POR CHARLES CLOVER
BAGDAD.- Una semana de negociaciones frenéticas está en marcha, mientras los partidos ganadores en las elecciones parlamentarias batallan por conformar una coalición para aprobar un nuevo gobierno.

Dos terceras partes de los 275 nuevos miembros del parlamento tienen que aprobar un consejo presidencial de tres personas, que tendrá el poder de veto sobre las legislaciones que apruebe el parlamento y que, a su vez, elegirá un primer ministro.

Un vocero del Consejo Supremo para la Revolución Islámica en Irak (CSRII), que pertenece a la lista de candidatos del vencedor Alianza Unida Iraquí, dijo que esperaba que la gran negociación se consolidara durante la semana.

La necesidad de una mayoría de dos tercios significa que la Alianza tiene que concluir un acuerdo con al menos uno de los otros partidos ganadores, para ser capaz de seleccionar la presidencia y el primer ministro, el vocero parlamentario y los ministros principales.

“Aún cuando tenemos dos tercios de las sillas, no monopolizaríamos todos los puestos”, dijo Jawad al-Maliki, un miembro del partido Da´awa, uno de los partidos claves en la lista de la Alianza. “necesitamos edificar consenso en la sociedad iraquí, para darle a otros grupos una oportunidad de compartir la construcción del futuro”.

La Alianza, que está dominada por el clero chiíta y se postuló con la bendición tácita del clérigo chiíta más influyente de Irak, el Gran Ayatollah Ali al-Sistani, deberá obtener una ligera mayoría de los puestos.

Ha dicho que solo apoyará un primer ministro de sus propias filas, pero decidir quién será el elegido no será tarea fácil, y ya cuatro miembros de la Alianza han manifestado su interés.

Si los resultados, anunciados el domingo, no son disputados y se hacen oficiales dentro de dos días, 140 de los 275 asientos deberán pasar a la Alianza, que recibió 48% de la votación.

La Alianza del Kurdistán, compuesta por los dos partidos kurdos principales, deberá recibir 75 escaños, mientras que la Lista Iraquí, encabezada por el primer ministro interino Iyad Allawi, deberá ocupar 40, de acuerdo con la fórmula utilizada para calcular la representación parlamentaria de votos. Los 20 asientos restantes se dividirán entre nueve partidos.

Para tener el poder para elegir un primer ministro, la Alianza debe obtener el apoyo de la Alianza del Kurdistán o de la Lista Iraquí, con el costo probable de concederles la presidencia. Esto abriría un tema sectario espinoso.

Hasta ahora, el primer ministro ha sido un chiíta, mientras que el presidente ha sido un sunita, pero la necesidad de consolidar una coalición pudiera resultar en una combinación chiíta-chiíta o chiíta-kurda, porque los árabes sunitas boicotearon en gran medida las elecciones. 

Se ha mencionado al señor Allawi como posible contrincante para la presidencia, así como a Jalal Talabani, líder de la Unión Patriótica del Kurdistán.

El cargo también pudiera ir a manos del presidente interino Ghazi al-Yawer, una árabe sunita que encabeza una lista de candidatos que debe ganar cinco asientos.

El carácter el parlamento entrante depende mucho de si la Alianza va a votar como un bloque monolítico, o si la disciplina fracasa bajo el ego y las ambiciones de sus poderosos miembros.

Ya se están empezando a ver las fisuras, pues cuatro miembros de la Alianza se propusieron para el cargo de primer ministro. Entre estos, Adel Abdel Mahdi, un ex-economista y actual ministro de Finanzas interino, del CSRII, e Ibrahim Ja´aferi, un médico de 58 años que funge como vicepresidente interino, de Da´awa.

Entre otros posibles están Hussein al Sharistani, un ex científico nuclear que se negó a trabajar en el programa de armas atómicas de Saddam Hussein y fue encarcelado en 1979, y Ahmed Chalabi, un antiguo favorito de EEUU, que cayó en desgracia en medio de acusaciones de que distorsionó las informaciones de inteligencia previa a la guerra sobre las armas de destrucción masiva de Irak. Si los miembros no deciden por ellos mismos, el asunto pudiera pasar al comité ejecutivo de la Alianza, un órgano de seis miembros elegidos por el señor Sistani.

Jalal al-Din al-Sagheer, un miembro de la lista de la Alianza, dijo que la Alianza se mantendrá unida, y que un factor que trabaja a favor es que se planearon nuevas elecciones para finales de este año.

 “No está acorde con el interés de nadie romper filas porque tendremos elecciones dentro de solo 9 o 12 meses, y cualquiera que nos traicione será juzgado responsable”, dijo, implicando que no serían incluídos en la lista por una segunda ocasión.

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION