FINANCIAL TIMES
Rivales de China esperan resultado de «terribles profecías»

FINANCIAL TIMES <BR>Rivales de China esperan resultado de «terribles profecías»

POR ALAN BEATTIE Y ALEXANDRA HARNEY
Una sensación de calma inestable prevalece sobre uno de los más importantes campos de batalla en el comercio mundial. Con la eliminación de las cuotas globales de textiles y vestuario el primero de enero, los productores a bajo costo de China pueden correr libremente en una industria que ha llegado a simbolizar el desarrollo económico.

La Organización Mundial de Comercio (OMC) estima que China pudiera apropiarse de la mitad del mercado mundial, cerca del doble de su porción actual. Hasta ahora, hay pocas pruebas de que este ataque -que probablemente beneficie a los consumidores, pero que es temido por los manufactureros rivales- haya empezado. Sin embargo, los pedidos están en un letargo por la temporada; el verano y el otoño, cuando se inician los pedidos para Navidad, son los tiempos más ocupados de la industria.

Los propios instrumentos de China para limitar el impacto de sus productores, un impuesto de exportación a la ropa que se fijó es tan bajo que los manufactureros dicen que casi no tiene efecto alguno. Y debido a que los políticos de EEUU y la UE están divididos sobre cómo manejar el impacto de China, se mantiene el potencial para el conflicto.

Hasta ahora, los productores chinos están reportando un pequeño impacto. La producción china actual refleja los pedidos realizados por los detallistas el año pasado, cuando no estaba claro qué tipo de restricciones pudieran imponer EEUU y la UE

Zhao Wei, gerente general de Shanghai Silk Group, un fabricante líder del mercado que suministra productos Ann Taylor y Liz Clairborne, dice que los pedidos cambiaron poco el año pasado. «Pudiera ser porque nuestros clientes son compañías norteamericanas que compran globalmente», dice. «Ellos pudieran haber previsto la situación de China y colocaron sus órdenes con cautela», agregan.

Los detallistas han continuado comprando a otros productores por los temores de una guerra comercial. «Realmente le dijimos a nuestros productores que no pusieran todos los huevos en una sola cesta», dice Willy Lin, presidenta del Consejo Textil de Hong Kong.

La cautela pudiera ser una medida inteligente. Artículos especiales en el acuerdo de acceso de China a la OMC facilitan que otros miembros de la organización impongan «salvaguardas» -restricciones de emergencia a las importaciones-. En particular, le hace más fácil actuar contra la amenaza de un alza de las importaciones ante de que se materialice.

Después del cabildeo de los productores de ropa y textiles de EEUU, el Departamento de Comercio norteamericano trató de hacer eso mismo, al respaldar nuevas salvaguardas. Sin embargo, hasta ahora su imposición ha estado impedida por un mandato de los tribunales, conseguido por la Asociación de Importadores de Textiles y Vestuario.

No obstante, los productores de textiles esperan que la administración apele la decisión, insistiendo que simplemente están utilizando las propuestas establecidas en acuerdos textiles anteriores, más que creando nuevas formas de proteccionismo.

Cass Johnson, presidente del Consejo Nacional de Organizaciones Textiles de EEUU, dijo; «La idea generalizada de actuar contra una amenaza ha estado dando vueltas desde hace algún tiempo. Lo único nuevo es […] la aplicación». Turquía, cuyos manufactureros es probable que pierdan parte de sus ventas de textiles contra China, también impuso controles a las importaciones de textiles.

La UE ha tomado otra posición. Aunque la Comisión advirtió a China que restrinja las exportaciones de textiles y ropa, para lo cual estableció un proceso de vigilancia especial, insiste en que requerirá pruebas firmes antes de actuar.

«Las salvaguardas preventivas nunca han sido nuestra filosofía», dice el vocero de Peter Mandelson, el comisario de Comercio de la UE. «Hemos oído hablar de estas profecías terribles, pero vamos a esperar a ver qué pasa».

Sin embargo, los manufactureros europeos ven con envidia la posición de medidas preventivas de EEUU. «Mientras esperamos para ver qué va a pasar, se producen daños claros y se pierden empleos y pierden las compañías», comenta William Lakin, director general de Euratex, la asociación de compañías textiles y de vestuario de Europa.

Puede que las pruebas no demoren en llegar: los primeros indicios del impacto de China es probable que se produzcan dentro de algunas semanas, o a lo sumo, algunos meses. Por ahora, sus atemorizados rivales observan y esperan.

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION

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