Edward Luce  
Está tan seco en el Medio Oeste que los árboles están sobornando a los perros. Así va el chiste de la época de sequía de la década de los ‘30.

En las pasadas dos semanas, EEUU ha roto el récord de los récords de calor. Y en los pasados 12 meses la temperatura promedio ha superado a cualquier otra desde que comenzaron los récords de EEUU, incluyendo el 1933, el año más caliente de esa década tan sobrecalentada. Tampoco es que los dioses del clima estén victimizando a América.

De acuerdo a la Nasa, nueve de los diez años más calientes globalmente han ocurrido desde el año 2000. Y así sucesivamente, de un hito a otro, hasta que llegamos a un acuciante dilema: la evidencia del calentamiento global nunca ha sido más fuerte, pero el apetito público para responder raramente ha sido más débil.

En ningún otro lado ambas observaciones son más ciertas que en EEUU. Sin embargo, en pocos lugares la lista de pretextos se agrupa de manera tan impresionante. 

Para sorpresa de muchos, el presidente Barack Obama en abril dijo a la revista Rolling Stone que él haría frente al cambio climático como una prioridad del segundo mandato.

En caso de que Obama gane la Casa Blanca y recoja esa promesa perdida, él enfrentaría tres desafíos que estaban ausentes o que eran más débiles cuando él fue electo la primera vez. Las probabilidades de él crear cierto tipo de régimen de carbono seguramente serían más bajas. Como muestran los recientes incendios forestales en Colorado y la sequía en Texas, la continua inacción afectará a los estadounidenses al igual que a los extranjeros. 

El primer desarrollo y el menos previsto desde el 2008, es que EEUU está rápidamente cambiando de ser un consumidor a ser una nación productora.

Sobre bases económicas, sus horizontes energéticos en expansión son maná del cielo. Cuando Obama fue electo, EEUU estaba importando casi dos tercios de su petróleo. Ese número ha bajado casi la mitad y sigue descendiendo.

En el 2008, King Coal todavía dominaba la producción eléctrica de EEUU. El mes pasado el gas natural suplantó el carbón como la mayor fuente de suministro energético de EEUU.

Tan dramáticos son los hallazgos de EEUU, que los analistas hablan de que EEUU se está convirtiendo en la nueva Arabia Saudita del mundo para el 2020, con más de 15 millones de barriles al día de producción de energía líquida (contra los 11 millones de barriles por día de este año del reino del desierto).

La mayor parte del crédito va para los innovadores del sector privado, que tomaron su ejemplo de los altos precios del petróleo en la última década para idear formas de aprovechar las reservas subterráneas de “petróleo apretado” y de gas de esquisto. Y algo de esto se redujo a pura suerte. Lejos de alcanzar su frontera final, EEUU ha descubierto nuevas fuentes bajo tierra. 

El segundo desafío es político. Incluso sin una profunda recesión y la débil recuperación posterior, la nueva abundancia energética de EEUU habría alterado el estado de ánimo. Pero la combinación de los dos ha acabado con las conversaciones de hacer frente al cambio climático (con la excepción del comentario de Obama a Rolling Stone).

En el 2008, John McCain, el candidato republicano, tenía el plan cap-and-trade, sistema de fijación de límites máximos e intercambio de los derechos de emisión” para frenar las emisiones de carbón.

En el 2012, Romney evita el asunto por completo. Ambas posiciones capturan el temperamento de sus tiempos. Así también lo hace el lenguaje alterado de Obama.

El destino le ha ofrecido un golpe de suerte. De acuerdo a IHS Cera, el grupo de investigación energética, la fracturación hidráulica por sí sola ha creado 600,000 empleos en EEUU, casi tantos empleados como han sido despedidos por los gobiernos estatales y locales desde el 2009.

Piense en cuánto peor sería el cuadro de los empleos sin el boom energético. El mes pasado, Rex Tillerson, director ejecutivo de ExxonMobil, admitió que el calentamiento global estaba sucediendo, un gran paso para la compañía que ha argumentado más agresivamente en contra de esto.

Él agregó que lo que todos nosotros podemos hacer es adaptarnos a los cambios que nos rodean. De ese modo, inusualmente, Exxon se encuentra justo en línea con la opinión pública.

En una encuesta del Washington Post/Universidad de Stanford la semana pasada, una gran mayoría de estadounidenses dijo que el calentamiento global estaba ocurriendo. Igualmente, amplios márgenes se oponen a dar pasos mandatorios en casa, o proveer asistencia a nivel internacional, para tratar de frenarlo. 

Dado el estado de ánimo, sería un suicidio político proponer poner un precio al carbón. Y es difícil de creer que el cálculo cambiará después de noviembre. Algunas de las derrotas demócratas en la Casa Blanca se culparon del pasaje del controversial anteproyecto de cap-and-trade Waxman-Markey, que murió en el Senado ese año. Es improbable que Obama se arriesgue a un desastre de mitad de un periodo consecutivo en el 2014. El reto final es lógico. Sin implicarlo, EEUU ha reducido sus emisiones de carbono por más de un 7% desde el 2007. Las emisiones de Europa han disminuido por casi un 10%. Gran parte de esto se debe a la reducida actividad económica. Pero de acuerdo a un nuevo documento de IHS Cera, más de la mitad viene del cambio de carbón a gas. EEUU está experimentando el equivalente a Gran Bretaña después de la huelga de los mineros de carbón de mediados de los 80, lo cual está trayendo una gran reducción en la producción de carbono. Pero las emisiones globales se mantienen creciendo. 

Los estadounidenses saben esto, y comprenden que la economía mundial se duplicará en los próximos 20 años, lo cual, en cambio, conducirá a un incremento en las emisiones (de hasta un 50% para el 2030). Aunque Obama evocara de la nada una limitación sobre el carbono en su segundo periodo, hay países como China y la India que fijarán el nivel global.  Mientras tanto, esos 5 millones de “empleos verdes” que Obama una vez prometió han sido tranquilamente olvidados. La mayoría de los nuevos empleos de EEUU son en equipos de perforación en lugares tales como Dakota del Norte, Nuevo México y Ohio. Con noviembre acercándose, Obama está comenzando a escogerlos como telón de fondo.

Las claves

1.  Temperaturas

 En las pasadas dos semanas, Estados Unidos ha roto el récord de los récords de calor. Y en los pasados 12 meses la temperatura promedio ha superado a cualquier otra desde que comenzaron los récords de Estados Unidos, incluyendo el año 1933, el año más caliente de esa década tan sobrecalentada. Tampoco es que los dioses del clima estén victimizando en  América.

2.  Desarrollo

El primer desarrollo y el menos previsto desde el año 2008, es que Estados Unidos  está rápidamente cambiando de ser un consumidor a ser una nación productora.

FMI recorta pronósticos e insta a la acción

Robin Harding en

Washington. El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que los riesgos para el crecimiento global “parecen grandes”, mientras reduce sus pronósticos para el año e insta a los legisladores de todo el mundo a tomar acciones.

En una actualización a su regular Perspectiva Económica Mundial, el FMI recortó su pronóstico de crecimiento de 2012 desde 3.6 hasta 3.5%, pero alertó que este depende de una acción rápida. “Más preocupante que estas revisiones en relación al pronóstico inicial es el incremento de los riesgos bajistas”, dijo Olivier Blanchard, director económico del FMI.

“La recuperación global continúa, pero es una recuperación débil y ciertamente un poco más débil de lo que pronosticamos el pasado mes de abril”.

La advertencia del FMI pone de relieve el precario estado de la economía mundial, que ha sido afectado por una depresión en los mercados emergentes y una crisis en la eurozona.

También hubo más malas noticias provenientes de la mayor economía del mundo ya que EEUU reportó un 0.5% de declive en las ventas minoristas de mayo a junio. Fue el tercer declive mensual consecutivo y se suma a la evidencia de que el crecimiento de EEUU se ha estancado. 

El FMI hizo grandes revisiones a su pronóstico para China, la India y Brasil. Este redujo su pronóstico de 2012 para China a un 8%, la India a 6.1% y Brasil a 2.5%.  Además, dicho organismo dijo que incluso el crecimiento global de 3.5% dependía de que la eurozona hiciera lo suficiente para aliviar las condiciones financieras y que los mercados emergentes dieran los pasos para apoyar sus economías. Mientras la “prioridad máxima” es resolver la crisis en la eurozona, el FMI también alertó sobre el riesgo del “precipicio fiscal” en EEUU, donde los recortes presupuestarios mandatorios podrían socavar la demanda económica a finales de este año, a menos que los legisladores actúen. 

El FMI parecía endosar el alivio monetario adicional por los bancos centrales, diciendo que “la política monetaria también necesita responder efectivamente, con medidas adicionales poco convencionales, hasta un ambiente mucho más débil en el corto plazo que amortiguarán las presiones en los precios”. 

En su revisión separada de estabilidad financiera, el FMI alertó que la crisis en la eurozona estaba causando creciente peligro para el sistema global. José Viñals, director del departamento de mercados de capital y monetarios en el FMI, instó a la eurozona a tomar acción inmediata para fortalecer los balances generales soberanos. “La política monetaria ha comprado tiempo valioso, pero el tiempo necesita ser muy bien usado por parte de los líderes políticos para hacer un progreso ahora”.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA