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Oferta china por unocal despierta viejos temores

FINANCIAL TIMES <BR>Oferta china por unocal despierta viejos temores

POR SHEILA MCNULTY
Los temores manifestados por norteamericanos sobre la oferta de CNOOC, la compañía estatal china por UNOCAL, ya los hemos oído antes: en la década de 1970, cuando los árabes se hicieron con instituciones como Tiffany & Co. Y en las de 1980 y 1990, cuando los japoneses compraron símbolos de la sociedad norteamericana, incluyendo el Rockefeller Center y los estudios MGM.

“Se produjo el mismo ruido, de que los árabes lo iban a controlar todo”, dice Amy Myers Jaffe, miembro de Wallace S. Wilson, para Estudios sobre Energía en el Instituto James A. Baker III de Política Pública. Pero eso fue sustituido pronto, en las últimas dos décadas por los temores de estar siendo echado a un lado por Japón.

Esta vez, sin embargo, las preocupaciones expresadas por las ambiciones de China parecen ser más profundas y más amplias. En verdad, hay críticos del acuerdo en el Congreso, y eso era de esperar. Pero las alarmas han estado sonando también en los gobiernos estatales.

“Tenemos que considerar que una adquisición por parte de CNOOC pudiera tener impacto en nuestra seguridad nacional y desviar el petróleo del país en momentos en que Estados Unidos no puede darse ese lujo”, escribió Steve Estly, Contralor del estado de California, al instar a los accionistas que rechazaran la oferta superior de CNOOC, a favor de la de Chevron, una compañía norteamericana.

Los fiscales generales de California, Texas, Montana y Nuevo México escribieron la semana pasada a UNOCAL, temiendo por el medio ambiente, la salud de los ciudadanos y la solvencia de los tesoros de sus estados si se llegara a realizar el negocio con CNOOC:

“Esto, realmente, es un problema nuevo”, dice Robin West, presidente de PFC Energy, una consultoría. Dijo que cuando los extranjeros adquirieron anteriormente activos norteamericanos importantes, los compradores eran corporaciones privadas.

“En este caso, está claro que es una institución de un gobierno”, dice el señor West. Explicó que nunca antes un gobierno extranjero estuvo detrás de activos norteamericanos. “Es un problema nuevo que hay que examinar”, afirmó.

El señor Jaffe considera que trasciende el 70% de propiedad del gobierno chino de CNOIOC, y que el asunto es la diferencia que existen entre los sistemas chino y norteamericano. Una de las razones por las cuales los temores sobre Japón no tuvieron trascendencia es porque Japón es un país democrático, no tiene una constitución militarista y ha apoyado a EEUU en iniciativas de política exterior, por ejemplo, en la ayuda en operaciones para el mantenimiento de la paz. (Además, los estadounidenses han acogido productos japoneses como los carros Honda y los juegos Pokemon).

Por otra parte, China es comunista, cree en un ejército fuerte y no siempre apoya la política exterior norteamericana. EEUU ha tenido dificultades para lograr la cooperación de China en situaciones con Irán, Corea del Norte y Sudán.

“La política exterior de China no se ve tan paralela con los intereses de EEUU, dice la señorita Jaffe. Esto se suma a los temores sobre rivalidades económicas sobre el papel geopolítico del país como una potencia en ascenso. Además, las objeciones de EEUU a los derechos humanos en China están bien fundamentadas, como las que tienen que ver con los temas de propiedad intelectual, como la piratería de cine y música. “Por eso le va a resultar más difícil a China disipar la paranoia, cuando esta surja”.

Si China hubiera hecho su oferta por UNOCAL más temprano, antes que Chevron, probablemente no hubiera generado tanta publicidad. Ya UNOCAL había firmado un acuerdo para vender sus activos a Chevron, la segunda compañía de petróleo y gas de EEUU, cuando CNOOC hizo su jugada para obtener los activos. Al entrar en la contienda como un agresor, mientras los precios del combustible están a US$60 el barril, convierte a China en el “Hombre del Saco”, en algunos círculos.

Un vocero de CNOOC dijo que la compañía se comprometía a cumplir con todas las reglas y regulaciones de EEUU de manera abierta y transparente. “Seguimos creyendo que tan pronto se conozcan todos los hechos y el propósito comercial y los términos de la transacción se comprenda plenamente, se resolverán muchas dudas”, dijo.

Los analistas consideran que EEUU y los chinos tienen que buscar terreno común y avanzar sobre los temas globales de la energía, puesto que ambos dependen de los suministros del Oriente medio y tienen necesidades energéticas que están aumentando rápidamente.

 “En realidad, nuestros intereses son los mismos”, dijo la señorita Jaffe. “Es muy negativo que no superemos este asunto del `Hombre del Saco´”.

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION

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