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Señales de peligro no disminuyen atractivo de Brasil

FINANCIAL TIMES <BR>Señales de peligro no disminuyen atractivo de Brasil

POR JONATHAN WHEATLEY 
SAO PAULO.- Un debate sobre acusaciones de corrupción que ha afectado al gobierno brasileño y asustado a los inversionistas mostraba ayer señales de estar disipándose. Una figura importante en el escándalo no aportó evidencias firmes a un comité del Congreso para sustentar sus acusaciones de una extendida corrupción en ese órgano legislativo.

Muchos inversionistas se han excedido en Brasil durante buena parte de los dos últimos años El 6 de junio, Roberto Jefferson, líder de un partido de la coalición gobernante generó cierto nerviosismo al acusar al Partido de los Trabajadores del presidente izquierdista Luis Ignacio Lula da Silva de pagarle a los miembros de los partidos de la coalición en el Congreso R$30,000 al mes por su lealtad.

Las acciones, bonos y la moneda brasileña cayeron, cuando los inversionistas se apresuraron en reducir su exposición. Hubo temores de que nuevas revelaciones implicarían a importantes ministros, o al presidente, lo cual provocó una retirada de los activos brasileños. Cuando esas supuestas revelaciones no surgieron, al menos no en la aducienc9ia del Congreso del martes, los inversionistas regresaron.

Sin embargo, algunos observadores sienten que los inversionistas pudieran estar ignorando las señales de nuevos peligros en su premura por encontrar retornos en los activos brasileños de alto rendimiento.

«Las condiciones de liquidez externa son tan generosas que los inversionistas están dispuestos a parar por alto casi cualquier situación negativa porque están desesperados por el rendimiento», dice Christian Stracke, analista principal de mercados emergentes en CreditSights, una firma de investigaciones radicada en Nueva York. «La gente tomó la ausencia de nuevas malas noticias como un señal de compra».

Sin embargo, si el gobierno resiste esta nueva tormenta, según cree el señor Stracke la moneda de Brasil está alarmantemente sobrevaluada y va en camino de una caída.

No obstante, las opiniones difieren sobre el nivel verdadero del real. Ricardo Amorim, jefe de investigaciones sobre América Latina en WestLB, sigue el método del banco central de evaluar el real al comparar las tasas de inflación al consumidor en Brasil y en sus 15 mayores socios comerciales.

Dice que la moneda está sobrevaluada en 7% comparada con su nivel promedio desde enero de 1999, pero subvalauda en 12% frente a su promedio desde julio de 1994 (cuando el real fue introducido). En un horizonte a largo plazo, dice que el real está casi sobrevaluado en 19% frente a su promedio desde enero de 1980.

El señor Stracke sostiene que, puesto que lo que importa cuando se habla de la tasa de cambio es la competitividad exportadora, los precios al productor son una guía mejor. Según esta medida, utilizando los ocho socios comerciales principales de Brasil, el real está sobrevaluado en más de 40% frente a su promedio desde julio de 1994.

Durante la última crisis política de Brasil entre abril y octubre de 2002, el real se depreció 27%. Para volver a caer en esas bajas históricas, el real tendría que devaluarse ahora en 54%. Ni siquiera el señor Stracke, uno de los observadores de Brasil más pesimistas, cree que se produciría una caída como esa en el corto plazo. Donde otros ven razones para confiar en el flexible excedente comercial de Brasil y en el atractivo de sus muy altas tasas de interés, él ve más gas para una burbuja que más tarde o más temprano se desinflará, o estallará.

Este año, por ejemplo, el excedente comercial es probable que supere el récord del año pasado de US$34 millardos, a pesar del alza del real de R$3.16 por dólar hace un año a cerca de R$2.43 hoy, impulsado por la demanda de materias primas de Brasil y el éxito de sus manufactureros en la apertura de nuevos mercados (ayudados por un real previamente débil). Si el real se mantiene firme, advierte el señor Stracke, los exportadores perderán terreno en los mercados a los que acaban de entrar, mientras los productores asiáticos e menor costo establecerán bases en Brasil. Por el momento, es fácil ignorar esas advertencias.

Sin embargo, sí se está haciendo menos fácil ignorar las señales de que algo anda seriamente mal en Brasilia. Los inversionistas van a necesitar nervios de un mejor acero que nunca para mantener el rumbo. O quizás, solo gafas con cristales rosados.

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION

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