POR HAL WEITZMAN
LA PAZ.- Carlos Mesa, el presidente de Bolivia, pareció estar al borde ayer de un acuerdo con los líderes del congreso para mantenerse en el poder, después de su inesperada oferta de renunciar la noche del domingo.

El Congreso debía votar ayer sobre la aceptación o no la oferta del señor Mesa. Pero mientras José Galindo, ministro de la presidencia estaba en conversaciones con los negociadores del Congreso ayer, un arreglo para mantener al presidente de la república en el cargo parecía probable.

La posibilidad de un acuerdo a pesar de las agudas dificultades sociales refleja la resistente popularidad del señor Mesa en gran parte del país -reflejada en las manifestaciones en su favor frente al Congreso en días recientes. También los opositores del presidente pudieran ser reacios a aceptar las culpas del caos que pudiera resultar de un vacío de poder.

«La presidencia de Carlos mesa es un mal necesario», dijo ayer a la televisión local Roberto de la Cruz, un líder indigenista. «Si el renuncia, sería desastroso para nuestros movimientos sociales», Incluso, el Movimiento al Socialismo (MAS), dirigido por Evo Morales, el líder radical indigenista de loa cosechadores de coca, indicó que sus diputados no aceptarían la oferta de renuncia del señor Mesa, aunque se esperaba que abandonaran la cámara durante la votación.

Una votación a favor de que el señor Mesa permanezca en el cargo sería una victoria personal para el jefe del Estado, por una parte y un estímulo para la democracia en un país en el que las protestas callejeras han tenido una poderosa influencia en la toma de decisiones políticas.

«Mesa llegó al cargo fustigando al Congreso y a los partidos políticos, pero si gana esta votación un nueva fuerza vendrá de un voto confianza del Congreso», dijo Eduardo Gamarra, un politólogo de la Universidad Internacional de La Florida.

Se piensa que el señor Mesa condicione la continuación de su presidencia a un replanteo sustancial de una ley de hidrocarburos aprobado por la cámara baja del Congreso la semana pasada.

La legislación había alarmado a los inversionistas extranjeros en las vastas reservas de gas del país -la segunda de América del Sur- debido a un nuevo impuesto de 32%, además del del nivel actual de18% de pagos por derechos. La propuesta de renuncia del señor Mesa fue resultado de una intensa inquietud social después del rechazo por el Congreso de una exigencia de MAS de un impuesto de 50% la semana pasada

El señor Mesa ha expresado que se negará a firmar una ley que vuelva «inviable» el sector para las compañías extranjeras que invierten en Bolivia.

Un acuerdo con los líderes del Congreso pudiera incluir un acuerdo para retomar el tema de los impuestos.

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION