POR GEORGE PARKER, IAN BICKERTON Y RALPH ATKINS 
José Manuel Barroso, el presidente de la Comisión Europea, apeló el jueves a los líderes políticos de Europa, para proceder cautelosamente, después de los golpes potencialmente fatales propinados a la constitución europea por el referendo holandés el miércoles.

«Lo que pido por ahora es que los líderes políticos, en particular los jefes de gobierno, no tomen decisiones individuales o unilaterales. Pido a los líderes políticos que demuestren responsabilidad, que muestren cautela», dijo el señor Barroso.

El comité de asuntos constitucionales del parlamento, mientras tanto, se disponía a sostener sesiones especiales para leer los detalles del documento y decidir qué hay que hacer ahora.

Los Países Bajos dieron un «No» masivo, solo tres días después de que fuera rechazada por los franceses, rechazando el tratado 62% a 38%, ilustrando el cisma que se ha abierto entre el liderazgo y sus ciudadanos.

El tratado constitucional, que intenta que Europa trabaje de manera más eficaz y agudicen su perfil global, parece estar en camino hacia los estantes, después de los rechazos de dos miembros fundadores.

Ayer, jueves, el Reino Unido estaba reacio a hacer sonar las campanas de duelo, al decir que no le corresponde a un país declarar muerta la Constitución. Pero la reacción de Jack Straw, el secretario del Exterior, reforzó la noche del miércoles las expectativas de que el Reino Unido detendría la ratificación del tratado. «El veredicto de estos referendos ahora despierta profundas interrogantes para todos nosotros sobre la dirección de Europa», dijo.

Los votantes holandeses unieron fuerzas en una serie de temas, protestando por el euro, la propuesta ampliación del club con el ingreso de Turquía, la percibida pérdida de soberanía ante Bruselas y los costos por membresía. También fue un voto contra el gobierno de Han Balkenende, quien dijo el miércoles por la noche: «El pueblo holandés ha hablado y es claro e inequívoco. Respetaremos esta señal».

La participación fue superior a lo esperado, con un 63%, y la dimensión del voto negativo fue superior al 55% registrado en Francia el domingo.

Los temores de una inminente crisis política en Europa están generando preocupación en los mercados: el miércoles, el euro cayó 0.6%, a una baja de ocho meses de US$1.223 frente al dólar estadounidense, con lo que llevó sus pérdidas desde el viernes a 2.8%. La mañana del jueves, sin embargo, el euro parecía haber tenido una ligera recuperación.

Los negocios continuaron expresando temores sobre la incertidumbre causada por los dos votos negativos a la Constitución.

La asociación de manufactureros de Alemania dijo que las decisiones tendrían consecuencias devastadoras. «Para la industria alemana, y en particular el sector de ingeniería, que exporta más del 70% de su producción, es una señal fatal». Dijo Dieter Brucklacher, jefe de VDMA. «Es igualmente fatal para todo el desarrollo de Europa». Alertó contra una interpretación de los resultados en Francia y los Países Bajos como un deseo de «renacionalizar» Europa.

Los líderes europeos tendrán una cumbre los días 16 y 17 de junio para tratar de contener la inquietud. Es probable que la cumbre extienda la fecha de noviembre de 2006 para la ratificación, con la esperanza de que los votantes franceses y holandeses cambien su criterio.

Jean-Claude Juncker, primer ministro de Luxemburgo, quien ostenta la presidencia rotativa, insistió en que la ratificación debe continuar. Pero la Constitución se puede salvar solamente si los líderes de Francia y Holanda le hacen de nuevo la misma pregunta a su pueblo y obtienen una respuesta positiva.

«La Constitución [europea] está en un coma profundo y pudiera no salir de el», dijo un funcionario de la UE.

Se espera ahora que Gran Bretaña cancele su referendo programado, y otros, incluyendo Irlanda, la República Checa y Polonia, pudieran seguir. Tony Blair dirá en la cumbre de la UE que el RU no puede votar sobre un tratado moribundo y que él esperará para ver si Francia y los Países Bajos revierten sus decisiones. La República Checa propondrá extender la fecha de ratificación. El tratado podrá entrar en vigor solo si los 25 estados miembros lo aprueban.

Mientras tanto, el parlamento de Latvia votó el jueves abrumadoramente por la ratificación del tratado, como se esperaba. «Este es un gesto para el resto del mundo, de que queremos que el proceso de ratificación continúe», dijo Liene Kule, analista principal de Hansanbankan, en Riga, la capital del país.

El rechazo al tratado en Francia y Holanda pudiera amenazar las reformas económicas y la ampliación de la UE.

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION