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Tácticas astutas; destacan papel de la OMC

FINANCIAL TIMES <BR>Tácticas astutas; destacan papel de la OMC

No hay mejor estímulo para que un país influya en la política de comercio global que un grupo bien organizado de exportadores de clase mundial. En la medida que el poder de los agricultores de Brasil ha crecido en los mercados mundiales, así el enérgico cabildeo de sus políticos contra los subsidios y el proteccionismo agrícola en el mundo rico ha pagado dividendos.

Algunos acusan a los brasileños de exagerar su influencia, o de negociar a favor de sus intereses propios en lugar de los de países en desarrollo en su conjunto. Pero parecen estar decididos a continuar.

Particularmente destacado son los dos casos que Brasil llevó con éxito al panel de disputa de la Organización Mundial de Comercio. El panel falló que los subsidios al algodón en Estados Unidos y el azúcar en Europa violaban las reglas de la OMC y distorsionaban el comercio mundial. Estas victorias de alto nivel, la primera en enfocar los subsidios agrícolas de los países ricos, obligó a que el tema subiera en la agenda internacional.

Pedro de Camargo Neto, un combativo ex funcionario del Ministerio de Agricultura considerado como el padre de los casos del azúcar y el algodón, dice que el efecto demostrativo del litigio fue tan importante como los remedios reales ordenados por la OMC. “Yo tenía la idea de utilizar los casos como una herramienta de comunicación”, dice.

Él escogió el algodón antes que la soya porque aunque Brasil tiene muchos más cultivadores de soya que de algodón, el daño al régimen de subsidios de EEUU era mucho más obvio. “Queríamos entonces, para equilibrar, un litigio contra la Unión Europea, y elegimos el azúcar”. El señor de Camargo considera que otros países deberían tomar ahora el batón: Uruguay pudiera llevar el caso contra el apoyo al arroz en EEUU, por ejemplo, o  Argentina contra los pagos de productos lácteos europeos.

Muy pocos países en desarrollo tienen la capacidad de Brasil para llevar procesos en la OMC, que pueden resultar caros y complejos. Para superar la burocracia del procesos, Brasil estableció un centro de analistas encabezado por Marcos Jank, un experto en comercio que dirigió el equipo de negociaciones agrícolas de Brasil en la reunión ministerial de la OMC en Cancún, México, en 2003. Un equipo de dedicados economistas brasileños, ayudados por solidarios académicos de EEUU y un altamente potenciado equipo legal de EEUU ayudó a lograr la victoria.

El papel de liderazgo de Brasil va más allá del litigio. Poco antes de las conversaciones en Cancún, Brasil convocó el Grupo de 20 países pobres para negociar los temas agrícolas dentro de la OMC, y se convirtió en uno de los llamados “cinco partes interesadas” (además de EEUU, la UE, Australia e India) encargados de impulsara las conversaciones durante el año pasado. Sin embargo, hay sospechas de que Brasil, al concentrarse con tanta intensidad en los subsidios agrícolas y el acceso al mercado en los países ricos, está moviendo sus intereses propios mientras habla ostensiblemente en nombre del mundo en desarrollo. En particular,, mientras el caso del algodón puede beneficiar también a los productores de África Occcidental, al elelvar el precio mundial, el caso del azúcar pudiera afectar a los cultivadores de África, el Caribe y el Pacífico (ACP), quienes tienen acceso especial a los mercados de altos precios de Europa. Como dijera Marcos Jank: “Brasil lideró el mundo en desarrollo con el caso del algodón, pero con el del azúcar, muchos de los países de la ACP estaban más cerca de Europa.” Pedro de Camargo Neto admite que el litigio es una herramienta sin filo: “No podemos resolver todos los problemas del desarrollo con un caso del comercio”.

Estas preocupaciones no han disminuido el entusiasmo de Brasil por buscar la representación del mundo en desarrollo. Celso Amorim, el influyente ministro de Relaciones Exteriores del país, dice que las divisiones entre los países en desarrollo “están inventadas por los burócratas de Bruselas”. Brasil ha tratado de superar las divisiones al prestarle ayuda a los productores de azúcar del Caribe para construir plantas productoras de etanol, suavizando así el golpe de la caída en los ingresos por exportaciones a Europa..

 “No quiero robarle el `show´ a nadie”, dice el señor Amorim. “Brasil no está dictando la dirección de las negociaciones de la OMC. Todo lo que hacemos es mediante consultas”.

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION

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