barrio adentro” lo ayudó a cantar victoria tanto en el referendo revocatorio del año pasado, como en las elecciones regionales recientes.

Para el señor Castro, la ayuda de Venezuela -además de los crecientes vínculos económicos con China que incluyen el financiamiento para remozar la depauperada infraestructura- ofrece la mejor oportunidad para mejorar los niveles de vida de los cubanos desde que el fin de la ayuda soviética a principios de los 90, arrojó al país en una profunda recesión.

Cuba ha declarado 2005 como el “Año de la Alternativa Bolivariana”, en honor a Simón Bolívar, el líder independentista latinoamericano del siglo XIX, exaltado por el señor Chávez.

Los ingresos provenientes de Venezuela, también pudieran permitirle al señor Castro centralizar más aún la economía, echando atrás muchas de las libertades introducidas a mediados de la década del 90, cuando el gobierno batallaba por su supervivencia. El banco central de Cuba prevé un incremento en el flujo de dólares de Venezuela y China, y recientemente actuó para tomar el control de los ingresos y el gasto de divisas de las compañías y los ministerios.

Hay por tanto, sobradas razones para esperar que los trabajadores de la salud cubanos, y otros como el señor Cruz estén en Venezuela todavía por algún tiempo.

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION

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