De acuerdo a los  autores griego sclásicos, un cambio político está sujeto a un ciclo recurrente. Comenzamos con la tiranía, que fue derrocada por lo que entonces era llamado democracia.  La notoria irresponsabilidad de “la gente” condujo el sistema a endurecerse y a convertirse en una oligarquía que mutó otra vez en una tiranía, guiando a cargas inaceptables y de ese modo a una nueva revolución democrática; y así el ciclo completo comenzaría nuevamente.

Un ciclo similar, igualmente estilizado, puede discernirse en la política económica moderna, ya sea a nivel de un país individual o de la comunidad de naciones industrializadas.

Comenzamos con la expansión económica, la cual correcta o incorrectamente se considera fuera de control. Algunas veces existe la amenaza de la inflación, o la alarma en los déficits presupuestarios, o la preocupación sobre el ritmo de la expansión del crédito, y algunas veces el eslabón de la tasa de cambio parece tambaleante.

Frecuentemente es una combinación de algunos o de todo lo anterior.  La segunda etapa es de austeridad fiscal o financiera. A menudo esta es decepcionante, ya que los efectos adversos sobre la producción y el desempleo pueden llegar mucho antes por vía de que las variables financieras se estabilicen.

En el peor de los casos la depresión en la actividad económica y el empleo puede por un momento causar que los déficits presupuestarios se extiendan. El llamado sale de fuentes respetables, tales como empresas organizadas, la oposición oficial e incluso de los apoyadores políticos del gobierno, para “ir por el crecimiento”.

Los jefes de gobierno entonces se apoyan en sus ministros financieros para hacer eso: lo cual, en la práctica, implica intentos para estimular la demanda sin necesidad de añadir la tinta roja fiscal.

Los empleos están garantizando algunas inversiones o préstamos bancarios. Pero estos no pueden hacer el truco en ausencia del dinamismo en la demanda del consumidor.  A lo mejor, subrepticiamente, y luego más y más abiertamente, la contracción se alivia, se estimula la demanda del consumo y nos vamos al próximo boom.   En muchos países y áreas ahora estamos en la etapa del clamor por “ir por el crecimiento”.

Puede ser especialmente desconcertante para la gente común, por el hecho de que un conjunto de críticos de izquierda están golpeando el tambor para ir por crecimiento, mientras que otro grupo, en compañía de algunos líderes religiosos, moralistas y filósofos, está denunciando la obsesión con la prosperidad material cada vez mayor en países que ya son ricos, y que desean hacer un alto.

Una importante atracción secundaria es el ataque sobre las políticas de bajas tasas de interés de los bancos para privar a los pensionados y a otros ahorrantes de los frutos de sus ahorros. El debate podría hacerse con una pequeña aclaración. El economista y periodista Peter Jay, una vez hizo la distinción entre el Crecimiento 1 y el Crecimiento 2.

El Crecimiento 1 implica reducir la brecha entre las tasas actuales y las tasas normales del desempleo y la utilización de la capacidad: por instancia entre la tasa de desempleo actual de 8.1% en Reino Unido y una tasa sostenible, estimada en 5.4% por la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria.

Los partidarios del Crecimiento 1 básicamente están argumentando un estímulo de la demanda. La pregunta es qué tipo debería ser y si este choca con la estrategia de reducción de déficit original del gobierno.  La respuesta es: “Sí, pero, ¿y qué?” Aunque la última baja en la inflación puede ser en parte un problema pasajero esta proporciona un pretexto útil para más estímulo monetario o fiscal. 

El Crecimiento 2 es un concepto más a largo plazo. Una vez que la economía está tan cerca del estado de total empleo cuando sea posible, ¿qué tan importante es esto para que la producción esté en una tendencia al alza? Lo que importa, incluso para un adicto al crecimiento, es la producción per cápita. Un incremento en el producto interno bruto que simplemente refleje el crecimiento poblacional es difícilmente un objetivo sensible de la política. El peor argumento para una política de inmigración liberal es que este incrementará el producto interno bruto total del país. Más allá de eso, las opiniones se dividen.

