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Aumento factura  empuja 1 millón de familias a  pobreza energética

FINANCIAL TIMES<BR>Aumento factura  empuja 1 millón de familias a  pobreza energética

David Blair
Las facturas energéticas más altas forzaron a un millón de familias británicas a la “pobreza energética” en un espacio de un año, de acuerdo a un estudio oficial.

Los cálculos ofrecidos por el Departamento de Energía y Cambio Climático, publicados el jueves, mostraban que más familias se vieron obligadas a gastar al menos un décimo de sus ingresos anuales en gas natural y electricidad.

El crecimiento total desde 4.5 millones de familias en el 2008 hasta 5.5 millones en el 2009, el último año cubierto por las cifras del Gobierno. En este periodo, los precios del gas al detalle aumentaron por un 14% y de la electricidad un 5%.

Desde entonces, las facturas energéticas se han elevado por sumas aún mayores, guiando a los campañistas a decir que el número de familias en “pobreza energética” tendrá que aumentar otra vez.

“Los crecientes costos energéticos le están creando dificultades a millones de pensionados más pobres, familias y personas discapacitadas, dejando que muchos corten la calefacción y otros recursos básicos”, dijo Autrey Gallacher, directora de energía en la empresa Consumer Focus.

La semana pasada, British Gas aumentó sus precios del gas por un 18% y los de electricidad  un 16% con efectividad el 18 de agosto. Incluyendo un aumento de factura impuesto en diciembre, esta decisión implicará un 26 por ciento de aumento en los cargos por British Gas en un periodo de ocho meses.

Gallacher dijo que el resultado serían un mayor número de familias en “pobreza energética” en el curso del 2011. Si otros servicios aumentan sus cuentas por sumas comparadas a las de British Gas, el total entonces aumentaría hasta 6.4 millones de familias, de acuerdo a Consumer Focus.

El Gobierno ha anunciado una reforma radical del mercado eléctrico, diseñada para asegurar que las compañías energéticas reemplacen la capacidad de generación perdida de Reino Unido y reduzcan las emisiones de dióxido de carbono. El proyecto  para nuevas estaciones de energía y redes ascenderá a £110 millardos. La revisión de la infraestructura energética que el Gobierno dice que se necesita costará £200 millardos.

Los expertos pronostican que las compañías de servicios públicos inevitablemente pasarán esta carga en forma de facturas más altas. Los costos energéticos representan una carga desproporcionada sobre los ancianos y los pobres.

En el sector privado la industria de manufactura se lleva la peor parte.

“Los consumidores están pagando un fuerte precio por esta desarticulada, incoherente e inasequible política energética del país,”, dijo Ann Robinson de uSwitch, una página Web dirigida a los consumidores.

Chris Huhne, secretario de energía, argumenta que él ahorrará el dinero de los consumidores a través de la reducción de la dependencia de Reino Unido hacia los costosos combustibles fósiles.

El Gobierno está introduciendo el esquema de eficiencia energética llamado Green Deal, que ha sido diseñado para mejorar el aislamiento de los hogares sin costo alguno. El costo será cubierto por el ahorro de futuras facturas energéticas.

No obstante, las compañías energéticas están entre las más desconfiadas organizaciones en Gran Bretaña y hay dudas sobre la posible acogida del Green Deal.

Las cifras

£110

Millardos.  Será costo del proyecto  para nuevas estaciones de energía y redes en RU.

18%

Aumentó  la semana pasada, British Gas a sus precios y los de electricidad  un 16%.

 6.4 millones  de familias podrían ser pobres energéticos si otros servicios también aumentan.

Tratando escapar de parálisis deuda de Estados Unidos

Con apenas dos semanas antes de cumplirse la fecha límite que fue establecida para el 2 de agosto, la arriesgada política que se impone en las tortuosas conversaciones del límite de deuda continúa llevando a Washington y al mundo más cerca del impago de la deuda de Estados Unidos.

De acuerdo con una versión,  Barack Obama salió enojado de una sesión de negociación la semana pasada. Esto muestra lo alto que andan los ánimos.

Ya sea que el escándalo fuera parte de los operísticos uno podría esperar antes que un acuerdo de último minuto se lograra, o una señal de inminente discordia, es difícil decirlo. Lo que es fácil de decir es que esta es una forma sorprendente, deplorable e inaceptable de que Estados Unidos conduzca sus relaciones.

La culpa radica cada vez más en los republicanos del Partido Conservador que participan en la Cámara de Representantes. Para un mayor o menor acuerdo, otras líneas en la disputa presupuestaria han señalado la voluntad de compromiso. El Partido Conservador todavía desea que todo se haga a su propia forma, independientemente de las consecuencias.

Obama ha sido valiente. Al proponer un “gran acuerdo” para resolver el asunto hasta después de las elecciones del año próximo, él ofreció recortes en programas apreciados tales como Medicare y Medicaid. Algunos republicanos que incluyen a John Boehner, el líder del partido en la Cámara, ha dicho que los ingresos adicionales (nunca dice “incrementos fiscales”) pueden ser posibles, una pequeña concesión que los demócratas están determinados a obtener. Pero los republicanos del Partido Conservador se rehúsan a moverse para exigir fuertes recortes y sin nuevos ingresos.

Tomándoles la palabra, muchos desean que la disputa quede sin resolver el 2 de agosto, ya sea porque ven la fecha límite de la Tesorería como un engaño, o debido a que creen que un impago “temporal” o “técnico” enviaría un mensaje poco práctico. Se ha llegado a algo cuando una poderosa corriente de la opinión republicana ve la fe y el crédito del gobierno de Estados Unidos como una garantía en su disputa con los demócratas.

Los observadores han comenzado a comparar la disfunción política de E.U. con la de Italia. A juzgar por lo últimos días, la comparación es injusta para Italia. Las quejas de Tim Geithner, secretario de la Tesorería, y otros oficiales de E.U. sobre el fracaso de Europa en resolver sus propios problemas de deuda, son difíciles de tomar seriamente dado el estancamiento en Washington.

Un acuerdo todavía podría llevarse a cabo, y podría ser. Pero a medida que el reloj corre, y cada lado sospecha que el otro miente o engaña, el riesgo de un impago accidental incrementa. Las posiciones están ahora tan arraigadas que las arcanas maniobras legislativas pueden necesitarse para difuminar la responsabilidad y dar a cada lado lo que muchos valoran más altamente que la posición del país en los mercados: una plausible negación. Tales maniobras corren sus propios riesgos, y tomarían tiempo para ejecutarse.

Mitch McConnell, el líder republicano en el Senado, ha propuesto una estrategia que, por toda su aparente absurdidad, puede valer la pena explorar. Los demócratas y la Casa Blanca evidentemente están de acuerdo, ya que ellos no lo han denunciado.

El consejo de McConell es un mecanismo único que permite a Obama proponer el aumento del límite de deuda, que la Cámara vote en contra de este, y que el presidente vete el bloqueo de esa resolución. 

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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