El creciente producto interno bruto per cápita es desesperadamente importante para la mitad de la población del mundo que todavía está cerca de la línea de la pobreza. Para el resto de nosotros este es seguramente sensible al factor en tiempo libre, por instancia considerando el producto interno bruto por hora, el cual también lo hace raramente en las estadísticas titulares.

  Los críticos culturales tienen un punto al decir que las instituciones actuales y las actitudes priorizan el ingreso neto sobre el tiempo libre y motivan las formas de crecimiento que contaminan el medioambiente. Piense en los cementerios destinados  a los autos usados. 

Los partidarios del crecimiento pueden legítimamente replicar que el crecimiento no necesita tomar una forma material. Suponga que usted toca la flauta y yo escribo poesía. Si tanto el flautista como el poeta mejoran, eso es crecimiento. ¿Cómo sabemos que han mejorado? Porque otros manejarán más productos materiales (en forma de efectivo) por el privilegio de escucharnos. Esto es lo más lejos que uno puede razonablemente llevar el argumento.

Todos tenemos derecho a nuestras opiniones sobre qué tan bien o mal los ciudadanos emplean sus ingresos y su tiempo libre, aunque en mi opinión eso se hace mejor con literatura imaginativa que por medio de gente que ofrece conferencias. Mientras tanto, dejemos que las autoridades gubernamentales se concentren en asegurar las condiciones para llegar lo más cerca del pleno empleo sin inflación y que eliminen las distorsiones a niveles micro.  Luego dejemos que aumente la tasa de crecimiento como producto de las actividades de los ciudadanos individuales que no necesitan ser intimidados con citas sobre la buena vida escritas por Aristóteles o por alguien más.

Las claves

1.  Tiranía

De acuerdo a los clásicos autores griegos, un cambio político está sujeto a un ciclo recurrente. Comenzamos con la tiranía, que fue derrocada por lo que entonces era llamado democracia.

2.  Creciente PIB 

  El creciente producto interno bruto per cápita es desesperadamente importante para la mitad de la población del mundo que todavía está cerca de la línea de la pobreza. Para el resto de nosotros este es seguramente sensible al factor en tiempo libre.

Cifras  demandas  desempleo rebotan después  caída anterior

Anjli Raval

Las demandas por desempleo en EEUU rebotaron la semana pasada hasta niveles consistentes con la tendencia de un modesto crecimiento de empleos observado en los últimos meses, después que factores estacionales causaron una fuerte caída la semana anterior. 

Las demandas por beneficios de desempleo incrementaron por 34,000 hasta 386,000 por la semana que terminó el 14 de julio, según muestra la data del departamento laboral.

Los números de la semana anterior se elevaron hasta 352,000 desde los 350,000, originalmente reportados, que fue el nivel más bajo en más de cuatro años.

El sustancial aumento de la semana pasada en las demandas sorprendió a los economistas que habían pronosticado un incremento menor hasta 365,000. La data de demandas por el mes de julio frecuentemente es impredecible como resultado de los cierres anuales de las plantas de fabricación de autos.

Los trabajadores típicamente demandaban un seguro de desempleo durante las cesaciones temporales.

No obstante, este año, varios fabricantes mantuvieron las plantas funcionando para satisfacer una demanda más alta, haciendo la data más difícil de ajustar por los factores estacionales, dijo Sara Kline, de Moody’s Analytics.

“Eso dice, que el fuerte aumento en las demandas es decepcionante. Ya que el inusual patrón de los cierres de plantas automotrices se desvanecerá en las próximas semanas, buscando que las demandas se estabilicen”, ella dijo.

 Cuando las solicitudes de beneficios de desempleo caigan por debajo de 375,000, eso indica que la contratación es suficientemente fuerte para empujar en descenso la tasa de desempleo.

El promedio de movimiento de cuatro semanas de las nuevas demandas, que suaviza la volatilidad, bajó 1,500 hasta 375,000, el nivel más bajo desde la semana que terminó el 19 de mayo. Pero Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, ofreció una sombría evaluación de la perspectiva, diciendo que la contratación había sido “débil” en junio y a principios de junio.

El crecimiento de empleos bajó hasta 91,000 al mes desde abril hasta junio, bajando desde 226,000 al mes en el primer trimestre.  El desempleo se ha sostenido en un 8.2% por dos meses consecutivos.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA